Todos tenemos un detonante, ese algo que despierta dentro de nosotros, y a veces, sin que nos demos cuenta, nos cambia de la noche a la mañana.
Y dicho detonante apareció en la vida del Maknae de BTS, con 23 años Jungkook sucumbió poco a poco ante...
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UN CAMBIO INESPERADO.
Cerrando el año con una presentación vía YouTube para ARMY, los chicos se vieron en unas vacaciones que les permitirían descansar y prepararse para lo que traería el nuevo lanzamiento.
No podían quejarse, amaban lo que hacían, amaban a sus fans y no se quejarían nunca de tener trabajo, pero por momentos añoraban una vida tranquila fuera de la lente de las cámaras, pudiendo pasear por las calles sin verse interrumpidos al dar la vuelta a una esquina por un grupo de fans pidiendo un autógrafo. Por obvias razones, la mayor parte del tiempo se veían confinados a la calidez de sus cuatro paredes con techo, calefacción, divisiones conocidas como habitaciones, cocina, baño,y cientos de lujos que podían darse por suerte, que llamaban hogar.
El día había comenzado tranquilo luego de jornadas largas de entrenamiento y reuniones de planeación, donde se les solicitaba estar a los siete, aunque en su mayoría Namjoon era quien solía hablar y expresar sus pensamientos hablados en la privacía cuando especulaban de que irían dichas reuniones. Con todo en su lugar y la nevera vacía debido al poco uso que habían recibido todas las cosas en las ultimas semanas, dos de los siete miembros y propietarios de la residencia, conversaban en completa calma, quejándose de no tener nada para poder tener un almuerzo decente y hogareño a palabras de nuestro chico más hermoso del mundo.
- Ya te dije que solo deberíamos pedir algo. Hagamos las compras después... -una voz aun adormilada y cansada le interrumpió en su discurso sobre el porque no era bueno y atraía la mala suerte, según él, tener todo vacío en la cocina.-
- Hemos comido fuera y por pedido a domicilio toda la semana. Te recuerdo que te enfermaste del estomago hace unos días y Jimin vomito durante el ensayo de ayer por exceso de ramen.
Pensándolo a fondo, no había fallas en su lógica. Todos habían tenido malestares los últimos días debido a su mala alimentación.
- Entonces... ¿iremos a comprar víveres?
- No, desayunaran cereal. -de la nada, frente al rapero una caja de un cereal que no recordaba haber visto ante apareció, ¿De dónde había salido? Ni idea.- Y quien se queje no cena. Voy a despertar a todos.
Vaya mañana de miércoles, parecía un lunes y todos odian los lunes.
[Seok Jin]
Subiendo las escalera con pesadez pero decisión, atravesé el pasillo hasta la habitación que compartía con Min, tratando de despertarlo, consiguiendo un simple, "Ya voy, no molestes", bastante irrespetuoso a mi parecer, pero lo dejaría pasar solo porque tenia hambre y no comería nada hasta poder prepáralo yo mismo. Saliendo de la habitación, procedo a despertar y levantar al resto, casi jalando de los pies a Taehyung ya que este casi hacia un berrinche con tal de evitar salir de las sabanas.
- Apúrense, entre más temprano vayamos menos personas habrá y será más rápido.
Entre las quejas, una preocupada vocecita se hizo espacio para llegar a mis oídos, de inmediato guiándome hasta el propietario.
