·υмвяєℓℓα· [Gary Goodspeed x Lectora]

8. ❝Something Good❞

·Something good, oh something good
Oh something good tonight make me forget about you for now·

¡!;

Buenos días bella durmiente. ¿Cómo amaneciste? ¿Sorprendida de respirar?

·〔🌻〕·

___________.

Desperté de golpe, más bien golpe fue el que me di en la cabeza, solté un quejido y me sobe la cabeza, ignorando todo, cheque mi pulso y coloque una mano en mi pecho.
Estaba viva.

Me recosté de nuevo, era la base del segundo colchón de una litera en el cuál me había golpeado, duré unos minutos sin hacer absolutamente nada, sólo recopilando todos los recuerdos.

Los chicos. La brecha. Las fallas de mi control de sombras y manipulaciones de la realidad.

¿Quién era Laine?

Por fin me levanté, no había nadie en la habitación así que caminé hacia la puerta, estaba bloqueada. Intente golpearla para abrirla, sin resultado.

—Maldita sea, abrete de una vez.

—Te pido atentamente a qué esperes aquí, tus dudas serán resueltas en poco tiempo, o lo que sea. —dijo una voz robótica.

—Déjame adivinar. ¿La inteligencia artificial de esta nave desconocida?

—Mi nombre es A.V.A, te pido que no hagas más preguntas o hables más.

—Lo menos qué le puedes decir a una persona en un lugar completamente desconocido es eso.

—Te veías más agradable dormida.

Dejamos de hablar después de eso, revisé los bolsos de mi chamarra, buscando el pequeño mp3 sin éxito alguno. Estaba encerrada, sin música y sólo me quedaba explorar la habitación.

Un espejo con tocador, cajones, paredes de un gris aburrido debido al metal y lo único rescatable: la ventana que daba vista a un basurero, olvidenlo. Subí al primer colchón y me senté mirando los montones de chatarra.

Sí tratan de hacerme algo, sin duda me voy a defender sí es qué mis poderes no vuelven a fallar. Recogeré mis cosas y encontraré a todos los que estén aquí. Después, robaré una nave y ¡boom! Encontraré un buen lugar en el cuál quedarnos.

—Mamá... —susurré obteniendo la respuesta— Pronto estaré contigo, como iba a ser.

—__________. —llamaron dos voces. Eran dos chicos, una Serepentiana y un Trivuliano, el último de la raza enemiga de los ventrexianos. Oh no.

—Ash, las esposas. —ordenó el más alto.

Las manos de Ash brillaron, colocándote los metales en las muñecas.

—Siguenos.

Hice caso a sus órdenes. Debía descubrir cuántas personas había en la nave, para suerte podía mover las manos para alzar las sombras. Eso hasta qué senti un fuerte electroshock golpeando tu cuerpo.

—Buen intento, pero cada que hagas un movimiento sospechoso, se activará una descarga eléctrica. —habló Ash.

Sería inútil intentarlo en ese caso, la única opción de tenía era hablar con ellos.

—Entonces... ¿Podría saber tan siquiera los nombres de mis captores? —pregunté.

El chico se detuvo, volteando a verme fijamente.

—¿Captores? Nosotros te salvamos, a ti y a tus dos amigos. —mencionó con enojo. Luego se tranquilizó— Fox. Y ella es Ash, como de seguro ya escuchaste. Y sabemos quién eres, casi todos saben quién eres.