Hasta que llegaste tú

CAPÍTULO 15

Dylan y yo, ya llevamos saliendo algunos meses.

Todo a ido súper bien.

Hemos salido a dar vueltas, hemos ido a al a cantilado, a la playa, hemos cantando canciones juntos, noches mágicas ... También hemos tenidos nuestro momentos...Y mas teniendo casa sola porque mi madre todavía no ha vuelto sigue de viaje.

Ahora estoy con Dylan en la playa. Estamos los dos en la playa. Yo lo estoy enterrando en al arena y nada más le e dejado la cabeza afuera.

-Pareces una cabeza sola- digo riendo. Él suelta una carcajada- a la hay te voy a dejar para que no me tires más al agua- le digo. Hoy ya me lo a echo más de tres veces.

-Cuando salga de aquí te tiraré al agua- me dice.
-¿Si?- digo y el asiente- pues buena suerte sacándote tu solo- le digo y me doy la vuelta y empiezo a caminar.

Empiezo a reírme y cuando menos me lo espero unos brazo me cogen por atrás y me llevan al agua.

-¿Que...?- digo confusa. ¿como a podido salir el solo?.

-Vamos a mojarnos, princesa- dice y me tira con él al agua.

-Imbecil- le digo riendo cuando salimos.

-Hay si pero te encanta este Imbecil- dice el y yo río.

-Bájale a ese ego- le digo y me coge de la cintura para besarme.

Suelto un jadeo cuando baja sus labios por mi cuello.
-Dylan...-gemi. Uno rápidito no haría daño, además está playa siempre estaba sola, así que no había nadie.

Dylan bajo mi bikini y yo saqué su polla. Dylan me penetro de una sola estocada, haciendo que yo soltara un gritito de placer y dolor.

Dylan empezó a dar estocadas, rápida, fuertes y certeras.

-Dylan- jadee. Dylan aumentó el ritmo y a los minutos nos corrimos a la vez.

-Té quiero- le digo. Él sonríe y sale de mi robándome un gemido.

-Yo también te quiero.- Dijo.

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Estábamos en el columpio del acantilado los dos sentados viendo como anochece.
-Mañana por la noche me voy- me dijo de repente y yo me congele.

-¿Qué?- dije yo confusa y con miedo a la vez.

-Mañana tengo que volver ya se acabó el curso.- Dijo mirándome.

-Pero...Ya y el baile de graduación, es en una semana. ¿No te quedas para el baile?- dije. Tenía unas ganas de llorar inmensas.

-No, tengo que volver ya- dice mirándome y veo que no se quiere ir.

-¿Y con nosotros qué pasará?- preguntó temiendo la respuesta.

-Cómo que, qué pasará, seguiremos juntos, yo te quiero y no me quiero ir, pero allí está mi casa. Intentaré visitarte cada vez que puedas o tú puedes venir. Y podemos hacer videollamada todos los días- dice y yo me pongo a llorar.-
No llores- dice.

-Te voy a echar mucho de menos- digo lloriqueando.

-Yo también- dice y me abraza mientras esconde su cara en mi cuello.

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Ya se porque estaba sensible, aparte de que me duele que se vaya, me acaba de venir la regla y estoy muriéndome en mi cama.

Dylan entra a mi cuarto, y veo que trae chocolate y helado.

-¿Vemos pelis?- me pregunta tumbandose a mi lado y dándome el chocolate y helado.