CHAPTER 8: ALWAYS

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Después de mi conversación con Dani Milo condujo hasta el acuario de la ciudad que no estaba tan lejos del instituto, traté de hablar un poco con él durante el camino, no sé qué tipo de actitud tome durante la semana, la verdad es que los exámenes siempre es algo que me estresa mucho así que siempre tomo mi tiempo, pero creo que pensándolo si fui algo grosera con él, después de que me apoyara aquel día yo simplemente me concentré en la escuela y a él lo dejé de lado, después de todo éramos amigos ¿no?

Alrededor de las 6 de la tarde papá me mando a buscar a Milo como siempre después de que empezó su trabajo, el día estaba nublado y había nubes enormes en el cielo, conduje hasta el acuario y esperé solo unos minutos antes de que Milo saliera con su uniforme.

Busco unos segundos el auto hasta que lo vio y se dirigió dentro de él.

Cuando cerró la puerta tras de el pude ver algo extraño en su rostro.

—¿Todo bien? —pregunte.

Me miro y trago.

—Ayude a parir a una foca.

Por un momento creí que era una broma, pero la forma en la que Milo me veía fue suficiente para saber que no lo era y disculpen pero no pude evitar reír, entre la cara que Milo tenía y lo que había dicho se me hizo imposible.

—No es gracioso Alena, mis manos estaban llanas de líquidos que no conozco.

Reí más fuerte.

—¿Así? ¿Con que es gracioso no? —Milo empezó a tocar con sus manos mis brazos y pelo.

—¡No! ¡No! Vale, ya perdona—dije todavía un poco entre risas.

Milo sonrió y se regresó a su asiento.

Durante el regreso a casa Milo me hablo acerca de cómo pasó el suceso por el cual se veía muy traumado, al parecer el asistente del veterinario se había reportado enfermo en la mañana, así que a falta del personal y por la salud de los animales no asistió, así que lo escogieron a él, lo cual no le hace ningún sentido ya que apenas empezó esta semana.

Esta vez decidí cenar junto con papá y Milo en vez de en mi habitación, no podía perderme a Milo contándole la historia a papá.

La verdad era que la cita con Oliver también era una de la razón para cenar con ellos, no sé si debo o no pedirle permiso a papá para salir con alguien, tengo 17 así que se supone que no, pero creo que prefiero hacerlo, así que cuando terminamos de fregar los platos y Milo subió a su habitación aproveché para hacerlo.

Me seque las manos con un trozo de papel de la mesa y respire

—¿Papá?

Bajo su brazo después de dejar el último plato sobre los guarda trastes y me miro.

—Ahm, yo...saldré mañana.

Estiro la mano restándole importancia—¿Con Dani? Vamos sabes que no tienes que pedirme permiso.

—No—negué—Es con... ahm, un chico.

Alzo las cejas y se recargo con su antebrazo en la encimera.

—¿Con un chico? —pregunto, parecía un poco, ¿sorprendido?

La verdad no lo culpo.

Asentí.

—¿Alguien que conozca?

—Oliver Derricks

Hundió sus cejas—¿Es el chico rubio del equipo de soccer?

Volví a asentir.

Papa volvió a ponerse completamente de pie.

—Esta bien cariño, solo, cuídate, ¿de acuerdo?.

ANOTHER LOVE STORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora