➹Clandestino [Kookmin] ♡

~35~

— ¡Estúpidos incompetentes!, ¡Ustedes eran el doble de personas que ellos! —grito histéricamente JiEun, los hombres de Yifan solo bajaron la mirada al suelo, sabían lo demandante que era la mujer.

JiEun había mandado a seguir a ocho hombres entrenados para matar y solo habían hecho que el azabache escapara, pero lo bueno de todo era que se habían llevado al estorbó de Jimin y eso no podía hacerle más feliz que nunca, al fin ese insignificante rubio se habia alejado de la vida Yifan.

— ¡Señora Lee! —gritaron a sus espaldas, era uno de los guardaespaldas que bajaba de las gradas traseras del edificio. — ¡El señor Yifan está muerto!.

Los ojos de JiEun se abrieron de golpe y tembló en su lugar, pero sin pensarlo corrió a toda velocidad hacia el piso donde se encontraba Yifan ¡No podía ser cierto!. Pero al llegar solo encontro a un hombre tirado con su traje lleno de sangre y ojos cerrados, la mujer corrió y lo sostuvo en sus brazos con lágrimas desbordándo en sus ojos. — ¡Yifan! ¡Demonios esto no puede estar sucediendo! ¡No puede ser cierto!.

Sus manos presurosas buscaron algún signo vital pero lo sentia frío, sus manos pasaban de lugar en lugar hasta que lo sintió, sintió su pulso débil y el cansado pecho subir y bajar de segundos a segundos estaba muy débil.

— ¡Respira! ¡Aún respira! Debemos llevarlo con los Kang ¡Muevanse malditos incompetentes!. — los hombres corrieron  y entre dos lo sacaron por las mismas gradas traseras sin ser muy obvios, pues ese edificio era poco habitado pero siempre había alguna persona entrometida.

— Resiste mi amor, ahora podremos estar juntos para siempre, ¡No mueras!—grito JiEun pasando sus manos por la frente del moribundo Yifan. Tenían poco tiempo. — ¡Jeon Jungkook es el culpable!, ¡Voy a acabarlo! —grito último con su voz fría, sus hombres solo trataron saliva, ella lucía tan intimidante.

Pero JiEun no mentía, no dejaría las cosas así, está vez se la pagarían por dispararle a Yifan, ese pelinegro no saldría ileso, no sabía el infierno que le esperaba.

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Las grandes manos de Jungkook abrazaban con suavidad el pequeño cuerpo de Jimin, quien aún tenía lágrimas de felicidad en sus abultadas mejillas rosas, el ambiente era tan cálido a pesar de estár en la casa de un famoso narcotraficante muy buscado.

— ¿Minnie?

Llamo Jungkook y el menciónado solo respondió con un suave murmullo, pues estaba más entretenido en dejar suaves besitos en el cuello bronceado de Jeon.

— Te amo. —tras soltar aquellas palabras, el menor dirigio su mirada atenta al pelinegro con sus ojitos brillantes. — talvez sea algo rápido de decirlo, pero Te amo y no puedo seguirlo ocultando.

—K-kookie... —las mejillas de Jimin tenían un sonrojo visible y una sonrisa llena de emociones se asemejó en su bonito rostro, pero antes de poder proseguir el más alto hablo cortandolo.

— No tienes que responderme aún bebé, que yo te lo haya dicho tan pronto no tiene que presionarte a decirme nada ¿Entendido?.—beso su pequeña naricita, pero Jimin no podía dejarlo así, claro que el sentia algo aún más fuerte por ese atractivo pelinegro descarado, y hace mucho tiempo estuvo renuente a creer lo fuerte que eran sus sentimientos por Jeon, pero ya no, Jungkook era su todo ahora.

Cuando quiso hablar unos golpes en la puerta lo hicieron callar pues luego de que Jungkook soltará un "Pase" la puerta se abrió dejando ver a Baek, su frente se frunció enseguida, no le agradaba para ese hombre que era demasiada cercano a Jeon.