Cap 2 (Nueva Vida)

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Puede sentir como todo mi cuerpo era cubierto por un líquido, ¿Tal vez agua?.

Ya no tenía importancia al fin y al cabo estaba muerta, era imposible salvarme, conocía mi cuerpo a la perfección.

Sabía que después de que me dieran tres balasos y haber perdido toda esa sangre solo me quedaba la muerte.

Todo mi ser se sentía tan relajado, sentía como si mi cuerpo fuera cubierto por una calidez inmensurable y opniciente.

¿Cómo si me volvieran a hacer?

De la nada, deje de sentir esa calidez y sin previo avizo me sentí perturbada, por una repentina intromisión de una mano que había agarrado mi cabeza.

Sin consultarme, ni nada empezo a jalarme y todo mi alrededor se movia, me sentía frustrada con aquel intruso que me había quitado, mi añorada paz.

De una sentí como que no podía respirar, pero a los segundos pude volver a hacerlo solo que esta vez se sentía diferente.

Empecé a abrir los ojos y solo pude ver caras que no había visto antes, de la nada me agarraron y puede ver como una mujer un poco mayor me agarraba y me llevaba a una camilla

En la cual me puso y de la nada aserco unas tijeras, sentí como si se me formará un nudo en el estómago.

Esa mujer era un monstruo me había mutilado en mis vistas.

En sus manos tenía sangre y en ellas sostinia algo que parecían mis tripas o tal vez mi pulmón.

No era muy pequeño para serlo.

-Es una niña (dijo la misma mujer con ropa blanca)

-¡Qué alegría! (dijo un hombre muy entusiasmado)

-Su esposa está inconsciente, pero se encuentra bien, despertará en breve.

-Que alivio(dijo dando un suspiro aquel hombre)

-No me extraña que esté tan cansada, después de todo esta bebe salió mas luchadora (dijo un chico más joven que vestía igual que aquella mujer)

-¡KEIGO! (dijo la mujer muy molesta)

-Perdón Doctora, pero usted mismo lo vio, me dio tremendo cabezaso en mi mano, al resistirse a salir que hasta usted tubo que intervenir.

-Así es luchadora y terca, es la viva imagen de mi esposa(rio aquel hombre que no dejaba de verla con ternura)

Aquella mujer sin decir más, me llevó a los brazos de ese hombre que no dejaba de verme con tal cariño, que me provocaba desconcierto.

-Tu nombre será Megumi, ya que tu eres una bendición que llego a nuestras vidas. Mi pequeña y adorada hija.

No puede ser acaso había vuelto a nacer. Era.....
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¡IMPOSIBLE!
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Continuara

En el próximo capítulo, la vida da giros Inésperados, giros que te lleban hacia tu destino.....Next cap....





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