Todos tenemos un detonante, ese algo que despierta dentro de nosotros, y a veces, sin que nos demos cuenta, nos cambia de la noche a la mañana.
Y dicho detonante apareció en la vida del Maknae de BTS, con 23 años Jungkook sucumbió poco a poco ante...
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DESPUES DE LA TORMENTA.
- Esta bien, solo... -fue entonces que lo noto, tomando con ambas manos la cintura del menor, lo movió un poco hasta lograr sentarse y ver de frente al chico.- Vamos kookie, repite lo que dijiste.
- Kookie quiere sali de la cama ya... -repite y poco después un puchero se dibujaba en sus esponjosos labios- ¿Yoonie hyun men?
El pobre chico se encontraba aun mas pálido de lo normal, su mirada no se apartaba del chico sobre sus piernas pero su mente estaba en otro planeta, uno donde todo era un mar de dudas y sorpresas, del cual solo logro volver al sentir la suave y cálida mano de su menor sobre su mejilla.
- Hyun... koo debe ir.
La forma en la que había dicho aquello, sumando el sonrojo en sus mejillas le hizo ponerse en alerta, ¿ir?, ¿ir a donde?, ¿estaba enfermo?, eran algunas de las preguntas que cruzaban por su perdida menta.
- ¿Ir a donde kookie? -murmuro con delicadeza, tratando de ocultar su preocupación.-
- Al baño... -el cuerpo de Yoon hizo corto circuito al escuchar a su niño. Sus manos soltaron su cuerpo y de inmediato el menor salió corriendo en dirección al pasillo, más específicamente al sanitario.-
Una vez solo, Min volvió a las palabras de su maknae, la forma en que actuaba y hablaba, era similar a su comportamiento de los últimos tiempos, sin embargo, algo en su tono le decía que había cambiado, aunque aun no lograba descifrar que era exactamente.
Aun algo perdido, saco el resto de las sabanas que estaban enredadas en su pie para así poder salir de la cama, atravesando la puerta por la que momentos antes había salido el chico de cabellera ondulada. Tomando camino por la derecha, se apresuro con dirección a la planta principal para comentar con el resto, los recién revelado ante sus ojos.
Como de costumbre, la primera planta estaba llena de ruido, podía escucharse desde el inicio de las escaleras el como los miembros se enfrascaban en una conversación mientras platos, tazas y cubiertos eran movidos por la superficie de la mesa y encimera de la cocina. Había mañanas más tranquilas, otras más ruidosas, pero siempre se percibía ese calor familiar y hogareño.
- ¡Hyung! ¿Qué hay para el desayuno?
- Come cereal, también hay panqueques.
- Y ¿qué hay en el horno?
- Pastel de carne, me concentre en el y no hice algo más para el desayuno.
- ¡Que malo, hyung! -se escucho en coro, era fácil deducir quienes habían sido.-
- Mal agradecidos, deberían estar felices de al menos tener algo que comer... Buen día Yoongi. -la actitud y voz del mayor de todos había cambiado en cuestión de segundos a la vez que su atención había pasado de los de la linea 97 a la presencia de recién nombrado.-
