CAPÍTULO 14

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—¡Camila, corre! —habló la pelinegra intentando no gritar y que todo el hospital nos escuchara, pero no podía moverme, seguía ahí de pie mirando como Nina se encontraba tendida en el suelo inconsciente —¡Camila! —Insistió mirando alrededor, ya sabía que el momento de huir o no tendríamos alguna oportunidad nunca más, peor estaba asustada.

—¿Crees que despierte? —pregunté con dificultad apartando mí mirada de la señora, por supuesto que mi corazón estaba acelerado y era obvio que en cualquier momento si no nos íbamos de ahí correría hacia Nina para mirar cómo se encontraba.

—¡Camila, es en serio! —repitió, nos restaban algunos minutos solamente para poder escapar, miré como mi novia le dio un último vistazo a Nina antes de empezar a caminar y tomar de mi mano.

—¡Vamos! —me susurró antes de halar de mí rápidamente y con fuerza, no me dio tiempo de despedirme de mi enfermera o al menos tenderla en la cama. Lauren caminaba rápido entre los pasillos del hospital, realmente no quedaba mucho tiempo y sabía que quería correr, pero si lo hacía iba a convertirse en una situación obvia —¿Traes todo?

—Sí —asentí con la voz agitada, una maleta en mi hombro y la mano de Lauren halando de mí cada vez más rápido —¿Dónde está Kyle?

—En la planta baja, no te empieces a alterar —indicó la ojiverde, —Lo vamos a lograr, amor.

Continuamos caminando a pasos rápidos por unos minutos más, mis manos estaban sudando debido a los nervios en ese momento, mientras que Lauren parecía estar tranquila y decidida, esa era una de las muchas razones de por qué siempre la veía como un lugar seguro, ella me transmitía seguridad siempre que la miraba, Lauren realmente era mi hogar.

—¿A dónde creen que se dirigen, señoritas? —el corazón se me detuvo por unos segundos, Lauren me miró con sus ojos muy abiertos y pude leer sus pensamientos inmediatamente. Ambas nos volteamos para encontrarnos a Kyle usando su ropa informal, algo que no era común, y su gafete del personal.

—Eres un idiota —dije inmediatamente al verlo riendo, Lauren simplemente rodó los ojos y suspiró.

—Perdón niñas, pensé que era divertido en el momento —Confesó el enfermero antes de buscar algo entre sus jeans.

—No fue gracioso —lo castigó Lauren algo molesta, con su voz agitada también, pero nunca soltándome de su agarre —Ahora explícanos como salimos de aquí.

—Esa es la puerta —apuntó con su barbilla hacia una enorme puerta con rótulos de seguridad y una enorme bombilla roja la cual supuse era de alerta en caso de peligro o emergencia.

—No hay manera de que no se den cuenta que pasamos por ahí, Kyle —gruñó Lauren mirando alrededor de la puerta, ya estaba comenzando a estresarse, lo deduje al mirar el lenguaje corporal que tenía en esos momentos.

—La alarma se va a activar inmediatamente alguien cruce por ahí —añadí y suspiré, tenía el presentimiento de que todo iba a salir mal y tendría que regresar a mi cuarto, me internarían unos años más por el nuevo diagnostico que me harían debido a mis intenciones de querer escapar y el hecho de haber dejado inconsciente a una enfermera.

—Es por eso que traje esto —sacó unas llaves de su bolsillo, mientras se escuchaba como Lauren respiraba de alivio, y yo volví a encontrar algo de esperanza.

—¿Por qué haces tanto drama? Entiende que tenemos como dos minutos para poder salir de aquí —le reclamó mi novia, miré como Kyle se dirigió a una pared la cual sostenía una caja de vidrio, procedió a abrirla con las llaves y presionar un botón.

QUIMERA | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora