🦋 N U E V E🦋

118 9 13
                                    


Debo admitir que me asusté pero no fue para tanto. Cuándo llegué no me dijo nada y hasta ignoró mi presencia, qué milagro.

Hice la comida tranquila, sin ningún tipo de molestia. Subí al baño para bañarme y me detuve un momento a verme en el espejo y estoy muy flaca. Tengo días en los que no cómo durante el día y solo bebo agua, y más estos días en los que he estado asustada como la mierda.

Recuerdo cuando tenía un peso estable en los que mis clavículas no se notaban tanto como se notan ahora, y la verdad no me gusta. Mis brazos están flacos al igual que mis piernas, mi trasero está lleno de estrías por mi peso bipolar. Sí, no es primera vez que bajo de peso para vuelvo a subir algunos kilos. Mi cara incluso está muy pálida y mis cachetes ya no se notan tanto y mis ojeras son las protagonistas. Parezco un cadáver. Me miro y me digo que debo alimentarme, pero al momento de querer comer, no me pasa ni un grano de arroz por la garganta.

Con un suspiro de resignación de que tal vez no vuelva a ser la misma, dejo de mirarme al espejo para entrar a bañarme y me asusto al ver una sombra en la puerta del baño qué luego se va.

La sola idea de pensar que el estaba observádome otra vez, me hace una opresión en el pecho y me dan escalofríos. Decido bañarme con rapidez, cambiarme e irme al trabajo lo más rápido posible.

-

— ¿Qué es esto?— pregunto al llegar, y veo a Seungkwan con un plato con tostadas de queso y jamón, bien rellenas las tostadas por cierto y con un vaso de jugo.

— te lo hice especialmente para ti — me sonríe, toma mis manos para sentarme en la mesa.

— Boo...

— por favor, come, que yo te vea.

— estoy bien.

— me alegro, yo también. Ahora, come.

Me dejó allí mientras atendía a los clientes y quedé viendo la comida por varios segundos. Les juro que traté y traté de comer aunque sea un poco pero no podía y estoy harta de que Seungkwan me obligue a hacerlo cuando no puedo. Solo pude comer la mitad de la tostada y beber un poco de jugo y fui a mi trabajo.

— ¡No comiste nada!.

— ¡No fastidies!— le grité de igual manera y voy a hacer mi trabajo.

De sorpresa, el profesor se apareció en la cafetería y tenía ganas de estrangularlo, ¿Qué hace aquí?. No somos muy amigos ahora.

— quiero un licuado de proteínas... No, mejor, un yogurt, ¿Tienen? — al parecer, viene de correr o hacer ejercicios por el sudor de caballo que tiene en su frente y cuello.

— por supuesto. Pero qué tal un licuado con proteínas y hojas verdes, mi nutricionista dice que es mejor y ayuda mucho al sistema inmunológico y las proteínas que contienen ayuda a su masa muscular  — habla Seungkwan, siempre de más, y el profesor lo mira con terror y niega con su cabeza una y otra vez.

— tenga el yogurt, por su bien — le digo lanzándole uno.

— gracias — bebe de él y cuando decido irme para atender clientes, el me toma del brazo — quiero hablar contigo sobre dos cosas.

— si en esas dos cosas viene incluída la tarea, no me diga nada. No me sorprendería que esté aquí seguro para confirmar si de verdad estoy trabajando.

— por supuesto qué no — responde con seguridad — estoy aquí porque es la cafetería más barata — suelto una risa.

— ¿De qué va a hablar entonces?.

— ¿Estás bien?.

Yo suspiro irritada de tanta preocupación, a veces me ahoga— solo fue un mareo, ¿Cuál es el drama?.

𝐁𝐮𝐭𝐭𝐞𝐫𝐟𝐥𝐲 → 𝐾𝑖𝑚 𝑀𝑖𝑛𝑔𝑦𝑢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora