—Hay un diluvio haya afuera Milo—apunte mientras me ponía una sudadera encima de la que ya tenia.
—¿Y?
—¡¿Y?!, pues no quiero pasar resfriada todo el fin de semana.
—No seas dramática, y toma—se acercó a mi y puso uno de sus audífonos en mi oreja.
Hundí mis cejas, claramente si se mojaban se arruinarían.
—Todo es mejor con un poco de música—sonrió y volvió a estirar su mano.
Dude antes de tomarla—Si me enfermo será tu responsabilidad.
—Yo te cuidaria todo el día—dio un apretón a mi mano y los dos salimos por mi ventana.
No estaba segura de hacer lo que hacía para serles honesta, había rayos, truenos y sin duda estaba lloviendo a mares, además que eso significaría dejar solo a Dani quien podría espantarse si despierta sola y luego si papá nos descubre estaríamos en problemas.
Sacudí mi cabeza y traté de apartar todos esos pensamientos de mi mente y me limité a disfrutar la sensación de las gotas frías en mi rostro.
Milo aún tomando mi mano entre la suya corrió conmigo por alrededor de un minuto hasta que se detuvo.
—Mira—apuntó con su mano libre al cielo.
Como les había dicho antes la casa estaba en medio de la nada, a lo lejos se veían árboles, pero donde estábamos parados era solo césped donde crecían sólo unas pocas florecitas silvestres, mire hacia donde apuntaba Milo y a primeras no supe a qué se refería, pero me sobresalte cuando un rayo calló y pude ver el efecto al que Milo se refería, cada que un rayo caía alumbraba el cielo, y al hacer eso volvía a parecer de día y podías ver en el aún más rayos en el cielo, ¿me entienden? Era como si el cielo tuviera venas.
Solté un pequeño salto al ver los rayos, y Milo apretó mi mano.—Vamos—movió la cabeza—la vida es muy corta como para perder tiempo con el miedo.
Y siguió corriendo hasta un punto donde la casa se veía algo pequeña.
Soltó y mano y sacó de su bolsillo algo que parecía su celular, dio unos cuantos toques a la pantalla hasta que la música empezó a soñar por el audífono que me había dado.
No la reconocí para serles sincera, pero sin duda el acompañar este momento con música fue increíble.
—Ven—Milo jalo mi mano hacia abajo, donde el ya se empezaba a acostar en el pasto húmedo.
—Estas mal de la cabeza—reí
—Un poco si—sonrió y me suplicó con la mirada que me acostara también.
Lo dude pero termine extendida a su lado, podía sentir mi espalda comenzando a mojarse, pero al abrir mis ojos, lo cual costó debido a las gotas azotando mis párpados, no me arrepentí de nada.
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ANOTHER LOVE STORY
RomanceEllos se encontraron en el lugar que nunca existió, se miraron donde nadie más vio, se conocieron como nadie más lo hizo y sintieron lo que pocos afortunados conocen. Ella tiene problemas que no puede controlar, no es buena con las palabras, ni haci...