Soledad Profunda (prologo)

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"Despidiendo últimamente todo lo que sucedió

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"Despidiendo últimamente todo lo que sucedió. Hoy saludo mi presente y gusto de este dulce adiós" 

Eiji conducía con cuidado y tarareaba las canciones que sonaban en la radio, el día estaba soleado y la brisa fresca acompañaba el momento.

Habían pasado 43 años desde la muerte de Ash, 43 años en donde no pudo arrancar de su corazón aquel chico de cabellos dorados como el sol matutino y ojos verdes cual esmeralda. Hoy seria su cumpleaños número 61, sonaba irreal esa edad para el joven lince de Nueva York, hasta para Eiji era difícil imaginarse Aslan con arrugas y problemas de espalda (como él).

No estaba tan viejo y arrugado, pero los años estaban pasando factura y ya no podía correr ni saltar como lo hacía en compañía de Shorter y su amado Aslan. Tampoco podía jugar tanto tiempo con Randy y creía que pronto le quitarían la licencia porque su vista empeoraba, pero seguía aquí y no había dejado de luchar e intentar ser feliz por todos los que se sacrificaron por el, sonreír para sí mismo y los demás era su tarea diaria.

Sin enterarse ya estaba cerca de su destino. Las olas del mar golpeaban las rocas y el aire salado le daba una sensación de melancolía, recordaba el día en que esparcieron las cenizas de Ash en aquel muelle. En esa época hasta escuchar el nombre de su amado era difícil, intento sacarlo de su vida a la fuerza pero fue en vano, ni en la otra vida olvidaría esa sonrisa que le sacaba el aliento, por mucho que eliminara todo lo material que sacaba esos recuerdos a flote él nunca se iría de su memoria, su alma siempre estaría con él.

"Vamos a dejar que el tiempo pare, ver nuestros recuerdos en los mares"

Salió del auto con cuidado, saco una cesta con comida y camino hasta el muelle tranquilamente, dejando el viento acariciar su rostro ahora envejecido. Sentándose en la madera vieja del muelle apreciando el silencio que solo era roto por el canto de las gaviotas Okumura se permitió desbloquear todos esos recuerdos, todos los abrazos matutinos, los desayunos, las caras del rubio al comer natto, las miradas, lo bueno y lo malo. Se permitió llorar, desmoronarse, desahogarse.

- Si supieras cuanto te extraño - musito entre sollozos - Si supieras cuantos días espere a que mágicamente llegaras, a que me dijeran que era una broma y que estabas vivo.
<<Han sido 43 años sin ver el amanecer, espero algún día volverme a encontrar contigo, decirte todo lo que en su momento no pude, todo lo que quería para nosotros. Se que tu vida no fue fácil y que al morir quitaste un peso de tus hombros, pero... ¿suena egoísta querer que te hubieras quedado? ¿Se me permite ser egoísta, así sea por una vez? >>
<<Si supieras todas las veces que quise acabar con esto, acabar conmigo. Pero recordaba todo lo que hiciste, lo que sacrificaste por mí felicidad. Quiero estar contigo Ash, quiero volver a ver tu rostro, escuchar tu risa, tomar tu mano y enfrentar el mundo, es lo único que quiero>>

El pelinegro limpio sus lagrimas e intento recuperar el ritmo de su respiración, saco de su cesta de comida arroz y natto. Una amarga sonrisa adorno su rostro y un dolor en su pecho se hizo presente, inhalo y exhalo pero el dolor no ceso, su pulso se acelero y sudor frio descendió de su frente ¿Qué le estaba pasando? Todo era confusión y sus pensamientos eran cegados por el dolor ¿Era un infarto? ¿Así se sentía un infarto? Su cabeza daba vueltas, sentía que la vida se le escapaba, y así fue.

Junto al puerto en donde quizá en el fondo del oscuro mar descansaban los restos del amor de su vida, Eiji Okumura falleció.



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Hola ¿como están? Espero y bien

Este es mi primer proyecto publicado así que espero y me tengan paciencia con las faltas ortografícas y argumentales.
Esta historia está bajo el concepto de "En otra vida" así que los personajes conservan sus nombres pero la situación es diferente.

También tomé inspiración para el título y algunos otros aspectos de la canción Soledad y El Mar de mi  fabulosa Natalia Lafourcade así que si les invito a escucharla.

Bueno... Creo que eso es todo, espero y les guste esta historia.
Besos
- Ann

Soledad Y El MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora