Capítulo 9

856 44 3
                                    

Camino muy concentrada de un lado para otro en mi habitación, bajo la atenta mirada de Trevor.

Desde que ha llegado hace media hora, no ha aportado muchas ideas y sinceramente lo de ir a diferentes talleres para averiguar donde trabaja su reciente flechazo ya no me parece tan buena idea.
Elena tenía razón, se nos fue la cabeza, no lo pensamos bien y ahora el plan tiene muchas lagunas, las cuales voy a ir enumerando:

1. Si jugamos a ser mecánicos sin saber del tema vamos a acabar rompiendo el coche literalmente.

2. Si supuestamente no arranca ¿Cómo vamos a ir hasta el taller? Se van a reír en nuestra cara.

3. Aún no se lo he preguntado al yayo, lo mismo ni me deja el coche.

4. Habrá que pagar, no arreglan coches gratis.

Miro a mi amigo, nunca lo he visto comportarse así por nadie, se nota a lenguas que está ilusionado y al mismo tiempo nervioso aunque intente aparentar que no.

Aquí donde lo veis siempre ha sido un tío muy seguro de sí mismo, nunca le ha dado vergüenza hablar con una chica y a la hora de tener citas se le hacía fácil, no sé ponía nervioso, era la tranquilidad personificada.

Suspiro pesadamente, no puedo echarme para atrás, di mi palabra de que le iba a ayudar a buscarlo y eso haré, de una forma u otra.

Lo único que se me ocurre es ir allí con la excusa de que le hagan una revisión.

¡Claro eso es! A partir de ahora llamadme Alberta Einstein.

Nada ni nadie puede salir perjudicado de ahí, bueno si, mi bolsillo, pero eso ya es lo de menos ¿Qué es lo peor que puede pasar?

*A mí se me ocurre algunas cosas*

Mejor te quedas calladita

—Levanta el culo, nos vamos— Ordeno mientras me pongo los deportes sin desatar los cordones antes, a presión.

*Burra*

—Te cuento el plan de camino— Informo.

—¡Bien!— Aplaude sonriente— Ay no, no, no...— De repente entra en pánico— ¿Qué le digo si lo veo?

—Hola ¿qué tal?— Me mira mal— Eso sale solo, venga, vamos— Se levanta de la cama y espero a que se calce.

Bajamos a la planta de abajo en busca de mi abuelo, pero ni rastro de él, venga coopera, no es hora de desaparecer. Al cabo de unos minutos se escucha la cisterna del baño y mi abuelo aparece en el salón abrochándose el cinturón, al terminar alza la cabeza y nos mira confundido, no se había percatado de nuestra presencia.

—¿Qué pasa?— Pregunta mientras camina tranquilamente hasta llegar al sillón y sentarse.

—Nada que voy a llevar el coche al taller para que le hagan una revisión— Le informo—¿Dónde están las llaves?

—Las tengo yo— Rebusca en su bolsillo— Toma, pero llévalo al taller de Tayler.

—¿No lo sabes?— Habla de pronto mi abuela apareciendo de la nada.

Trevor y yo nos asustamos, qué mujer más sigilosa.

—Se ha jubilado y vendió el taller— Suelta como dato curioso.

—¿Y ahora donde llevo el coche? Era el único taller decente en el pueblo— Se queja— ¿Quién lo tiene ahora?

—Ni idea, solo sé que los mecánicos se ven jovencitos— Le responde indiferente.

—Dalia ahí ni se te ocurra llevarlo— Ordena mi abuelo— No tendrán suficiente experiencia.

Tiene que ser ahí, llámalo sexto sentido o un razonamiento lógico, pero pondría la mano en el fuego de lo convencida que estoy.

Tras asegurarle que no iba a ir allí y despedirme de ellos con un "Adiós, vengo para la hora de cenar" cojo a Trevor del brazo sacándolo de casa rápidamente, no hay tiempo que perder.

El plan es sencillo, pero eficiente. Consiste en ir al taller y mientras que yo hablo con la persona que me atienda, Trevor se encargará de mirar a cada uno de los mecánicos sutilmente para identificar al objetivo.

El taller no está muy lejos de casa, por lo que no nos demoró más de un cuarto de hora en llegar. También tengo que decir que nos hemos tirado media hora discutiendo porque el señorito se estaba rajando.

Conduzco hasta el interior del taller y paro el coche.

Está completamente vacío, por lo que decidimos esperar un poco a ver si aparecía alguien, pero nada, ni un alma. Nos bajamos del coche, mi intención era cerrar la puerta un poco más fuerte de lo normal para que haga ruido y llamar la atención, pero por lo visto mi brazo hoy decidió ser Hulk.

La madre que me parió.

—Un poco más y mandas la puerta a Pandora, allí con los Na'vi— Comenta chistoso, pero ni gracia me hace.

—¿Alguna vez te han dicho qué callado estás más guapo?— Le sonrío falsamente.

Él me manda un beso con la mano como respuesta.

—¡¿Hola?! ¡¿Hay alguien?!— Pregunto alzando la voz.

No obtuve respuesta como era de esperar, impaciente comienzo a caminar y observar todas las cosas que hay en el taller, me quedo un rato admirando un motor que cuelga de una grúa elevadora, me parece simplemente alucinante, junto a ella se encuentra el coche al que se lo han quitado.

Sigo dando vueltas con Trevor siguiéndome los pies hasta que una puerta entreabierta llama mi atención, curiosa me acerco, tal vez estén ahí y por eso no nos han escuchado, pero lo dudo, ya tienen que estar sordos para no hacerlo. Estoy a punto de asomarme cuando una voz de hombre me lo impide, al pillarme desprevenida me sobresalto.

—¿En qué os puedo ayudar?— Es un hombre mayor, no creo que tenga más de sesenta y cinco años— Mis chicos están en una reunión importante y no os pueden atender.

Miro a mi amigo e inmediatamente sé lo que tengo que hacer, ganar tiempo.

—Hola— Saludo amablemente— Veníamos para hacerle una revisión completa al coche.

—Acompañarme— Fuimos detrás como patitos hasta llegar junto al coche— Deben estar al terminar, pero mientras tanto yo puedo ir echándole un vistazo.

—Vale, es usted muy amable— Le agradece Trevor.

—Chico no me trate de usted— Ríe— Llámame Rick.

—Como usted vea... digo Rick— Responde.

—¿Y si os pasáis dentro de una hora?— Propone el hombre, mal Rick, colabora.

—Esto...— Comienzo a decir, pero no se me ocurre nada.

—No va a ser necesario— Informa Rick— Ya vienen por ahí, os dejo con ellos.

Tras despedirse se va por donde ha venido. En cuanto aparecieron los chicos en nuestro campo visual, Trevor no tardó ni dos décimas de segundo en pellizcarme el brazo repetidas veces, le doy un manotazo para que pare, él puede estar nervioso, pero yo no doy crédito a lo que estoy viendo.
.
.
.
.
.

Nota autora: Trevor por lo que parece encontró a Ian.

En el próximo capítulo lo descubriremos 🤭

No te olvides de darle a la ⭐ y comentar 💬

Un beso, os camelo 💕

El peligro que conllevas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora