El Mensaje (White Rose)

El mensaje

Parte cinco.

-¡Ay! ¡Ruby!- Se quejó Weiss empezando a reír en el momento que sintió que Ruby mordió su estómago o lo intento, ya que terminó agarrando más tela entre sus dientes que carne.

Weiss estaba sentada en el borde de la cama y Ruby tenía la cabeza en sus piernas. Estaba abrazada a la cintura de Weiss no pudo evitar la necesidad de morderla un poco.

Weiss tiro con dos dedos el mechón de pelo que sobresalía de su cabello despeinado en el momento que sintió los dientes atacando su vestido otra vez.

-Weiss, no me tires el cabello- Se quejó la pelirroja sacando su cara del escondite.

-Muerdete el dedo si tanto tienes ganas de morder- Volvió a tirar de su cabello, haciendo que Ruby se levantará rápidamente.

-Asi eres- Jugo a tratar de agarrar el flequillo de Weiss pero la ex heredera atajo su muñeca.

-Ni se te ocurra, Ruby Rose.

Ruby levantó la otra mano y Weiss la atajo con la suya. Empezaron a forcejear, Ruby tratando de liberarse y Weiss tratando de evitarlo.

-Dejame tirarte el cabello, o va a ser peor para ti- Amenazó Ruby riendo y sin dejar de forcejear.

-Ni loca- Protesto riendo de igual manera Weiss.

Ruby era por obvias razones mucho más fuerte físicamente que Weiss, así que no fue difícil para ella liberarse del agarre firme en sus muñecas.

Weiss volteo y trato de huir al centro de la cama para ganar un poco de distancia, con suerte, si lo lograba conseguiría llegar a su espada de esgrima que estaba en la mesa de noche al lado de la cama y podría congelar los pies de Ruby, obvio que ese solo fue un pensamiento que pasó por su cabeza pero que no sería real ni aunque tuviera la oportunidad.

Las manos de Ruby llegaron a su cintura y empezaron a hacerle cosquillas en la panza. Weiss no pudo evitar caer de cara al colchón mientras chillaba y reía, retorciéndose en la cama. Mientras trataba de hacer que Ruby parara, la sintió trepando por su espalda y sentándose sobre su trasero con las piernas a los lados. Sin dejar de hacerle cosquillas, Ruby tomo las muñecas de Weiss y las sostuvo con fuerza en su espalda, envitandole a Schnee usarlas. Weiss sabía que en un combate real este movimiento no sería nada inteligente, un glifo y la persona sobre ella saldría volando, pero aquí todo era un juego.

Con la mano que no estaba sosteniendo las manos de Weiss, Ruby siguió haciendo cosquillas.

Ruby se inclinó, pensando en besar a Weiss, pero con una sonrisa malvada y un pensamiento travieso, paso por su cabeza una mejor idea.

La risa de Weiss se atoro en su garganta cuando algo baboso dejo una línea de humedad desde el costado de su pera hasta su pómulo.

-¡NO!- grito Weiss lagrimando y limpiando su cara en las sábanas. -¡Eres un asco Ruby, te pasas cuando quieres, idiota!- Se quejó enojada, liberando sus manos del agarre de su líder para limpiarse mejor la mejilla.

Ruby le había lamido la cara, la última vez que lo hizo fue en Mistral y la primera vez que lo hizo fue en Beacon, era una costumbre especial que Ruby había tomado con Weiss. Cada vez que Ruby y Weiss peleaban, Ruby lamía su cara para tener el placer de ver la cara de sufrimiento de Weiss, ya que no podía ni quería golpearla, mínimo lameria su cara para desquitarse.

Ruby aún recordaba que la primera vez que lo hizo en Beacon, Weiss la mando a la enfermería por un ojo morado que su aura no podía curar.

Ruby reía en su nuca mientras abrazaba los hombros y estomago de Weiss, sin darle posibilidad de liberarse.