XIII

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El ruso llegó a la fiesta. Salió de entre dos puertas de metal directo a una enorme azotea donde demonios de todos los tipos, alturas, formas y colores se encontraban festejando.
Arañas, murciélagos, leones y demás eran unas de las pocas formas amorfas que tenían los seres del averno ahí mismo.

Pero eso no era su objetivo, aún tenía que encontrar a ese sujeto.

A ese Cross.

Con la mirada inspeccionó todo el sitio mientras comenzaba a caminar en buscar de algún demonio que destaque en particular.

Por suerte en aquél anuncio pudo ver que el sujeto que buscaba era una especie de serpiente rara; más específicamente una cobra real. Traje elegante, lentes, seis brazos, color negro con toques verdes y dorados.

Vamos, iba a resaltar bastante.

Así el ruso corrió y corrió por toda la azotea buscando a ese sujeto, mas sin embargo no encontraba nada más que demonios y demonios a montones.
También habían muchas almas en pena y algunos no-muertos, pero estos últimos eran algo escasos.

Todos estaban a su bola: nadie le prestaba atención al chico.

Bastante suertudo la verdad.

Si alguno de ellos llegaba a percatarse de que había un vivo entre todas esas almas pecadoras condenadas a la vida eterna llamarían sin dudarlo a algún guardia para echarlo de ese sitio donde definitivamente no debería estar.

Oh no.

– ¡UN VIVO! ¡HAY UN VIVO! – exclamó una joven.
– ¿¡Vivo!? –
– Un vivo… –
– ¿¡Cómo!? –
– ¡GUARDIAS, ATRAPEN AL VIVO! –

Casi de inmediato un dúo de minotauros corrieron hacia Ruv con miradas asesinas.

El ruso al percatarse de esto comenzó a correr por todo el sitio para poder dar con aquella cobra que tanto necesitaba ahora, y, de paso poder escapar de los guardias.

Para su mala suerte ellos eran mucho más rápidos y ágiles por lo que lograron embestirlo tirándolo al suelo casi de inmediato.
Ambos se colocaron lado a lado de Ruv sosteniendo sus brazos y piernas para que no pudiera intentar escapar.
Todo el jaleo hizo que una gran masa de muertos y no-muertos se acumulara alrededor de Ruv.

Susurros iban y venían conspirando el por qué estaba un mortal ahí, qué hacía ahí y cómo había llegado a ese sitio sin antes haber sido visto por la policía o incluso algún demonio cualquiera.

Tal vez eran muy paranóicos.

Pero, de entre todos los demonios ahí uno destacó.

Tres pares de brazos se habrían paso entre la multitud hasta llegar enfrente del mortal.

Ahí estaba.

Ruv tenía en frente a aquél que estaba buscando: X-Cross.

Chicosss, Chicosss. Calma. – habló con tranquilidad la serpiente. – ¿Qué hacesss aquí, joven mortal? –
– ¡M-mi amiga necesita ayuda! ¡SU ayuda! – exclamó el ruso con media cara sobre el piso.
– ¿Amiga? Hmm… – Cross se colocó una de sus seis manos bajo su mentón mientras pensaba unos instantes. – ¿De qué "amiga" hablasss? –
– S-Sarvente… – dijo Ruv apenas con un hilo de voz.

♥️ An Angel Made From Hell 💙 (Friday Night Funkin': Mid-Fight Masses)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora