Isabella, entre la seda y la espada (Fan-Fic de Crepúsculo)

Capítulo 7: mors frequentat nobis. Parte 2

¡Hola!... Si aquí estoy sigo viva xD aún que por un momento dude de seguir viva xD en fin… Mejor pasemos a leer.

Esté capítulo se lo dedico a una personita que me dejo un lindo mensaje de mi bandeja de aquí de Wattpad n.n  Carla hermosa, este capítulo va dedicado a ti :D

A las que aman a Jacob estoy segura que lo amaran más *-* y bueno ammm también me odiaran ya lo presiento T_T.

Este en un capitulo decisivo D: ojala que les guste.

Capítulo 7: mors frequentat nobis

Parte 2

No hay oscuridad como la que
difunden sobre los ojos las
nubes del alma.
No hay ceguedad comparable
a la del desdichado que no
puede ni osa ver, y que,
huyendo hacia las sombras
más espesas, rehúsa el
apoyo de un guía

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El aire se cuela entre la áspera y fría noche, tan lúgubre e incierta… Si el aire no tiene barreras ni poder que lo calme.

Ella, ¿Quién es ella en realidad?, un pedacito más de vida que ronda en la tierra, siendo muñeca de los demás… Así se siente Isabella, tan frágil y a la vez tan fuerte, pero sabe que solo es una muñeca que necesita el calor de unas manos amorosas que la protejan.

James la observa temblar a un estando a una distancia considerable, no él no se ha ido, lo mejor de una cacería es ver la reacción de tu presa.

Ella frota su cuerpo con ambas manos, no sabe bien porque pero siente el peligro, tan palpable en el aire que duele… Si el aire es tan traicionero en estos momentos.

Voces, voces lejanas están sonando por alguna parte no las logra enfocar pero están sonando, ahora son ecos, cada vez están más cerca, pasos y pisadas quebrando la hierba, uniforme del jardín.

—¿Isabella? —Pregunta aquel hombre moreno y con rasgos nativos.

—Jacob… Por favor sálvame de ser yo misma —Responde Isabella al sentir la presencia de su amigo secreto, el único que la ha hecho sentir una muñeca protegida.

—Mi querida niña, no puedo salvarte, eres tan perfecta siendo tú, tan solo tú —Susurra tan bajo que Isabella a penas y alcanza a escuchar, ella lo observa frunciendo el ceño pero con un cariño que se refleja en sus ojos.

—Gracias —Musita ella al sentir los grandes, ásperos, pero tibios brazos de su amigo.

—Mi niña, mi querida niña —Besa el tope de su cabeza y agradece a Dios, por tener la dicha de sostener a esa pequeña y delicada mujer.

—Siempre seré tu niña —Es una promesa que ella está dispuesta a cumplir.

Jacob observa tanta sinceridad en esos ojos color chocolate, que su corazón se derrite de tan solo verla.

Se pregunta qué hubiera pasado si ese día en esa torrencial tormenta él no la hubiera visto, no quiere ni pensar en eso.

Flash Back.

Jacob caminaba entre las afueras de las tierras de los Swan, los “nativos” como los llamaban a ellos, no tenían derecho a pisar la tierra de los amos.

Una torrencial lluvia se avecinaba, él podía olerla en el aire, pero había decidido cazar a las afueras de esas tierras y una simple lluvia no iba a impedir eso.

Una pequeña llovizna que no parecía nada, en minutos se convirtió en un torrencial de lluvia.

Tal vez si era mejor no cazar en este momento, piensa Jacob, al ver sus ropas hechas de pieles empapadas todas.