🦋V E I N T I O C H O🦋

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Leena.

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Nos organizamos en nuestra habitación mientras él conversaba y hablaba un poco sobre su familia y cosas que harían para que no me sorprenda. Un claro ejemplo es como me advirtió sobre su prima que es algo entrometida y lo he confirmado.

Sentí el frío venir y rápidamente me coloqué un enorme abrigo y que ni siquiera el frío pase por mi cuello.

Ya estoy llegando a creer que le tengo miedo al frío y no es porque me guste.

— Lee...— me llama Mingyu quién también se coloca su abrigo. Lo miro en respuesta y habla — no es que tampoco quiera ser metiche...es sólo una pequeña pregunta, no te enojes.

— nunca me enojé con usted por una pregunta que me haya hecho — le dije y el se queda pensando.

— está bien, pero no te vayas a enojar...

— me voy a enojar si no habla ya.

— bueno, bueno — él carraspeó su garganta y volvió a hablar — ¿Por qué usas ropa muy holgada?.

¿Debería decirle o no?. Ya hay mucha confianza entre nosotros como para no contarle y tal vez con sus palabras, me de algo de seguridad para volver a vestirme como lo hacía antes.

Porque literal, usar rompa muy ancha es una batalla, los pantalones siempre se me ensucian horrible en la parte de abajo y no vale de nada que lo envuelva un poco hasta mis tobillos para evitarlo.

— cuando Park empezó a manosearme y esas asquerosidades — empecé a hablar mientras me senté a su lado. Traté de que mi voz estuviera estable para poder hablar y que luego no se altere y piense que se su culpa porque removí cosas del pasado — creí que era por mi ropa así quería vestirme con ropa holgada para desmotivarlo.

— ay, Leena...— él no supo qué decir y le sonreí.

— y ese es un claro ejemplo de que tu forma de vestir no es el problema — la voz de la señora Kim nos espantó un poco, ¿Desde cuándo está ahí escuchando?— los hombres te van a ver con morbo no importa la forma de vestir. Así que no sientas inseguridad en vestirte como quiera, tienes una pielecita muy bonita para ser escondida.

Reí mientras el sonrojo en mis mejillas subía.

— ¿Hace cuánto está ahí, omma?—le pregunta Mingyu.

— venía a hablar con ustedes pero estaban hablando, los iba a dejar pero no pude evitar oír a Leena decir que el problema fue su ropa...— se alteró y luego tomó un leve respiro para continuar — el poder femenino me ganó.

— volveré a vestirme como antes — respondí algo apenada— la ropa ancha a veces es incómoda.

— hazlo, estás segura ya y de igual forma, que ninguna mirada asquerosa de un hombre te detenga, es tú vida, haz lo que quieras.

— usted siempre me inspira — le digo y ella toma mis manos para acriciarlas.

— ahora, ya que estoy aquí, vamos a hablar par de traviesos — miró muy atentamente a su hijo y luego a mi —  ¿De verdad piensan compartir habitaciones ustedes dos?.

Ambos nos miramos con una mirada de complicidad y luego, la miramos a ella y le asentimos.

— ¿Está mal?— preguntó Mingyu y se asustó cuando su madre le iba a pegar.

— ¡Claro que sí!, vas a estar en una misma habitación con una menor de edad...

— en realidad, tengo veinte — lo dije con una sonrisa inocente en mi rostro.

𝐁𝐮𝐭𝐭𝐞𝐫𝐟𝐥𝐲 → 𝐾𝑖𝑚 𝑀𝑖𝑛𝑔𝑦𝑢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora