ANOTHER LOVE STORY

CHAPTER 9: PORQUI

Había acabado el examen de Biología, Dani ya había salido del salón hace unos minutos, así que me apure a tomar mis cosas y salir de la habitación para encontrarme con ella.

Pero no me encontré con Dani, sino con la cabellera negra y los ojos celestes de Milo.

—Quiero mostrarte algo—dijo en cuanto me vio salir, y se veía ¿emocionado?

Asentí.

Sonrió y saco su teléfono del bolsillo de sus vaqueros y empezó a buscar algo en el.

—Mira, la han llamado porqui—hundí mis cejas con clara confusión, pero todo se aclaró cuando vi la foto que mostraba en su pantalla, enseñaba a una foca bebe, estaba a pocos paso de un estanque, su piel gris brillaba desde su cabeza hasta la cola, y tenía unos bigotitos arriba de su boca que se le veían tan tiernos.

Era tan linda la pequeña foca, y me di cuenta de porque la llamaron asi, aunque era pequeña se podía notar una panza un tanto extensa, reí al darme cuenta.

Cundo subi la mirada puede ver los ojos de Milo iluminados de ternura al ver la foto.

—Ya no es tan asqueroso ¿no?.

Me miro y volvió a sonreír.

A los segundos Dani se nos unió y nos dirijimos a la cafetería cuando escuchamos el glorioso sonido del timbre.

En el camino me di cuenta que Milo y Dani ya se conocían, al parecer tenían 2 clases juntos, y al parecer ambos amaban la serie de "friends" así que tenían cosas en común.

Los tres compramos la comida y nos dirijimos a una de las mesas que estaban vacías.

—¿Te sentarás con nosotros?—le pregunté a Milo.

—¿Acaso no quieres?—alzo las cejas.

—No, solo que creo que Irías con tus amigos—señale con mi cabeza el lugar donde solía sentarse siempre y donde ya había personas.

El río—No son mis amigos.

—Desde el primer día te has sentado ahí—apuntó Dani.

—Exacto—el le apuntó con su tenedor—solo me siento, no hablamos, bueno, yo no les hablo, me siento ahí por que sería muy triste sentarme solo—encogió sus hombros.

La verdad es que creo que está más triste eso, pero no dejó de sorprenderme, siempre que veía en su dirección se veía muy cómodo junto a ese grupo de chicos, pero hasta ahora le daba cuenta que jamás le había visto hablando.

—¿Porque nunca te sentaste con nosotras?—pregunte sería.

Encogió sus hombros—no quería que se sintieran incómodas u obligadas a sentarse conmigo—metió ensalada a su boca.

—Hey—le empuje el brazo amigablemente—siempre puedes sentarte con nosotras, jamás te preocupes por eso.

Sonrió.

—¿Por que no debemos preocuparnos?—una voz acompañada con una rubia cabellera nos interrumpió.

Oliver llevaba su ya clásica chamarra negra y recorrió la silla junto a Dani a antes de sentarse.

—Oh, lo siento soy un maleducado, me llamo Oliver—estiro su mano hacia Milo.

—Milo—el sonrió de boca cerrada y estiró su mano.

Oliver miro a Dani con su mano todavía extendida.

—Daniela.

Sin duda un silencio incómodo se apoderó de la mesa y no tuve más remedio que comer.