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"Querido amor

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"Querido amor

Prometo que mi amor por ti trascenderá fronteras, prometo que cuando el Rey Mariposa se apodere de mi cuerpo y salga de aquí, lo venceré para volver a pertenecerte.

Nuestro reencuentro es inevitable.

Es la última carta que te escribo."

—Vamos a iniciar con el proceso ¿listos?— Luka volteó a ver contento el cuerpo del agotado Chat Noir aún en su forma demoniaca, el sólo verlo le resultaba una exquisitez; compartir cuerpo con ese monstruo había sido su sueño más loco.

No te lo permitiré

—Luka ¿Estás listo?— insistió Penny al ver que no le dio respuesta. Los ojos del chico frente suyo estaban abiertos de par en par pero de su boca seguía sin escapar ningún sonido.—  ¿Está todo bien? — cuestionó la mujer al ver su condición.

—N-No.— exclamó con dificultad mientras las expresiones de su rostro iban cambiando casi cada segundo.— ¡Hazlo!— gritó velozmente y apurado.— ¡Sigue siendo mi cuerpo!— refutó casi con otro tono de voz.—¡Hazlo ahora!— se movía bruscamente, como si alguna batalla interna contra sí mismo estuviera librando.—¡Que lo hagas!— insistió con fuerza mientras se tomaba en un puño su cabello.— ¡No!— apretó los párpados. Ese bastardo infeliz se supone que no debía ser más que un eco en su cabeza.—¡Ya, rápido! ... ¡No!

Penny nada más veía la escena algo asustada mientras observaba cómo el fuego de las velas negras amenazaba con apagarse por cada movimiento que daba Luka. Miró de reojo al demonio, quien soltaba pequeños sonidos nasales en forma de quejidos, no tardaba mucho en despertarse, y si se despertaba no sería bueno para nadie ahí.

—¡¿Qué no entiendes que lo hagas ya?!— reclamó con todas sus fuerzas.— ¡No lo vayas a hacer!— se respondió a sí mismo.

—Yo... lo siento.— dijo ya algo nerviosa.—  El demonio no puede hacer nada contra la primera barrera mental, si el portador del cuerpo no tiene ni el más minúsculo deseo de tenerlo; se bloqueará la transición. Ahora el demonio es feliz en un cuerpo donde controla la mitad del espacio.

—¡¿No ves que lo quiero?! ... ¡No lo quiero!

— El problema es que... Luka, aunque intente hacerlo en los instantes donde tú lo deseas, necesitaría que al menos permanezcas 30 segundos así para poder leer todo el manuscrito.

Treinta segundos, justo ahora eso le resultaba imposible.

—¡¿Quieres regresar a Marinette a este mundo?!— apretó los ojos con fuerza.— ¡Darle el libro a él es la única opción!— a instantes se mordía la lengua con fuerza, mientras que en los otros lo usaba para hablar. Empezó a negar sin dejar de apretar los párpados.—¡Ella ya se fue!

Sibila Donde viven las historias. Descúbrelo ahora