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Este fic puede contener algunas escenas fuertes.

Es poliamor y amor toxico, si no te gusta o no es de tu agrado puedes retirarte.

Gracias por leer <3

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Tan lindo.

Lo amaban demasiado, amaban cada centímetro de su pequeño cuerpo.

Y por eso mismo era una tortura que todos los días tuvieran que dejarlo en la escuela.

Jaemin sujeto ambas mejillas del más pequeño, sonriendo ante la vista, beso ambas mejillas y luego los finos labios frente a él, Renjun generalmente se alejaría avergonzado por el trato, pero esta vez estaban en público, si se alejaba por el trato, podría ir mal.

Y los dos más altos lo sabían, sabían lo vulnerable que era Renjun en público y quería aprovecharlo en todo lo que les fuera posible.

Jaemin beso nuevamente la carita de Renjun sintiéndose deseoso de demostrar todo su amor por el más pequeño, beso su frente, su naricita y sus mejillas haciendo que Renjun cerrara los ojos por los constantes besos que caían constantemente.

—Eres tan lindo bebé—Jaemin murmuró cuando los lindos y brillantes ojos de Renjun le miraron.

Esos eran los despiadados príncipes a los que amaba, ese era el amor que lo tenía aprisionado entre esos dos apuestos chicos.

Jaemin sentía tan feliz, llenando a Renjun de besos mientras lo abrazaba, la suave piel de Renjun y su linda carita merecían todo el amor del mundo, sonrió volviendo a besarlo.

Renjun cerro uno de sus ojos sintiendo nuevamente la lluvia de besos en su rostro hasta que por fin finalizó con un suave beso en sus labios, eso era maravilloso, sentirse lleno de amor y lo mejor para terminar eran aquellos suaves y dulces labios de Jaemin.

El sabor a café del desayuno fue presente en sus labios, Jaemin solía beber café de camino a la escuela aun cuando le recordaba que no era saludable, pero el príncipe se negaba a escucharlo.

Cuando le dio aquella sonrisa con ese beso supo que termino por ahora y sabía lo que venía, Renjun miró hacia el otro príncipe que los veía con los brazos cruzados, una sonrisa en su rostro por la linda escena, cuando Jaemin se movió para darle paso, no se lo pensó dos veces antes de abrir los brazos.

—Ven aquí bebé—

Renjun estaba avergonzado por el apodo, también por la orden, sin contar que estaban frente a toda la escuela justamente en la entrada, sentía la mirada de varios de sus compañeros, incluso escucho a unas chicas tomar un par de fotos, a él le avergonzaba, pero sabía que ninguno de los príncipes daría vuelta atrás, ellos querían eso, querían esas demostraciones públicas.

No tenía otra opción así que camino hasta los brazos del segundo y dejo que lo llenaran por completo, Jeno se veía realmente satisfecho con la acción del más pequeño, oliendo el suave perfume del cabello castaño y dejando un beso en su sien.

—Renjun—escuchó la sería voz de Jeno levantando su mirada para ver al más alto a los ojos, sabía que hablaba con aquella seriedad, pero con todo el amor de su corazón—Cuídate mucho y sé bueno—

Renjun asintió sonrojándose por el lindo trato del más alto, Jeno río entre dientes antes de inclinarse besando los lindos labios del chico sin separarse para atrapar un poco la respiración del más pequeño con la suya, se separó satisfecho.

Jeno era diferente a Jaemin, mientras que el pelirosa lo llenaría de besos y apodos lindos, Jeno iría directo al grano, se sentía tan lleno de amor que no podía negarse aunque quisiera.

—Estudia mucho—Jaemin se acercó casi arrebatando a Renjun de los brazos de Jeno, volvió a besar la carita del mejor mientras sujetaba la misma—Se honesto y responsable con tus deberes—

Renjun volvió a cerrar los ojos mientras le llenaban de besos nuevamente, escuchó la risita de algunas de sus compañeras enternecidas por la escena, estaba avergonzado, lo suficiente para sonrojar su rostro y asentir a Jaemin en todo lo que le decía deseando que terminaran para irse.

Sin embargo no fue tan sencillo, Jaemin se negaría a dejarlo ir tan fácilmente y Jeno aún no había terminado.

—Ya te di tu tiempo, deja que tome el mío—Jeno se quejó—Aun quiero despedirme—

Jaemin se quejó ante el mayor, frunció el ceño pero libero a Renjun después de darle un par de besos más, aunque se veía feliz de ver la brillante sonrisa de Jeno mientras se acercaba a Renjun.

—Recuerda que te amamos y te queremos mucho—Jeno le repitió sonriendo cuando Renjun asintió tiernamente—Y recuerda que debes contarnos todo después de clases—

Lo último lo mencionó mirando por encima de su bebé para ver a algunos de los alumnos que siempre se reunían fuera de la escuela y que sabía que los miraban molestos, les dio una mirada no muy agradable.

Claro que nadie le haría nada a Renjun, no se atreverían a dañar a amante de los dos príncipes comprometidos y próximos reyes, pero aun había ciertas formas de dañar a alguien sin tocarlo, además, estaba seguro que más de uno estaba celoso, quizás no de Renjun, quizás de los dos príncipes, no le importaba porque siempre tomaba precauciones para proteger a su bebé de todo peligro.

Renjun sintió un pequeño escalofrió ante lo último, asintió vigorosamente, sabía que ninguno de los dos príncipes jugaba cuando hablaban de aquel interrogatorio después de clases y él no podía mentirles, después de todo, sería un idiota si les mentía.

Un último beso en los labios de Renjun y la campana para entrar era señal de que debía despedirse, alzó su manita mirando a ambos y sonriendo tiernamente.

—Debo irme—habló con aquellos brillantes ojitos emocionado por un día más de clases—Nos veremos después de clases, cuídense, los amo—

Jaemin asintió feliz, acercándose para besar una vez más a su bebé, besando ambas mejillas y luego su frente tocando su naricita con su dedo para contestarle—Te amamos mucho, recuerda siempre eso—

—Estaremos aquí esperando por ti, así que no llegues tarde—Jeno aseguro besando igualmente la frente de Renjun, tomo una de las manitas del más pequeño y se inclinó besándola dulcemente—No hagas que vayamos a buscarte—

Solo Jeno tenía ese don de hacerle sentir tan amado y a la vez darle ese cosquilleo en el estómago por un extraño escalofrío, pero agradecía que fuera honesto, porque con Jaemin nunca sabía que esperar, Jaemin era todo amor y sonrisas, flores y besos, hasta que hacía enojar al pelirosa.

Jaemin sonrió en adoración a su pequeño ángel que asintió una vez más con aquellos tiernos ojos brillantes mirando a ambos y se despidió para entrar a clases, ambos lo despidieron saludando con sus manos esperando lo suficiente para verlo entrar hasta su salón de clases.

Podían ver el edificio a través del jardín, las bancas de los salones, todo especialmente brillante y limpió, lo mejor para la realeza del lugar, lo mejor para todos los estudiantes de aquella escuela privada.

Jaemin suspiró mirando dentro de la escuela mientras las puertas de todos se cerraban e incluso cerraban la del lugar, miro con tristeza el lugar vacío murmurando—Ya comienzo a extrañarlo—

—Han pasado cinco minutos—Jeno se quejó entrando al auto—Vamos, tenemos cosas que hacer—

Cheessecake [Norenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora