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Haechan comió un trozo de fruta mirando hacia el frente.

El más pequeño estaba recargado en la mesa del comedor, apenas se movía pero parpadeaba constantemente con los parpados caídos por el cansancio, Haechan sonrió recargando su cabeza sobre su palma.

—¿Cansado?—

Era más que obvio que estaba cansado, no sabía las razones, pero le era fácil adivinar, el menor de los dos tomó otro trozo de fruta mintiéndolo en su boca.

Renjun gruño bajo sentándose bien y tomando el vaso con café a su lado, se removió en su asiento por quinta vez desde que estaban y bebió lentamente del café con leche.

—Debió ser una noche difícil—Haechan se burló—Ni siquiera puedes sentarte cómodamente—

—Cállate—

Haechan dejo que su sonrisa se borrara lentamente observando al más pequeño beber nuevamente del café, su garganta moviéndose mientras el líquido pasaba, sus lindos ojos cerrándose para parpadear mostrando las hermosas pestañas, tragó al mismo tiempo en que Renjun tragaba el líquido, bajando el vaso a la mesa y probando sus propios labios llenos del café con leche pasando esa hermosa lengüita por sus labios.

El duque sintió que su corazón se detenía, lamio sus propios labios por la resequedad, observó un poco más al de cabello castaño antes de parpadear ignorando el profundo sentimiento que creía en su estómago y bajaba, tenía que actuar normal.

—Deberías dormir un poco—sugirió tomando otro trozo de fruta y llevándoselo a los labios, sus ojos bajando apenas unos segundos a su propio plato y subiendo inmediatamente para ver la reacción de Renjun por su sugerencia.

Renjun suspiró recostando su cuerpo sobre la mesa, ni siquiera quería comer, tenía tanto sueño y estaba seguro que sus príncipes no lo dejarían en paz en casa, quizás lo dejarían dormir un poco, pero no demasiado, no podían permitirle que su horario para dormir se viera modificado.

—Quiero dormir pero no creo que pueda—se quejó lloriqueando por el cansancio miro a su compañero cerrando momentáneamente los ojos.

Haechan tragó lo que tenía en su boca, pensando profundamente en lo que haría, estaba en terreno peligroso, pero todo su cuerpo se movía inconscientemente mientras su mente le gritaba que se detuviera.

Miró la linda carita de ángel, llevó su mano por la mesa hasta el rostro de porcelana y toco suavemente la mejilla de Renjun ahuecando para que el más pequeño se recargara a su tacto, y así lo hizo, Haechan quiso saltar de la alegría cuando sintió al castaño acercándose más a la pequeña caricia, cerrando los ojos con placer por la comodidad, quería intentar un poco más cerca, un paso más.

—Claro que puedes bebé—murmuró suavemente, casi en un susurro, para hacer que los sentidos de Renjun se relajaran lo suficiente para él—Solo duerme~—

Los lindos parpados se cerraron, su respiración fue más lenta y Haechan sonrió lentamente tragando saliva al ver los pequeños y finos labios separarse apenas un poco, era su oportunidad, se inclinó hacia el frente sin moverse demasiado, quería esos labios, los deseaba, se acercó lo suficiente para besarlos pero apenas estuvo a unos centímetros, el más pequeño abrió los ojos.

El corazón de Haechan se detuvo con esos lindos y brillantes ojitos mirándolo.

—Y-Yo—

—¿Qué hacías? —la voz de Renjun salió muy pequeña, casi como un susurro, se sonrojo profundamente al ver los labios del otro tan cerca de los suyos, casi podía sentir el aliento del menor.

Cheessecake [Norenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora