La Sexy Mesera.-Sooshu.-[ ADAPTACIÓN] [G!P]

CAPITULO 15

Tercer día de trabajo. Soojin está conmigo en la puerta del cuarto de Mina.

- ¿Estás lista?.– Le pregunté.

- Si.– Me sonrió Soojin, pero aún así sabía que en el fondo se sentía nerviosa.

Toqué tres veces la puerta.

- Pasa.– Se escuchó del otro lado.

- Hola, Mina.

- Hola, Shuhua. – Me sonrió y miró a Soojin.

- Ella es Seo Soojin.– La presenté. Soojin dió un paso al frente e hizo una reverencia.– Mi novia.– Sonreí.

- Soy Myoui Mina. Un gusto.– Le sonrió.– Desde que Shuhua me habló de tí, quise conocerte.– Le dijo. Sentí un poco de rubor en mis mejillas.

- Me alegro de que mi novia hable de mí.– Rió.

- Bueno...– Corté.– Empecemos con la sesión.– Sonaba muy profesional. Ambas asintieron y tomaron asiento. La tercera sesión trataba de la parte más importante, hablar de la causa.– ¿Cómo te sientes ahora?.

- Cómoda.– Sonrió.

- Perfecto.– Sonreí.– ¿Te sientes bien al hablar de Chaeyoung?.– Su sonrisa desapareció.

- No.– Respondió con sinceridad.

- ¿Harías el intento?.– Lo pensó un momento y asintió.- Bien.– Le sonreí.– Del uno al diez, ¿Que tanto la recuerdas en el día?.

- Nueve.– Respondió.

- ¿Sientes que la haz superado aunque sea en un 1%?.

- Para nada.– Se entristeció.

- ¿Guardas aún fotos de ella?.

- Todas.– Sonrió con amargura. Miré a Soojin, y ella estaba al borde de las lágrimas.

- ¿Sueñas con ella?.– Volví a mirar a Mina.

- Cada vez que duermo.– Contestó.

- ¿Te traen dolor esos sueños?.– Pregunté.

- Sólo al despertar.– Miró una foto que estaba en su cómoda.– Cuando estoy en el sueño, aunque sea un producto de mi imaginación, me siento feliz, porque puedo verla.– Sonrió mientras una lágrima rodaba por su mejilla. La limpió rápidamente.

- ¿Haz ido a verla?.– Pregunté. Ella negó con la cabeza.

- No me atrevo.– Admitió.

- Si la ves, puede que dejes ir todo el dolor.– Dije con cariño.

- Lo sé.– Me sonrió.– Pero simplemente no puedo dejarla ir.

- Ya veo.– Me sentía triste por su sufrimiento. Miré de reojo a Soojin, y estaba llorando como si no hubiera un mañana. Se paró y la abrazó. Me sorprendió, pero lo dejé. Mina comenzó a llorar fuertemente, y Soojin le servía de consuelo.

- ¡La extraño tanto!.– Gritaba Mina.– ¡No puedo olvidarla!.

- Tranquila...– La consolaba Soojin.

Estuvieron abrazadas hasta que su llanto cesó, al igual que el de Soojin.

- Ha terminado la sesión.– Dije.– ¿Estás bien?. ¿Están bien?.– Corroboré. Me dieron ganas de reir, porque pareciera que Soojin sufre más que la misma Mina. Pero no era el momento.

- Estoy mejor.– Miró a Soojin y le sonrió.– Gracias.

- De nada.– Besó su mejilla y vino hasta mí.– Nos vemos.– Se despidió con una sonrisa.

- Nos vemos, Soojin. Nos vemos, Shuhua.– Nos sonrió y nosotras nos fuimos a casa.

- ¿La viste, Shuhua?.– Decía Soojin con una mirada triste.– ¡Pobre chica!.

- Lo sé, JinJin.– Sonreí tristemente.– Yo no soportaría estar sin tí. Es una mujer fuerte, a mi parecer.– Soojin no sabe que intenté suicidarme cuándo la ví con el idiota. Ahora que lo recuerdo, debería decirle.

- Pienso lo mismo.– Admitió.

Pensé en contarle en el momento exacto, y aún no era.

- ¿Pasa algo, Shuhua?.– Preguntó.

- Nada.– Le sonreí.

- Te conozco.– Entrecerró los ojos.

- Soojin, no te he contado lo que pasó después de...del incidente.– Hablé con nervios.– ¿Quieres saber cómo conocí a Minnie?.– Ella asintió. No me perdí la parte en que frunció el ceño.

- Claro que quiero saberlo.– Dijo cómo si fuera la cosa más obvia del mundo.

- Bien. Toma asiento.– Me miró dudosa, pero igual lo hizo.– Cuanto te ví ahí...en esa situación.– Me incomóda recordar esa escena.– Sentí que mi vida se había ido por la borda. Porque tú eres mi vida, Soojin.– Le dije.– Entonces, luego de llorar por horas bajo la lluvia.– Su cara demostraba tristeza y culpabilidad.– Me acerqué a un puente y yo--

- No me digas que--.– Asentí.– ¡Oh por Dios!.– Se tapó la boca y sus lágrimas brotaron cual cascada.

- ¡No llores, bebé!.– Le pedí.– En ese instante, Minnie me jaló hacia el suelo, y se quedó abrazándome por horas, aún sin conocerme. Sentí calidez en su abrazo, tanto como no imaginas.– Sonreí.– Y me llevó a su casa, y me atendió amablemente.

- Shuhua, lo lamento tanto.– Soojin no paraba de llorar.– Fue mi culpa.

- No te lo conté para hacerte sentir mal, amor.– La abracé.– Lo hice porque te mereces saber todo de mí. Aún lo peor.– Besé su frente.

- P-pero, Shuhua, tú ibas a acabar con tu vida.– Soltó unas lágrimas más.– Por mi culpa.

- Ya pasó. Lo hemos arreglado.– Sonreí. No me gusta verla así.– Te amo, ¿Si?.– Asintió.– No quiero verte llorar.

- Está bien.– Sollozó.

Con mis brazos la sumergí en un cálido abrazo. La besé y le dije lo mucho que la amaba.

- ¿Mañana quieres ir conmigo al trabajo?.– Pregunté. Me había agradado ir con ella.

- Sí.– Sonrió.

- Te vez hermosa sonriendo.– Admití.– Muy hermosa.

Luego de que ella cocinara, hablamos un par de horas, cosas casuales.

- Shuhua, ¿Dónde puedo comprar un local?.– Preguntó.– No me quiero quedar de vaga.– Rió.

- No es necesario que trabajes. Pero si quieres hacerlo, puedo comprarte un nuevo local y lo atiendes.– Me miró como si hubiese dicho algo loco.

- ¿Lo pagarás tú?.– Asentí.– ¡Claro que no!. Lo pagaré yo.– Su terquedad me encanta.

- ¿Segura?. No tengo ningún problema.

- Quiero hacerlo yo.– Sonrió. Asentí y le sonreí igualmente.

- Está bien. Después de ir dónde Mina, iremos a ver uno al centro. ¿De acuerdo?.– Sonrió ampliamente y asintió.

- ¡Sí!.– Dijo cómo niña pequeña. Te ve tan tierna.

Decidímos acostarnos, ya que mañana tendríamos un largo día. Y como siempre, acurrucándonos la una a la otra, nos dormimos. Amo cómo está fluyendo todo.

¿Debería dar un paso?. El casamiento no suena una idea tan descabellada a estas alturas. ¿Le gustará a Soojin?. ¿Aceptaría si se lo propongo?. No debería pensar mucho en eso, pero me encanta la idea de que Soojin sea mi esposa. Quizás, y sólo quizás, lo haga pronto. No estoy segura. Me daré un tiempo de reflexionar ésta idea, ya que me gustaría muchísimo. Desde mañana, veré cómo van las cosas y lo pensaré.