CAPÍTULO 5

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—¿Te gusta el helado de fresa? —pregunté atenta mirando como Lauren saboreaba de sus labios el resto de helado que tenía. De forma involuntaria llevé mi lengua a mi labio inferior, tratando de evitar las ganas que sentía de que fuera mi boca quien quitara el exceso, quería que me besara como la primera noche en la que estuvimos platicando. Desde ese día hasta ahora no había vuelto a pasar y para ser sincera deseaba que sucediera pronto.

Estábamos en el comedor del hospital, llevaba varios días insistiéndole a Nina el salir de la habitación a la hora de la comida y por fin la había convencido, servía que me despejaba y obvio, tendría ese tiempo para convivir con Lauren.

Después de la discusión que habíamos tenido en mi habitación debido a lo que hizo con el dibujo obsequiado por Lauren había cambiado.

Flashback

—Iré por tu desayuno —respondió, haciendo caso omiso a mi comentario, comenzó a caminar para abandonar la habitación al momento. Al retirarse me dediqué a recolectar rápidamente cada pedazo de papel que Nina había tirado, estiré mi camisa blanca y la utilicé como una pequeña bolsa donde eché todos los papeles; no había pasado mucho cuando escuché que la puerta se abría, me exalté poniéndome en seguida de pie.

—Aquí está tu desayuno, quiero que lo comas todo —indicó, poniendo la bandeja sobre mi cama, el desayuno que había traído realmente se veía delicioso y mi estómago no falló en notarlo, al hacer un sonido que llamó la atención de la señora.

—Nina por fav... —traté de decirle antes de captar su mirada en mi camisa con los pequeños papeles, sin decir algo más sujeto con fuerza la prenda haciendo que los pedazos de hoja cayeran al suelo agresivamente, sentí como mi ira no podía más con ella y no pude aguantar más.

—¿Quién te hizo tanto daño? —le dije en lo que fue un grito, ella se exaltó, al principio pensé que había sido por mi grito, sin embargo, me di cuenta que en realidad había sido por la pregunta. Su mirada cayó al suelo y suspiró, cerró los ojos y después me miró, acercándose a mí, molesta intentó acorralarme contra la pared, se arrepintió comenzando a alejarse de a poco.

—Cómete tu desayuno –añadió casi en un susurro antes de abandonar la habitación rápidamente, al parecer había dicho algo que le molestó, o algo que la hizo entrar en razón, porque realmente me había dejado en paz.

Fin de flashback

Aún no estaba segura de que mi pregunta fuera lo suficientemente hiriente o realmente le había sucedido algo que la marcara, pero no estaba dispuesta a preguntarle, no iba a remover los sentimientos de esa noche, no teniendo a Lauren frente a mí.

Las últimas tres semanas habían sido de ensueño, todo en mi interior había cambiado y aunque mi memoria no recordaba nada, la versión que estaba conociendo de mi gracias a Lauren me gustaba, ella me gustaba.

Con ayuda de Kyle las citas se hicieron más recurrentes, él, en lugar de Nina hablaba de un progreso significativo para la pelinegra, haciéndome desear que el fuera mi enfermero y dijera lo mismo sobre mi frente a los doctores.

—Es rico — pronunció metiéndose un poco más del postre a la boca, —¿En qué piensas? —interrumpió mi meditar embarrando un poco de helado en mi nariz.

Grité levemente de lo frio escuchando como reía, cerró los ojos y sostuvo su estómago de tanto que reía.

—¡Basta! —en el intento de vengarme le lancé la cuchara que tenía mi vaso sobre su cabello.

Reí al ver como se quejaba por su nueva decoración en la cabeza para después burlarse conmigo, momento que se opacó cuando vimos que nuestros enfermeros estaban sobre nosotros.

QUIMERA | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora