Capítulo 9: Orbes que derriten parte l.

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Hola :3

Los invito a leer este capítulo de este intento de escritora, que con mucho cariño escribe para ustedes.

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Capítulo 9

Orbes que derriten parte 1.

Juego con el sexo, pero también con las almas, las imaginaciones.

Una puta es una puta honrada...

Yo seduzco los cuerpos y las almas de los hombres, juego con cosas serias, sagradas, amo el sacrilegio.

Soy una nueva clase de hechicera...

Los hombres de vida seria, profunda, los que no caen en las redes de las putas, los hombres menos sometidos a la voluntad femenina: he ahí los hombres que poseo.

Soy un veneno que no se limita a atacar la carne, sino que penetra hasta fuentes más profundas.

Observa atreves del cristal poroso del frio, respiras sobre el cristal y se forma una redonda forma de su aliento.

—¿Qué estará pensando ahora? —Se forma una sonrisa, mientras suspira y se forma una redonda forma de su respiración, sobre el cristal.

—¿Quién cariño? —Pregunto su madre, viendo la suave sonrisa que baila sobre los labios de Isabela y esa mirada llena de fuego, que trata de ocultar, con sus orbes chocolates

—Madre a veces creo que todo lo malo se va —Y baja la mirada, porque se siente culpable, esa sensación de que traiciona con su felicidad, el luto de su corazón, el luto por su padre

—No es que se valla, solo esa oscuridad es cegada por una luz muy brillante —Ella asiente sin darle la razón o estar en desacuerdo.

Extraña en estos momentos tanto a Jane, ella sabría que decirle o como persuadirla si hace alguna locura.

Se levanta de sus propios vestidos que no la dejan moverse con rapidez, mientras saluda con un beso en la mejilla a su hermano que ha entrado a la habitación, con las botas llenas de nieve

—Oh pero Dios de los cielo, como se te ocurre entrar a la casa con todo eso sobre los pies —La señora Swan, empieza a mover la campanilla del servicio para que rápidamente limpies tanto el piso, como las botas de Emmett.

—¿A dónde va Isabela? —Frunce el ceño, ignorando la exaltación de su madre.

—No lo sé —Rene solo desea un encuentro amoroso entre el futuro duque y su pequeña Isabela.

—¿Y su excelente como se encuentra? —Pregunta tomando delicadamente su tasa de té

—¿Hablas de Edward o de su padre? —Toma asiento mientras las criadas limpian con cepillos sus botas y otras recogen lo que ha quedado en el pasillo

—De ambos claro — Sonrió como si hubiera preguntado algo sin intención

—Claro madre, ambos se encuentran perfectamente bien de salud, al menos eso supe al verlos esta mañana —Beso la frente de su madre y paso directo al comedor, mientras las criadas ponían la mesa para que él comiera

Siente una gran exaltación, como si algo nuevo fuera a pasar, todo es tan aburrido el Londres, aun si pareciera una ciudad agitada, escuchando la mayor parte del tiempo los caballos trotar y la gente hablar, hasta altas horas de la noche.

Todo pierde sentido cuando lo único divertido que encuentra es hacer formas en el cristal, con el aire que sale de su labios.

—Cariño deberías ir a la plaza, hay tantas cosas que hacer en Londres, me han invitado a tomar el té en la casa de los Hale —Bella frunce sus labios, no quiere conocer personas, todo el mundo la juzgará o hará ideas erróneas de su persona.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2019 ⏰

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Isabella, entre la seda y la espada (Fan-Fic de Crepúsculo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora