El sonido de llamada de mi teléfono me hizo despertarme, estaba metida en mi cama con Dani dándome la espalda a mi lado, el odioso ruido del celular sonaba por toda la habituación y empezaba a molestarme de más, así que me puse de pie y empece a buscar mi e teléfono hasta que lo vi en mi escritorio.
—Diga—dije en cuanto le di al icono verde en la pantalla, traté de no sonar dormida.
—¿Crees que pueda ir a tu casa?—hundí mis cejas al no reconocer la voz, baje el teléfono de mi oreja y cheque quien era quien me llamaba.
Oliver D.
Cerré los ojos y regresé el teléfono a mis oídos.
—No creo.
—Vamos Alena, dijiste que me repondrías la cita de ayer.
La verdad era que odiaba cuando me despertaban y no estaba para tener una conversación.
—Una amiga está...mal.
Silencio.
—De acuerdo, se que lo que le hará bien a tu amiga, te veo dentro de dos horas en tu casa.
Y colgó así sin más, que confianza como para querer llegar así a mi casa, pensé mandarle un mensaje y decirle que lo mejor sería que no viniera, pero la verdad no creo que me haga caso.
Puse el despertador dentro de dos horas y volví a acostarme al lado de Dani.
—Alena, cariño—unos susurros acompañados de pequeños empujones a mi espalda hacen que me despierte.
Bostezo y quito los mechones de cabello que tenía enredado por mi rostro antes de voltear a ver al intruso.
Papá estaba a mi lado con una sonrisa algo incomoda, voltio a ver a Dani y luego a mi de nuevo.
—No me habías dicho que teníamos visitas—soltó de nuevo en un susurro.
Hundí mis cejas ante eso y luego me di un golpe mental, la maldita alarma.
Salí de mi cama lo más rápido que pude.
—¿Ya está aquí?—pregunte mientras entraba a mi baño para lavarme la cara y los dientes.
—Apenas llegó y bueno...trae...ya lo verás, ¿le digo que bajas en 5?
Toque con fuerza mis nudillos en la puerta del baño, señal suficiente para que papá saliera de la habiatacion.
Peine rápidamente mi cabellera, cheque mi ropa en el espejo y no estaba mal, después de mi salida con Milo en la madrugada ambos habíamos puesto nuestra ropa dentro de la tina de baño para sacar la mayor parte del lodo y luego simplemente la metimos en la ropa sucia, ambos nos dimos baños calientes y cambiamos nuestra ropa, luego el se fue a su propio cuarto para no incomodarnos a nosotras, mientras me veía al espejo se me asomó una sonrisa al recordar lo de esta mañana.
Tenía un conjunto de pans y sudadera completamente negro, está bien, así que solo me puse desodorante, un poco de perfume y unos tenis converse negros antes de salir de mi habitación.
La puerta de Milo seguía cerrada, baje las escaleras hasta llegar a la sala de estar donde papá estaba sentado en un sofá y vi la parte trasera de la cabellera rubia de Oliver.
El salto del sofá en el que estaba y me dio una enorme sonrisa.
—He traído algo—dijo antes de dirigirse a la puerta de entrada y abrirla.
En la parte de enfrente había una camioneta demasiado grande como para sólo ser usada por una persona, estaba estacionada justo a unos metros de nosotros, pero si algo me sorprendió fue los 3 hombres al lado de esta cargando ambos bolsas gigantes de comida una en cada mano, Oliver les hizo una señal y ambos entraron a la casa cargando estas bolsas.
ESTÁS LEYENDO
ANOTHER LOVE STORY
RomanceEllos se encontraron en el lugar que nunca existió, se miraron donde nadie más vio, se conocieron como nadie más lo hizo y sintieron lo que pocos afortunados conocen. Ella tiene problemas que no puede controlar, no es buena con las palabras, ni haci...