❸❷ 𝙴𝚇𝚃𝚁𝙰² 𝙼𝚒𝚎𝚍𝚘 𝚊 𝚕𝚊 𝙾𝚜𝚌𝚞𝚛𝚒𝚍𝚊𝚍

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Draco revisaba algunos expedientes sobre evidencia encontrada en la casa de los Dursley, sogas, sangre y un anillo, un anillo que antes había sido importante para él y para Harry, abrió una cajita que venía junto con la imagen, en ella estaba el anillo, las piedras preciosas refulgían como estrellas, sí, ese era el anillo de compromiso de Harry, con la boda a la vuelta de la esquina se le ocurrió cambiar las sortijas por el par que tenía ahora, suspiró enamorado.

Harry se estaba encargando de unos asuntos en el ministerio de magia y hechicería, al parecer no sabían que hacer con algo referente a Lily.

Tocaron la puerta, así que respondió con un pase apenas audible, una chica rubia y de ojos azules, de la cual nunca recordaba el nombre, se acercó a él.

Señor, usted es alfa, yo omega.—Comentó, Draco la miró fingiendo no entender.—¿Y...? Oh, ¿Quieres mi número?.—Cuestionó con una sonrisa juguetona, la chica asintió ansiosa.

Draco le pidió su teléfono para guardar el mismo el número.

Ten, ya lo tienes.—Sonrió, la chica, muy confiada llamó al número que le había sido otorgado por Draco.

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¿Qué está diciendo? Eso no puede ser real, si fuera un imperio le creo, pero ¡Un robo de cuerpo! ¡¿Está usted loco?!.—Gritó el mago de túnica azul sentado frente a Harry.—Un encantamiento de ese nivel es bastante fácil, sólo debes asegurarte de que el cuerpo al que poseas esté en buenas condiciones físicas y malas mentales.

Explicó Harry, ya harto de aquel alfa que lo señalaba como a un inferior, el tono de su celular lo alivió, ahora tendría una excusa para escapar.

¿Bueno?.—Preguntó, el número era desconocido.—¿Con quién tengo el gusto? ¿No es el número de Draco Malfoy?.—Los ojos de Harry brillaron.—O sí, dile a mi esposo que me confundí y agarré su celular en lugar del mío, que no quiero enterarme de ninguna puta, y si llego a enterarme...abstinencia.

Tras decir lo último colgó y regresó a su asiento, tenía una mirada feroz que el alfa no soportó. por lo que desvió la mirada.

Continuando con el caso, ya te expliqué, que Lily no era Lily, era el dios del Sol al cual ya asesinamos y no, no se quedarán sin Sol, el hermano de Pansy se encargará de ahora en adelante.

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Sonreí, escuché toda la conversación de Harry con la omega, ella me veía con furia, Harry le había llamado puta, me mordí la lengua y susurré

Lo siento, no sabía que se había llevado mi celular.—Me disculpé.—No pasa nada.—Fingió una sonrisa.—Por cierto, te movieron de área, ahora estás en la de limpieza, órdenes superiores a mí, ¿que puedo hacer yo?

Cuestioné, parecía furiosa, no, furiosa era poco, salió echando chispas de la habitación, aproveché que se había ido para llamar a Harry, el tono de llamada sonó tres veces, Draco ya se lo sabía.

Hola.—Murmuró Harry desde la otra línea.—Hola ¿Así está bien?.—Cuestioné, sabiendo que Harry tenia una gran sonrisa en el rostro.—Sí, así está bien, sobre la próxima semana, ¿por qué todo el mundo evita hablar sobre la fiesta?—Cuestionó, intenté no ponerme nervioso por que eso solo me delataría.—No lo sé.—Mentí.—¿Sabes...cuándo regresarás?—Pregunté con cautela.—Sí, parece que regreso hoy, tuve algunos problemas con el papeleo, ahora estamos viendo qué hacer con la verdadera Lily que no sabe qué sucede a su alrededor.—Contestó, iba a decir algo al respecto cuando escuché su voz de nuevo—¿Por qué lo preguntas?.—Sospechó, suspiré, no se le escapa ni una.—Has estado estresado en exceso, lo siento por la marca, estás tomando esas pociones que tanto odio que tomes...¿Debería continuar?—Como no obtuve respuesta proseguí.—Ese estúpido alfa te sigue coqueteando.—Gruñí, se me había salido la voz de mando, escuché su jadeo de sorpresa.—Lo siento, no era mi intención—Me disculpé.—No pasa nada, lo entiendo...llegaré hoy—Avisó, sonreí, mi plan había funcionado.—Dada tendrá lista tu mamila.—Comenté feliz.—¿Mamila? No, mamila no.—Se negó de una manera infantil.—¿Entonces qué haré con toda esa leche que no tomaste?.—Cuestioné.—Tal vez la venda para que la disfrute alguien más.—Molesté, a sabiendas de que a Harry no le gusta compartir de su leche.—La tomaré, la tomaré.—Juró.—Muy bien pequeño, aquí te la guardo, ve al trabajo y termina rápido para relajarte con Dada ¿Sí?—Escuché una afirmación infantil y la llamada terminó.

Claro que no le daría la leche a Harry en una mamila, estamos hablando de mi, me aguanté el dolor que me generaba la leche acumulada en mi pecho por una semana, para que Harry la tomara como le gustaba.

No pasó mucho tiempo de la llamada cuando Harry llegó, sus ojos verdes brillaban, me levanté para abrazarlo, el no se negó.

Te extrañé...Dada—Susurró.

A penas escuché el susurro lo cargué y lo llevé a mi habitación, en ella tenía toda la ropa infantil de Harry, lo acosté en el cambiador, muriendo de ternura al ver como jugaba con el móvil que había colocado allí de manera estratégica, lo desvestí, sorprendiéndome ante el hecho de que llevaba pañales, sonrió al ver mi sorpresa y murmuró un entendible:

No tomé las pociones por que no me gusta ver a Dada enojado.

No pude evitarlo y besé sus labios, fue algo fugaz e inocente, revisé que el pañal estuviera limpio para después colocarle un hermoso conjunto, aún hacía frío así que elegí un pantalón suave pero grueso de color azul, con una blusa de manga larga blanca completamente de algodón con un carro estampado en el centro, encima le puse una sudadera azul con dos bolsas y gorro, el forro de adentro era blanco con rayas azules, por fuera era azul.

Leche.—Exigió.

Sonreí y rodé los ojos, había puesto un sillón en mi habitación por esa misma razón, así podía alimentar a Harry con mayor comodidad, lo acomodé en mis brazos colocando encima una cobija suave, quería que durmiera un poco, conseguí que alguien vigilara a Harry y por lo que me habían dicho no había comido ni dormido lo suficiente, las succiones tardaron en disminuir, el alivio que me dió fue inmediato, exigió mas leche así que me vi obligado a darle lo que quería, lo cambié de lado y en unos cuantos minutos las succiones disminuyeron, tanto en número, como en fuerza, en el momento en el que noté que ya no había más movimiento pues Harry se había dormido lo separé de mi pecho, notando de inmediato que amenazaba con despertar, puse un chupón en su boca para que no extrañara la sensación que le producía tener m pezón en su boca, lo acomodé en mi cama y cerré todas las cortinas, el lugar estaba oscuro y aceptable para dormir en el, encendí el monitor de bebés y me puse a leer algo en el cuarto de a lado.

Escuché un grito por el monitor para bebés.

Monstruo, ¡Dada! ¡Sálvame!.—Gritaba

Me apresuré a salir de la habitación en la que me encontraba y adentrarme en la que comparto con Harry, encendí La Luz con un rápido hechizo y lo abracé, lloró por bastante tiempo, hipaba y sollozaba sin descanso, cuando le pregunté que le había pasado sólo empeoré las cosas, repetía incontables veces lo mismo: Monstruo y sálvame.

Llegué a la conclusión de que a Harry le daba miedo la oscuridad así que compré una lamparilla de noche para tenerla prendida cuando Harry dormía.

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【Número de palabras: 1200✔︎】

【Fecha de publicación: 24/4/2021✔︎】

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Hey no se preocupen estaba pensando en crear otra historia Drarry, solo que tengo demasiados proyectos pendientes ahora, pero por favor espérenla.

𝙼𝚒 𝙷𝚎𝚛𝚖𝚘𝚜𝚘 𝙾𝚖𝚎𝚐𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora