Sangre Espinosa (The Walking Dead)

Capitulo 30:"Adios, _____".

Narra Eugene:

Creo que ya ha llegado el "ansiado" momento que esperaba. La broma funcionó de maravilla. Hay que terminar con esto y podré proseguir. Soy un mentiroso, pero no hay más tiempo.

La verdad siempre dolió para todos, pero no puedo seguir así. Es lo peor que puedo hacer. Soy de lo peor. Siempre lo fui. Y la verdad es lo que siempre me detiene.

Estoy cansado desde los últimos meses. No resolví mis asuntos con Abraham y Rosita. No me aguanto que no me tomen en serio en lo que ha pasado. Solo me siento como alguien que les causa problemas a ellos. Siempre soy el estupido para ellos.

Estamos en un lugar que no esta lejos de donde están Carl y _____, pero no pueden vernos (de todas formas, ellos no salieron a caminar lejos). Es una parte bastante despejada del bosque. Gracias al cielo que todavía es de día, las noches me ponen muy nervioso.

Rosita no puede evitar mirarme. Mis gestos del nerviosismo que siento son bastante obvios. Recientemente, estuve bastante tranquilo, lo que no es normal en mi personalidad. Mis intentos por disimular con la lectura de un libro son poco eficaces.

Técnicamente, cuando hablo de que yo este normal, quiero decir que no hablo rápido, por ejemplo. Es confuso, pero luego todos me entienden. Esta vez no quiero que entiendan.

-Eugene -Rosita llamó mi atención-. ¿Pasa algo?

Es difícil para mí lo que voy a decir, pero lo tengo que hacer.

-No. Nada. Estoy bien. ¿Por qué preguntas? -mentí temiendo lo que pueda pasar.

-Porque tus manos tiemblan -me dijo y señaló-. Y tu labio superior -señalo.

Admito que nunca me pasó algo como esto.

-Tal vez es el frió -le dije nervioso.

-Hace más calor que en un horno.

Quisiera poder mirarla con sinceridad. Quisiera decirle la verdad sobre la broma. Estoy cansado de hacer esto.

-Solo estoy cansado -dije inseguro-. Eso es todo.

Ella empezó a mirarme raro. Sospechando.

-Solo... solo volvamos con el resto -dijo irritada.

-Creí que volveríamos más tarde -dije y ella empezó a enojarse.

-Sí. Pero sigo creyendo que no fue buena idea que hayas hecho una broma como esa -exclamó. Ya debe estar harta.

¿Era mala idea? ¿Y por qué aceptó? No sería capaz de aceptar algo como eso tan fácilmente y menos con algo que involucrara a _____. Todo sale como no quiero.

Volví la vista al libro y seguí "leyendo". Rosita me sacó el libro brutalmente de las manos y empezó a gritarme.

-No sé por qué acepté esto. No sé porque Abraham también lo hizo. Pero ahora me estoy arrepintiendo de haber dicho que sí -gritó.

-¿Y por qué lo has aceptado? -grité-. ¡Sí! ¡Dimelo, Rosita! Dime que solo soy un objeto de un gobierno que ya no existe. Dime que soy alguien que debe ser protegido.

-Solo eres un imbécil.

-¡DIME QUE SOLO SOY UN PUTO PAQUETE PARA USTEDES! -grité. Ella empezaba a retroceder de mi. Sus ojos inspiraban miedo.

-¡No iba a contestar así! Decía qu...

-¡YO SOLO SOY UN SER HUMANO, MUJER! ¡PUEDO PENSAR Y ACTUAR ASÍ! -interrumpi y exclamé. Una mirada de indiferencia fue su respuesta.

Rosita empezó a tirar las pocas cosas que teníamos. Abrió las únicas dos mochilas y sacó todo. Desde la ropa hasta la poca comida. Empezó a repartir todo lo que teníamos.