♥️ An Angel Made From Hell 💙 (Friday Night Funkin': Mid-Fight Masses)

III

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Con Ruv

– ¡Corre Ruv! ¡Corre y no mires atrás! – exclamó una desgastada voz femenina.

Un pequeño niño se ocultaba bajo una chaqueta grisácea peluda muy grande para su tamaño. El mismo estaba corriendo lejos del sitio donde estaba antes justo cuando la mujer habló. Seguramente sea ese tal "Ruv".
Tras comenzar a correr un fuerte sonido de disparo silenció todo el ambiente seguido de un sonido de golpe en el suelo. Los sujetos que parece tenían una arma comenzaron a irse caminando sin decir realmente nada.

El pequeño niño, por el contrario se había ocultado bajo un mueble observando el cómo se iban los sujetos de traje blanco. Estaba asustado, demasiado. Temblaba en silencio para no llamar la atención de los sujetos.

Tras unos minutos escondido se aseguró de que nadie estuviera en el lugar por lo que, sin realmente pensar bien saldría de su escondite tomando algunas cosas del hogar ahora en ruinas como paquetes de comida, una mochila con dinero y algunas otras cosas, un bate que tomó del ático, unos guantes sin dedos y por último un gorro ushaska bastante peludo aunque le quedaba algo grande.
Ya con todo listo el pequeñín se levantó del suelo y tomó unas llaves junto a un paquete de frituras para salir corriendo de su hogar. ¿A dónde iría? No lo sabe, pero que iría a algún lugar lejos de aquella casa era un hecho.

El pequeño se aventuró sin saber exactamente lo que había pasado allí. Pero tampoco querría recordarlo.

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Han pasado ya 8 años desde ese suceso y ahora el pequeño niño era un jóven de casi 16 años de edad. El mismo era frío, distante y muy callado, algo que le dificultó demasiado conseguir una familia adoptiva, razón por la cual simplemente se quedó en ese lugar.
¿Dónde estaba? Bueno, unos días después de huir de su hogar una mujer lo encontró y lo guió a un centro de adopción donde pudo tener un techo donde vivir. Aún así le daba realmente igual el que le quieran o no.

En el momento el chico estaba recostado contra una pared comiendo un helado de colores rosas dándole enormes mordiscos dignos de un animal. Tras un mal entendido su ojo derecho había sufrido daños, razón por la cual ahora tenía una especie de tirante que funcionaba como parche con un símbolo extraño.
No traía puesta su Ushaska, sino que en cambio la tenía en sus manos dejando ver su cabello ondulado gris levemente azulado.

Estaba bastante tranquilo, o al menos así fué hasta que un sonido de ventana rota lo sacó de onda haciendo que observara hacia el sitio donde el sonido vino. Tomando el bate que siempre lo había acompañado hace años se acercó a la habitación atacada y abrió la puerta de una patada notando a un sujeto de traje blanco a punto de secuestrar los gemelos que dormían en aquella habitación.
Su sangre radiante de furia le impulsó a acercarse al sujeto y, con un meneo del bate golpeó al mismo con tal fuerza que logró deformar levemente su cabeza dejando al tipo en el suelo muerto y sangrando.

Ruv tomó al sujeto y lo lanzó por la ventana mientras se dirigía a los gemelos y los sacaba del armario donde estaban. Cuando los encargados llegaron a la habitación sólo notaron a ambos gemelos llorando y señalando al ventanal.
Una de las encargadas rápidamente corrió al ventanal viendo que el chico de chaqueta gris estaba en la calle corriendo con el bate hacia algún lugar. Con impotencia y casi rogando gritó hacia el chico exigiendo que volviera, pero el mismo la ignoró.

Ruv caminó por las calles dirigiéndose a un callejón cualquiera notando que un grupo de aquellos sujetos con ropa blanca estaban descansando y molestándose uno al otro. Con sigilo logró trepar las vallas de metal para caer tras uno de los miembros.
Obviamente le miraron raro, pero no tuvieron señal de reacción antes de que el chico levantara su bate y le diera un potente golpe al sujeto enfrente suya logrando noquearlo y presumiblemente matarlo.
Los demás asustados intentaron huir, pero Ruv logró cerrar la salida del lugar colocándose en la misma empezando una terrible masacre a puros batazos.