El mensaje

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Parte cuatro.

Compartieron una mirada que nunca habían tenido antes, una mirada de tensión con chispas, como si un universo único existiera dentro de los ojos de la otra y Weiss estaba lista para descubrirlo, pero Ruby... Ruby aún dudaba de su próximo movimiento.

¿Qué fue esa escena de recien? ¿Fue un capricho o un deseo que aún vivía dentro de ella? Porque si, Ruby había estado enamorada de Weiss hace dos años y probablemente, aún lo estaba. Pero por otro lado aún tenía unos pequeños sentimientos flotando en su interior que correspondían a Óscar.

¿Qué debía hacer? Se preguntó, sabiendo ya la respuesta pero sin el valor de verla a la cara.

Debía poner las cosas en la balanza y aceptar de una vez y para siempre, a quien le pertenecía su corazón, sus pensamientos, su anhelo, su deseó.

Weiss era mayor que ella, estaba entrando a la adultez y estaba más plantada a saber que quería en su vida.

Óscar aún era un niño de 14 años, arrastrado a una guerra por Ozpin, en el fondo, Óscar había encontrado su lugar en el mundo, algo por que pelear pero sin que Realmente haya sido una decisión propia.

Weiss había elegido estar a su lado por su cuenta, Weiss quería ser cazadora y más que lo que su padre era, quería ser como su abuela, ella estaba aquí por ella misma, incluso más que por Ruby, porque Weiss realmente quería estar aquí, por ella misma y por nadie más y eso de alguna manera encendía el corazón de Ruby.

Óscar fue arrastrado a esto por el destino de Osma, Weiss decidió seguir este camino y luchar a su lado.

Weiss estaba a su lado ahora, la seguía ciegamente, no por su enamoramiento, si no porque creía en ella y Óscar, bueno, no estaba allí, no lo culpaba, entendía su punto pero no estaba allí.

-¿En qué piensas?- Pregunto Weiss apoyando la cabeza sobre su hombro.

No fue un movimiento rápido y confiando, Weiss fue lento, dándole tiempo a Ruby para alejarse.

-Tengo un conflicto interno- Dijo jugando con el arete de rubí de la oreja expuesta de Weiss.

Weiss suspiro frustrada, cerrando los ojos y frunciendo el ceño con tristeza.

-Lo siento, lo único que hice fue causarte más problemas- Escondió su cara en el hueco del cuello de Ruby y ella tuvo que soltar su arete.

Ruby río, haciendo que la cabeza de Weiss rebotara un poco.

-Es tan raro escucharte disculparte tantas veces.

-Oh, perdoname nuevamente, olvidé que te gusta la Ice Queen- Dijo con sarcasmo la ex heredera pero igual de sonriente que su compañera de equipo que ahora jugaba con la punta de su trenza que descansaba en la cama.

-¿Nunca pensaste en cortarte el cabello?- Pregunto casualmente Ruby.

No sabía a qué iba la pregunta, no venía al caso, pero ella era así, a veces perdía el camino porque en el fondo aún era una chiquilla, una chiquilla a la cual le robaron la adolescencia y la inocencia, pero aún estaba ahí y Weiss la amaba, la amaba tanto como a la Ruby a la cual el mundo obligó a crecer más rápido, a vivir la vida más rápido, la amaba tanto como a la Ruby que lloraba por las pesadillas y a la Ruby que aún se emocionaba por los dulces, amaba a esta chica destruida por dentro pero que siempre mantenía la cabeza en alto.

¿Cuánto tiempo duraría está fachada? A veces se preguntaba Weiss y la respuesta nunca llegaba, pero no importaba, porque el día que la máscara de Ruby se terminara de romper y todo su mundo terminara de caerse, Weiss estaría ahí, junto con Yang y Blake para levantarla otra vez.

El Mensaje (White Rose)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora