CHAPTER 4: SOMETHING THAT I HAD ONLY SEEN IN FRONT OF THE MIRROR

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Después de mi vergonzoso encuentro con Milo lo evite toda la semana, durante el camino al colegio me ponía audífonos y pretendía no escucharlo cuando trataba de entablar una conversación, cene en mi cuarto la última semana, lo cual la verdad no era un gran cambio ya que siempre lo hacia, y por primera vez asistí con gusto a mi visita al psicólogo el jueves.

Lo único consolador fue que Dani pudo pasar conmigo 4 días, le conté un poco hacer a de lo qué pasó con Milo y ella como siempre me dijo que lo que me había pasado no era algo por lo cual debería avergonzarme, pero la verdad es que no podía evitarlo, y no solo era vergüenza, no era la primera vez que pasaba por esto, sabía que las personas después d algo así no querían volver a acercarse, lo cual entiendo, pero sus actitudes al intentar hacerlo podrían llegar a ser crueles, así que para evitar eso preferí alejarme yo esta vez.

Ahora estoy con Dani en la cafetería sosteniendo mi hamburguesa mientras ella me hablaba acerca de la chica que había conocido en el centro comercial el fin de semana pasado y como habían estado hablando desde entonces.

—Es ella Alena te lo digo en serio—chillo antes de darle una mordida a su hamburguesa—Esque es tan aaaaa—soltó con dificultad ya que tenia un gran trozo de hamurguesa en su boca

Solté un risita, siempre decía lo mismo de cualquier chica con quien empezaba a hablar, duraban unos cuantos meses y al final nada pasaba, pero no la criticaba, era bueno que por lo menos una de nosotras tuviera una vida romántica.

—¿Tu que piensas?

Tome un poco de agua.

—Suena bien.

—¡¿Verdad que si?!

Volví a reír y Dani también lo hizo hasta que vio algo atrás de mi.

—¿Cuál era el nombre del nuevo visitante?

—Milo—dije pasando un pedazo de hamburguesa—¿por?

Dani abrió la boca, pero el sonido de una charola a mi lado interrumpió.

—Hola—coloco su comida en la mesa—Milo—dijo el pelinegro mientras extendía una mano a Dani.

—Daniela, pero por favor dime Dani.

Evite mirar a Milo y me concentre en mi hamburguesa.

—Hola

Mi mirada se detuvo en el jitomate que sobresalía del pan, mire arriba esperando que el se hubiera dirigido a alguien más, pero me encontré a La mirada de Dani, por un momento abrió los ojos y vio rápidamente a Milo antes de mirarme.

Alce mi cabeza y mire al chico a mi derecha, le di una sonrisa de boca cerrada y mordí mi hamburguesa a esperando que el no intentara hacerme hablar.

—Quiero que me acompañes después de clases—cuando lo mire tenía esa sonrisa a la cual ya empezaba a acostumbrarme.

Dani era la única persona a la cual no le habían espantado mis ataques, de echo después del primero se pasó horas en internet investigando que hacer cuando presencias uno y trataba de hacerlo cuando me volvían a pasar, incluso fue a unas cuantas sitas al psicólogo conmigo para aprender más, creo que ella ha hablado más con el en 2 horas que yo en un año, la gente siempre se aleja, es normal, ni siquiera papá se había quedado.

—¿Por qué?

—Ya lo dije, quiero enseñarte algo—dijo obvio.

No voy a mentirles me sorprendió que Milo siguiera queriendo estar cerca de mi, eso se sintió.....¿bien?

—De acuerdo—dije antes de arrepentirme y seguí en mi comida.

—Genial—se paró de su asiento y antes de recoger su charola tomo una patata de mi plato.

ANOTHER LOVE STORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora