—intenta iniciar una conversación.— me indicó Henry.
Yo moví mis manos, creando unas señas algo mal hachas.
—“hola, ¿Cómo has estado?”— le dije mientras hacía las señas.
—genial, después de dos semanas, puedes aprender a decir esas pequeñas cuatro palabras, felicidades, has alcanzado tu nivel más patético— se burló.
—es difícil, ¿Sabes?— le respondí irritada.
—mientras más tardes más estará con la venenosa. ¿Le has preguntado si puede leer labios?
—aunque lo supiera hacer, aún no podría saber lo que dice y tendríamos que seguir hablando por papelitos.
—¿Le has pedido su número? Puede ser una oportunidad de acercamiento.
Yo lo miré como si fuera una clave divina, realmente no lo había pensado.
—no puedo creer que seas de las más inteligentes— soltó mientras se sobaba la sien.
—es que, me pongo nerviosa cuando lo veo— le respondí como una niña que estaba siendo regañada por haber hecho una travesura.
—tu lado acosador me está asustando mucho, trata de practicar en casa, no me agradas pero me da lastima al verte espiarlo a lo lejos y no poder hablar con él.
—yo también te aprecio Henry.
—me voy, trata de pedirle su número.
—si...
Cuando su cuerpo se perdió entre los pasillos suspiré derrotada.
—patetica— escuché atrás de mi, al girarme vi a la maldita perra que trata de quitarme a mi bello y futuro esposo.
—¿Qué mierda quieres?
Ella me miró por un momento, como si mis palabras no eran lo que esperaba.
—¿Qué haces?— preguntó con el ceño fruncido.
—¿Qué?, ¿Cómo que qué mierda hago? Estoy hundiéndome en silencio por ser tan patética.
—¿Te estás rindiendo?
—¿Por qué carajos te importa? Se felíz restregandome en la cara que ganaste a Hiwa, ve y sean felices.
Ella comenzó a reír a carcajadas, claro que no era suficiente haber ganado, tenía que venir conmigo para burlarse en mi cara. Incluso se tomaba el estómago del dolor que le provocaba reírse tanto.
Se limpió una lágrima y su risa se fue apagando hasta que me miró seria.
—no puedo creer que estás huyendo.
—claro que estoy huyendo, porque no puedo evitar que siempre estés con él y que él se quede a tu lado estando tan cómodo.
—¿Enserio estás dejando que te lo quiten?
—¿De qué hablas?
—ni siquiera sabes mi nombre— rió un poco— ¿Puedes adivinarlo?
Yo fingí pensarlo, aunque realmente ya no me interesa.
—¿Gata rompehogares?
—incorrecto, soy Natt Clark— sonrió burlona cuando terminó de decir su nombre.
Oh dios, ¿por qué me gusta humillarme a mi misma?, ¿Acaso tengo un don para hacerlo?
—no puedo creerlo— ella se rió, dios, la sigo odiando de eso no hay duda. Yo suspiré y la miré de nuevo— ¿Y qué se supone que deba decir?
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Silencioso Amor [libro #1]✔
Romance[°primer libro de la trilogía discapacidades°] Una universidad exigente, tres hermanas que lograron llegar a las expectativas, y un chico nuevo y silencioso, de mirada apagada, que siempre usaba prendas oscuras tan iguales como su cabello, y que es...