-Harry, despierta.-Pidió.
El rubio se encontraba parado a lado de Harry que aún dormía abrazándose con fuerza a Strelitzia, el día anterior Harry estuvo todo el día en baby space, pero ya era otro día y Draco no sabía que edad tendría, por como abrazaba al peluche podía ser que estuviera en un aproximado de uno o dos años, un sollozo llamó la atención de Draco, que estaba a punto de salir de la habitación, desistiendo al intento de despertar a Harry.
-Dadadada-Gritó Harry.
Ni Draco ni Harry se atreverían a negar que son dependientes el uno del otro, porque lo son, por eso cuando Harry notó que el aroma de su alfa se alejaba se despertó y comenzó a llorar en el intento de que Draco lo notara.
-Hey, estoy aquí, no llores.-Pidió.
Harry se aferró con todas sus fuerzas a Draco, que suspiró, antes de salir de la habitación con Harry en brazos, bajó las escaleras con lentitud para que Harry no se espantara, estaba en esa edad en la que las escaleras le daban terror, al llegar a la cocina Draco le colocó un babero de silicona a Harry para que no se embarrara la ropa, después lo puso en su periquera, una silla para little's que tenía varios usos, el de una silla normal, el de un porta bebé y el de periquera, el diseño era bonito, color blanco con gris, la parte de arriba simulaba la forma de un huevo, abrochó los cinturones alrededor del cuerpo de Harry para evitar caídas antes de colocar la mesita donde pondría la papilla de fresa, como era la favorita de Harry no le costaría dársela, colocó el plato con fresas frente a Harry observándolo con atención, pues quería ver sus reacciones. Harry acercó su naricita al plato olfateándolo.
-¡Waaa!-Murmuró feliz.-Lo sé son tus favoritas ¿Cierto?.-Preguntó a sabiendas de que no obtendría respuesta.-Ammm.-Exclamó cuando Harry comió la primera cucharada.
Si de por sí desde antes Draco había cambiado todos los cubiertos de metal por cubiertos de silicona ahora que había descubierto que Harry se cortaba, había confiscado su varita, todas las pociones, objetos filosos o de materiales que pudieran lastimar a Harry habían sido donados, guardados en el último piso de la mansión o, puestos en las repisas más altas. En cuanto terminó su papilla Harry miró a Draco, exigiéndole algo con la mirada, la intensidad con la que era observado hizo que Draco se pusiera nervioso.
-¿Qué pasa?.-Cuestionó.-Waaajajaaaaa.-Fue su única respuesta.
Draco comenzó a temblar, se podría decir que Harry lo estaba matando con la mirada y no entendía la razón, intentó cargar a Harry y jugar con él, pero en cuanto lo cargó Harry comenzó a llorar, no sabía que hacer así que le pidió ayuda a Mika, pero estaba igual de perpleja, intentó transmitirle calma y tranquilidad por el lazo, pero no logró nada con ello, un recuerdo le cruzó por la cabeza, la noche anterior Harry no lo dejó dormir hasta que le dio leche, miró a Harry y luego su pecho, suspiró, no es que no quisiera darle leche a Harry, sino que le dolía, Mika se encargó e regañarle recordándole que Harry había echo lo mismo por el sin quejarse, asintió sintiéndose repentinamente triste, se dirigió a la sala, sentándose en el sillón con Harry en el regazo, quitó su sudadera de anime y después se subió la blusa, dejando que Harry apresara el botón con sus labios, succionando con fuerza, el dolor del pecho de Draco se fue, tal vez había sido solo por que la leche se había acumulado, y como nadie la sacó comenzó a crear presión lo que creó dolor. Un suspiro de alivio salió de la boca de Draco.
Harry se separó un momento solo para volver a succionar.
-Alguien tiene hambre hoy ¿eh?.-Murmuró Draco, acomodándose mejor en el sillón.-Ya no hay, Harry.-Avisó.
Separó a Harry de su pezón para cambiarlo de lado y que tomara leche del otro donde sí tenía, Harry reanudó las succiones sin perder tiempo ni energía, en cuanto Harry terminó Draco volvió a vestirse, después ayudó a Harry a eructar.
Harry veía la nieve desde la ventana mientras Draco observaba a Harry observar la nieve, sabía que quería salir, pero no podía dejarlo, una tormenta de nieve estaba prevista para este día y no quería que los agarrara por sorpresa, una repentina alarma se activó, era al alarma de la siesta de Harry, quien ya conocía el sonido y estiraba los brazos para ser arrullado, Draco se acercó con un linda sonrisa, Harry era adorable hasta los huesos. Lo cargó y comenzó a cantar, la canción trataba de una gitana que conjuró a la luna para pedirle un esposo, Harry cayó dormido en el segundo verso, Draco sonrió, subió las escaleras para llegar al cuarto, acomodó y arropó a Harry con cobijas suaves y calentitas, decidió aprovechar que Harry dormía para salir a comprar algo que le hacía falta, como no quería tardar mucho solo se desapareció para volver a aparecer en una tienda, compró lo que necesitaba y unas cuantas cosas más para Harry.
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Harry despertó, llamó a Draco, sin obtener respuesta, los ojos comenzaron a llenársele de lágrimas, la cuna estaba cerrada desde afuera, y estaba en un espacio de cabeza que aunque le permitía hablar, no le permitía liberar el mecanismo que cerraba la cuna, dándose por vencido saltó, claro que se lastimó al caer al suelo, las lágrimas solo se hicieron mas abundantes, pero no había sollozos, no había hipidos, lo único que había era el sonido de las gotas al caer en el suelo, gateó hasta la puerta de la habitación, bajó las escaleras con precaución y valentía, ya que le daban miedo. Cruzó la sala y la cocina a gatas para después abrir la puerta y salir a la intemperie, hacía bastante frío y comenzaba a quemarse las manos y rodillas, como había estado dentro de la casa, que tenía hechizos de calefacción, por lo tanto no llevaba ropa abrigada.
-Harry ¿Qué haces aquí?-Cuestionó Draco que venía de regreso.
Se apresuro a cargar a Harry y meterlo en la casa, las compras flotaban detrás de el, cerró la puerta y subió a la habitación, quería tener una larga plática con Harry pero primero debía hacerlo entrar en calor, lo enrolló en una cobija gruesa y calentita mientras lo abrazaba.
-Tu y yo, pequeño príncipe tendremos una charla.-Comenzó, Harry asintió con la cabeza, los rastros de lágrimas seguían ahí.-¿Por qué saliste de tu cuna?.-Cuestionó Draco.-No encontrarte, viento, fuerte, miedo...-Contestó Harry.-El monitor de bebé está a tu lado, me hubieras llamado. Muy bien, por esta vez lo dejaré pasar, pero ahora hay una nueva regla, no salir sin permiso, eso incluye salir de la cuna, es peligroso, menos mal que no te lastimaste de gravedad, si no ¿Qué hubiera hecho?.-Harry hizo una mueca de dolor, hasta ahora se daba cuenta de las quemaduras, las mejillas se le pusieron rojas y el llanto comenzó de nuevo.-Arde, duele...-Susurró, Draco revisó sus manos, estaban rojas, al igual que sus rodillas.-Oh por Merlín, te quemaste con la nieve.-Murmuró
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【Número de palabras: 1180✔︎】
【Fecha de publicación: 24/4/2021✔︎】
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Primer extra!! No se cuántos vaya a hacer pero tengo pensado hacer otros cinco a partir del que sigue, no lo sé.
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𝙼𝚒 𝙷𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚘 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊
FanfictionDraco y Harry son los protagonistas de una importante profecía que podría mejorar o empeorar al mundo mágico, pasarán por miles de tragedias para después conseguir lo que tanto lucharon por tener. Harry bottom Draco Top ⚠️ ❦ Puede contener escenas f...