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Alex no se sentía molesto, se sentía pasado a llevar, como si hubiese recibido un empujón en la calle y no hubiera hecho nada al respecto. Como un balde de agua fría que caía en él. Siempre habían sido los tres.

Extrañamente Alex era el mejor de los tres haciendo amigos, sin embargo ninguna de sus otras amistades se comparaba con la cercanía que sentía junto al par. Alexander no era tonto, siempre había notado cierta conexión entre Graham y Damon que simplemente era más grande. Claro que no se esperaba lo que estaba por venir. Pero sí sabía que eran mejores amigos, mucho más unidos de lo que podrían incluir a Alex.

Lo dejaba pasar, después de todo, eran sus amigos y la mayoría del tiempo lo incluían y cuando no, intentaban ser justos igualmente, tener razones para que fuera así, o simplemente enmendarlo. Pero últimamente se sentía diferente, se sentía como un hermano menor viendo a sus hermanos mayores crecer y ser apartado por gustos, tratándolo como si fuera un niño que no entiende.

Los chicos, que habían calmado sus risas y se habían quedado contemplando las miradas del otro, con sonrisas complices que se desvanecieron en sólo miradas. Se detuvieron cuando, Damon, volvió a pensar en la situación y explotó en una risa un poco más ruidosa, pero que no dejaba de ser silenciosa. Mínimamente agradeció eso a sí mismo, porque aunque no era incómodo el silencio y las miradas, se sentían tan diferentes, como si estuvieran esperando a que el otro hiciera algo, expectantes.

-Es que- Es que, Grah... -Volvió a reír.- Grah, es que. -Las carcajadas no cesaban y ahora Damon era más ruidoso.

La forma en que no podía terminar la frase, provocaba más risa en Graham, quien de todas formas, ya suponía lo que iba a decir.

-¡Termina la frase de una vez! -Gritó en voz baja Graham, quien aún reía, aunque menos que Damon.

-¿Has visto su cara? -Soltó finalmente, para luego volver a reír, aunque algo cansado.

-Pues sí, se parecía a tu padre. -Y Graham soltó la bomba que generó un ataque inesperado de risa a Damon.- ¡Damon! Calla.

Dijo Graham con una risa mucho más controlada, mientras usaba su dedo índice en forma de "Shush!", supo que Damon casi lo estaba ignorando pues seguía riendo y ahora con una cara de extrañesa por la comparación que Coxon le había dicho.

-Shh, ya, ¡Sh! -Dijo finalmente, acercando su dedo índice a los labios del contrario, para llamar su atención y viendo si ahora le hacía caso.-

Damon respiró hondo y se calmó, aunque soltando risitas traviesas de vez en cuando.

-Vámonos, si no nos vamos ahora, nos van a descubrir. -Y Coxon se levantó con gran disposición. Al ver que Damon no se movía, tomó su brazo y le dio un tirón para que se apresurara.

Lastima que sí serían descubiertos, no ahora y de otra forma, pero así sería.

Damon se quejó un poco, por el tirón, pero luego le extendió la mano, para que lo ayudase a levantarse del suelo. Graham le dio la mano para ayudarlo y entonces se escuchó un ruido, pero no quedaba claro si se trataba del viento chocando con los arbustos, o alguien haciendo ruido junto a ellos. Era mejor no arriesgarse y Coxon, que aún estaba de la mano con su amigo, pues apenas se había levantado, le dio un tirón rápido, nuevamente, pero esta vez con sus manos sujetas.

Corrieron, sin soltarse, por un buen rato, a pesar de las velocidades y distancia dispareja, pero llegó un punto en que no pudieron seguir así, pues era incómodo. Llegaron hasta el muro que separaba el cementerio de la escuela y ajitados, Graham sonrió simple y como era el que estaba más cerca, ambos asumieron que él sería el primero en saltar hacia el otro lado. Albarn asintió como dándole permiso para hacerlo y Coxon se volteó dándole la espalda a Damon.

Dear Damon - GramonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora