CAPITULO 13

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Llegamos a nuestro destino. El viaje duró aproximadamente 4 horas, no muy largo.

Llegamos al hotel y dejamos nuestras maletas. Las cajas que tenía en mi casa, las enviarán en un camión aparte.

- ¿Vino?.– Ofrecí.

- ¿Ofreces vino cada vez que quieres conquistar?.– Alzó una ceja.

- Claro.– Sonreí.

Tomó la copa y la bebió. Se veía sexy al hacerlo, extremadamente sexy.

- Eres hermosa, Soojin.– Le dije, con total sinceridad.

Ella se sonrojo, Reí. Bebí nuevamente de la copa de vino. Nos mirábamos a los ojos con cada sorbo.

Soojin dejó su copa a un lado, y luego tomó la mía y la dejó en el mismo lugar de la suya.

- ¿Que haces, Soojin?.– Sonreí pícara, puesto que ya sabía lo que venía.

- ¿Yo?. Nada.– Se hizo la inocente. Se acercaba a mí lenta y dolorosamente. Posó sus manos detrás de mi cuello, para besarme. Le seguí el beso, y nuestras lenguas batallan en una interminable guerra.

La recosté en el sillón mientras seguíamos besándonos. Mis manos se deslizaban a través de su cuerpo, con la sola función de darle placer. Mis movimientos de caderas se mezclaban a la perfección con los suyos. Besé su cuello y le dejaba marcas que quedarían plasmadas no solo en su cuerpo, sino también en su mente.

- S-Shuhua...Vamos a la cama.– Sugirió. Asentí y nos dirigimos, a tropezones, al cuarto. Deslicé mis manos por sus piernas y la subí. Ella cruzó sus piernas alrededor de mi cintura y la apoyé en la pared. Hacía presión para que sintiera aún más mi abultado miembro. Extrañaba sus dulces gemidos. Sólo yo puedo hacerla gemir así.

- ¡S-Shuhua!.– Aún no nos sacamos la ropa y con solo fricciones nos hemos corrido.

Comenzamos a desvestirnos rápidamente. No aguantamos las ganas de tenernos la una a la otra. Al estar ambas desnudas, nos subimos a la cama. Puse mi miembro en la entrada de su vagina y lo fuí metiendo lentamente.

- ¡Shuhua!. ¡Dios mío!.– Gemía Soojin.

- Soojin...– Jadeaba yo.

Mis movimientos se fueron acelerando, y me vine dentro de ella. Pero no paré, seguí embistiéndola.

Mi pene seguía igual o más duro que antes. Soojin se corrió pero aún así, cambió las posiciones y se ganó sobre mí, tomando ella el control.

-S-Shuhua...– Susurró en un jadeo. Eso hizo que me exitara aún más. Tomé sus caderas y las presioné hacia abajo, para meter más mi miembro dentro de ella.

- ¡Vamos, JinJin!. ¡Grítalo!.– Gemía yo. Necesitaba oír nuevamente esa palabra.

- ¡SHUHUA!.– Me vine...Ella se corrió junto conmigo y cayó sobre mí. Ambas teníamos respiraciones erradas y aceleradas. Tapé a Soojin con la sábana y besé su frente. Dejaría que durmiera sobre mi pecho esta noche.

- Te amo, Soojin.

- Y yo a tí, ShuShu.– Rió.

Nos quedamos profundamente dormidas.

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Al siguiente día, despertamos y nos bañamos juntas. No pudimos evitar hacerlo de nuevo.

Nos dirigimos a la casa que había comprado, ya que ésta noche la pasamos en el hotel.

- ¿Estás lista para vivir conmigo?.– Le pregunté antes de pasar.

- Estoy lista para vivir y morir contigo.– Sonrió.

Pasamos a la gran casa que había comprado, me pareció hermosa y a ella igual.

Las cajas ya habían llegado y decidimos amueblar el nuevo hogar. Desempacamos todo y luego pedimos comida a domicilio, no teníamos ganas de cocinar.

- ¿Te gustaría que contratara empleados?.– Le pregunté. Ella negó.

- Quiero que vivamos solas, y nos las arreglemos nosotras mismas, con lo nuestro.– Sonrió. Ella piensa lo mismo que yo.

- Me parece genial.– La besé. Al rato llegó el pedido y comimos.

Llamé a Yuqi para avisarle que ya estaba aquí en Taiwan.

- Yuq--

- ¡¿Shuhua, es cierto que estás con Soojin?!.– Gritó desde el otro lado del celular, a lo que tuve que alejar un poco el oído.

- Sí, Yuqi, llegué bien. No te preocupes. ¿Y tú cómo estas?.– Dije con sarcasmo.

- ¡No te hagas la graciosa!.– Se escucha enfadada.- ¡¿Es cierto?!.

- Sí, Yuqi, es cierto.– Admití.

- Genial.– Dijo. Me sorprendió eso, así que verifiqué si se habían intercambiado las lineas con otra persona o algo, pero no. Volví a pegar el oído al celular.

- ¿Que?.– Pregunté.

- Yo sabía que Soojin estaba mal, Shuhua. Es a mí a quién preguntaba cada día por tí. No te imaginas cuantas veces la ví llorar. De hecho, ningún día la ví reír.

- ¡¿Y porqué mierda no me dijiste, yuniqua?– Así le decía cuando estaba enfadada. Somos raras.

- ¡Porque estabas de novia con Minnie, tonta!. ¡Me hubieses golpeado si te nombraba a Soojin!.– Me quedé en silencio unos segundos. Ella tenía razón.

- Lo bueno es que lo dejamos todo en el pasado.– Sonreí mientras suspiraba.– Hemos vuelto.

- Me alegro. Ambas se merecen estar juntas.– Suspiró.– No lo arruinen de nuevo, o las mato.– Dijo seriamente. Me dió un poco de miedo.– Las iré a ver con Soyeon, en una semana. Tenemos que decirles algo importante a ambas.

- ¿Que co--

Cortó. Eso me ha parecido muy raro. Le comenté a Soojin lo que Yuqi me había dicho, y ella me dijo que era cierto. Yuqi era su topo. Se alegró cuando le dije que ambas vendrían la semana siguiente. Planeamos armar una pijamada entre las cuatro.

- ¿Deberíamos comprar nuevas películas?.– Preguntó. Yo asentí sonriendo.

- En dos semanas comienzo a trabajar, así que hay que aprovechar el tiempo.– Le sonreí.

- A propósito. ¿En qué vas a trabajar?.

- Voy a ayudar a la hija loca de un empresario.– Ambas reímos a carcajadas, talvez fuí muy cruel, pero no puedo evitarlo.

- Shuhua.– Me miró un poco más seria.– No sé hablar chino mandarín.– Se me había olvidado que ella debía comunicarse en otro idioma.

- Yo te enseñaré.– Le sonreí.

El resto de la tarde la pasamos estudiando chino. Soojin aprende muy rápido.

Comimos algo antes de ir a acostarnos.

- ¿Vemos una película acostadas?.– Ella asintió fervientemente.

Puse una película, y al terminar, miré a Soojin. Se había dormido. Es una bebita. La besé y apagué la tele con el control. La abracé y me dormí.


Nathaly1236_

La Sexy Mesera.-Sooshu.-[ ADAPTACIÓN] [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora