"Oh Eiji, si solo hubiera alguien a quien el importaras"
Sabía que nunca nadie lo querría ¿a quien le gustan las cosas rotas? Pero en sus sueños esas lindas palabras se repetían, un amor y una promesa, un para siempre y su corazón no se sentía tan s...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Ni una simple sonrisa, ni un poco de luz en sus ojos profundos"
Eran hermosos, sus ojos eran deslumbrantes, atrapantes y simplemente cautivantes, pero escondían algo, esa tristeza a la que siempre se enfrentaba cuando miraba su reflejo también se encontraba en ese par de gemas.
Ambos se miraban fijamente, como si esperarán algo, hasta que el rubio no pudo más y sólo desvío su mirada.
- Lo siento pero ¿Dónde puedo dejar mi maleta? - era notoria su incomodidad.
- Lo puedes dejar sobre la cama, luego llamare a una enfermera para que te ayude a desempacar.
- Puedo hacerlo solo - sonaba cansado y molesto.
- Necesito saber que no traigas ningún objeto con el te puedas lastimar o lastimar a los demás, puede que sea molesto pero es parte del protocolo.
Ash no contesto solo dejo sus cosas a los pies de la cama y se dispuso a recostarse ignorando a los presentes.
Jessica suspiro fuerte - ¿A donde ibas Eiji?
- Las duchas.
- Ok cariño nos vemos luego.
El japonés no espero dos veces y salió corriendo. Al rubio le pareció raro que se viera tan desesperado por salir, su hermano le había dicho que tenía un aura un poco terrorífica pero tampoco creía que era a tales niveles para que ese chico pareciera un conejito entrando en pánico.
- Bueno, se que es tu primer día y quizá estés un poco consternado pero aquí procuraremos ayudarte y apoyarte - su voz era tranquila y alegre - Por el momento puedes descansar y adecuarte, luego te llamare para una evaluación mas completa de tu situación.
- ¿No tiene suficiente con mi expediente? Si lo vio sabrá que debería estar en recuperación de drogas antes que en un psiquiátrico - directo y franco, así era Ash.
- Tus decisiones tienen un trasfondo mucho mas allá de lo que te trajo aquí, pero eso lo hablaremos mas tarde, espero te adecues rápido cariño, nos vemos luego.
Aun tumbado sobre la cama, Ash miro hacia un lado observando lo agradable y cálido que lucia el lado de la habitación de su compañero quería sentir el calor de las mantas que se encontraban desparramadas por toda la cama y lo suave de la almohada.
Se percato del olor de la habitación, diferente al hedor antiséptico que rodeaba las instalaciones y se encontró pensando en aquel chico callado y de semblante temeroso ¿Cómo luciría su sonrisa? ¿Tendría hoyuelos? ¿Qué lo habrá hecho terminar ahí? Todo era incógnitas pero la mayor era el porque se encontraba divagando en lo profundo de su ser por una persona insignificante la cual solo vio por unos cuantos minutos.
- Eiji...- el nombre salió sin aviso de sus labios, era un niño curioso a simple vista, el cuál ocupaba su mente en esos momentos ¿Por qué no lo dejaba de pensar?
