➹Clandestino [Kookmin] ♡

~26~

Fiesta pt. 1

Su cabello negro estaba completamente peinado y su traje relucía pues se veía impecable ante cualquier mirada, pues aunque su imagen fuera perfecta, se sentía fatal, no podía estar con aquellos sentimientos que despertaban en su ser, aún así lo negaba, era un rotundo no. El no podía ni quería aceptar aquellos sentimientos, no Jeon Jungkook.

Salió de la habitación ajustando su reloj de mano que era completamente de oro, su perfume era cautivador y excitantemente varonil, salió bajando por las escaleras, mirando a Baekhyun junto a Chanyeol esperándolo en la entrada, noto como el rubio delgado evitaba su mirada, se sintió mal, debía pedir disculpas.

— Baek hablemos un momento a solas —dijo de manera relajada, Chan al escuchar aquello salió adelantándose y alistar el auto donde irían a la dichosa fiesta.

— dime —hablo Baek en tono hostil si mirarlo aún, el rubio estaba molesto si, pero aún más con Park.

— Lo siento, no hay escusa me porte como una bestia y lo lamento no quise gritarte —hablo de manera sincera y Baek solo lo miro con un pequeño asentimiento y salió al igual que Yeol.

Suspiro pues sabía que las cosas entre ellos seguirían tensas. Unos sonidos desde arriba le hicieron levantar la mirada hacia lo alto de las escaleras, venía bajando la castaña, Ji-hyo traía un vestido escotado plateado brillante digno de una fiesta de la alta sociedad, Jungkook no quería llevarla pues sería exponerla, pero la chica había insistido tanto que no le quedó de otra.

— ¿Cómo me veo? —pregunto sonríendo, sus labios yacian pintados de un suave rojo coral y su collar solo hacia resaltar sus pechos. Jungkook la miro, era demásiado hermosa y adorable, pero no le nacía ningún cumplido.

— Te vez muy bien para esta noche Ji-hyo. —miro su reloj de mano. — Se hace tarde mejor vayamos de una vez

La chica solo hizo un leve puchero y se prendió del brazo de Jeon y ambos salieron de la gran mansión de Jeon, sería un noche larga ya lo presentia.

[🥀✨]

Para Jimin las cosas eran demásiado distintas, el no quería ir a ningún lado, salir con YiFan era asqueroso, odiaba salir de su mano y fingir que no pasaba nada, soportar sus besos y caricias, aunque prefieria eso a ir a los clubs nocturnos, esos si que le aterraban.

— ¿Jimin estás listo? —entro YiFan sin golpear, encontrando a Jimin ya casi listo.

Siempre había admirado a Jimin desde que fueron novios, no iba a negarlo nunca había amado a nadie más que a Park Jimin, pero no podía evitar tener miedo de que se fuera, sabía que lo estaba lastimando, pero si eso lo mantendria a su lado lo haría, nadie lo separaría de su lado, y mataría a quien se atreviera a querer llevárselo, porque el creía que Jimin era solamente suyo.

— Te vez hermoso Jiminie. —beso sus labios con ternura, una ternura que Jimin detestaba, le asqueaba su toque, sus besos fingidos.

— ¿Ya es hora? —dijo alejándose y poniendose la gargantilla, pero YiFan se acercó y le quitó de sus manos para poder ponérsela el mismo, Jimin solo evito su mirada.

— Si ya es hora. —dejo un beso luego de ajustarle el accesorio sobre su cuello, Jimin se veía tan irreal, su belleza lo era, pero sus ojos tristes y temerosos eran todo lo contrario.

— Entonces deberíamos bajar... —dijo alejándose por segunda vez, su esposo lo miro haciendo un mueca y volviendo a su rostro frío.