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Los rayos de la luz solar se filtraba por mi ventana haciéndome gruñir con molestia, con mi evidente enojo abrí mis ojos, mi techo blanco fue lo primero que vi para después pasar mis ojos por toda mi habitación.

Suspiré con cansancio, sentía que no había dormido nada, y de hecho así era, me dormí a las tres de la mañana después de regresar de una de las mejores y peores fiestas, había bebido hasta no poder caminar ya que me terminó mi ahora, exnovio.

Ese idiota se acostaba con una de esas perras que se hacen pasar por mis amigas, menuda zorra. Me terminó diciendo que ya no me amaba y que me dejaba ser libre.

Menudo idiota, yo siempre he sido libre, y ahora más, porque no tengo que aguantar a un pobre diablo que mete su polla a cualquier agujero que le abran.

Me levanté de mi cómoda cama, había dormido solo cuatro horas, ¡Cuatro malditas horas!, Debo tener unas ojeras de la mierda.

Salí de mi habitación y bajé a la cocina dónde me encontré a mis hermanas menores.

—hey Megan— me saludó mi hermana menor, Vayu.

—te ves del carajo hermana— añadió mi otra hermana.

—hola Vayu— le devolví el saludo con una sonrisa para después voltear a mi otra hermana y cambiar de expresión a una irritada— gracias, Dandara, por comentar lo que evidentemente ya sé. Necesito algo para la resaca.

—suponia que iba ser así y te compré una bebida energética.— sonrió ampliamente, incluso pude notar como brillaba al rededor de ella.

—mi pequeña Vayu, eres mucha dulzura para este mundo.— la abracé con fuerza.

—tenemos la misma edad, solo eres mayor por minutos.

—¿A quien le importa?, Eres un sol pequeña.

—¿Y qué pasó ayer que empezaste a tomar vaso tras vaso como si no hubiera un mañana?

—el idiota de Chad me terminó diciendo que me dejaba ser libre.

Un silencio se hizo presente mientras nos mirábamos, para después desaparecer gracias por las sonoras carcajadas que soltamos las tres al mismo tiempo.

—¿Qué coño tiene en esa cabeza para pensar que te tenía atada?— preguntó Vayu seguido de otra carcajada.

—estoy segura que un cerebro no—  añadió Dandara.

Las carcajadas sonaron por unos segundos más hasta que dejé de reír y me mostré seria.

—pero ya en serio— las carcajadas de mis hermanas se detuvieron y me miraron igual de seria.— ese idiota me engañaba con una zorra que siempre está lamiendo la suela de mis zapatos.

—¿De quién hablas? Hay muchas que hacen eso.— preguntó mi hermana mediana.

—habla de Rachelle.— inquirió Vayu sorpresivamente adivinando.

—si, hablo de ella ¿Cómo lo sabías?

—por favor, he visto a muchas interesadas y he aprendido a distinguirlas, pero ella era muy evidente ¿Cómo no te diste cuenta?

—¿Por qué tendría que interesarme lo que ella haga?

—no lo sé, ¿Para darte cuenta que prácticamente le abría las piernas a Chad en frente tuyo?— dijo con obviedad Dandara. Bufé con molestia.

—en fin, no es para tanto.

—En primer lugar, ¿Por qué andabas con él?— preguntó confundida Dandara.

—imagen, soy la mayor de las Thompson, es obvio que tendría que salir con el mejor deportista.

—el mejor deportista pero que tiene fama de mujeriego.— dijeron las dos al unisono.

—bueno, no es como si yo me hubiera quedado quieta igual.

—¿Entonces de qué te quejas?

—¡Me lo dijo frente a mis amigos!

—¿los que te lamen los pies o hablas de Amber y Brooke?

— de todos, esos idiotas van a esparcir el rumor de que Megan Thompson fue engañada por una de sus supuestas "amigas".

—me encantaría seguir discutiendo esto, pero hay que ir a la universidad.— mencionó Vayu mientras veía la hora en su celular.

Las tres fuimos a nuestras habitaciones para arreglarnos, nosotras vivimos solas en un departamento cerca de la universidad, nos separamos de nuestros padres cuando entramos a la universidad.

Subimos a nuestro auto y nos dirigimos a la universidad, aparcamos en el estacionamiento y caminamos a la entrada, cuando entramos los murmullos no se hicieron esperar, todos hablaban entre si mientras me lanzaban miradas que obviamente si noté.

Pero que callaron de la nada, bueno, alguien había cruzado la puerta y eso los hizo callarse, menos mal pero, ¿Quién sería el que los hizo callar? Me gire a la puerta y vi a un chico de cabellos negros y ojos celestes pero que no se notaban mucho gracias a los mechones que los tapaban.

Pasó recto, ignorando a todos a su alrededor  y sin mirar a nadie. Apenas se perdió de nuestra vista los murmullos empezaron de nuevo, al menos no eran de mi, pero ¿Quién era ese chico?

Y como si fuera escuchada la respuesta se me fue dada.

—es el chico nuevo— dijo una voz femenina a mi lado. Me gire de nuevo y vi a Brooke y a su lado Amber.

—¿Sabes en qué clase estará?

—¿Por qué?

—curiosidad— respondí simple.

—¿Curiosidad o acabas de encontrar un blanco para opacar los chismes?— preguntó Amber.

—aveces me molesta lo muy intuitiva que puedes ser.

—¿Vas a utilizarlo?— preguntó Vayu con cara de preocupación, realmente somos muy distintas, aunque las tres somos famosas en la universidad solo yo uso a los hombres como si nada, Dandara de vez en cuando acepta para pasar el rato y Vayu rechaza a todos diciendo que no lo haría con nadie que no sea el que ella elija.

Y por elegir se refiere a que ya sean algo serio.

—solo jugaré un poco— le respondí.

—de seguro en una semana ya está dándote regalos.— apostó Dandara ya sabiendo lo que pasará.

—sera en dos días— aseguré.

Entramos en el aula y esperamos unos minutos hasta que el profesor llegó.
Las clase estaba pasando lento y estaba aburrida, hasta que por la ventanilla de la puerta vi una cabellera negra pasó.

La curiosidad me atrapó y sin darme cuenta me había levantado de mi asiento pidiendo permiso para ir al baño y así perseguirlo.

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Janneth ❣️

Silencioso Amor [libro #1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora