CAPÍTULO 35

85 7 1
                                    

6/14 para el final

-

—¡Lauren! —Grité con todo lo que pude, sentí mis manos sudar y mi corazón latir rápidamente.

—¡Aquí estoy mi amor! —Dijo mientras sujetaba mi mano e intentaba ponerme en pie, falló.

—¡Haz que pare! —Grité de nuevo, el momento del accidente aún permanecía en mi cabeza, vi sangre y luces por doquier, una Lauren muy herida al lado mío —¡Haz que pare! —Repetí con todas mis fuerzas.

—¡Aquí estoy amor! ¡Mírame! —Sentí como sujetó mi rostro suavemente ya que mis ojos permanecían cerrados —¡Mírame Camila!

Poco a poco mis párpados comenzaban a relajarse hasta permitirme abrir los ojos lentamente, mis lágrimas no dejaban de caer ni podía tampoco parar de sollozar; pero vi el rostro de Lauren frente a mí y no pude contenerme en derrumbarme en un abrazo suyo.

—Tranquila Camz, aquí estoy amor —Susurró en mi oído mientras acariciaba mi pelo —Siempre te voy a cuidar y Nina también, porque te amaba mucho, y lo sabes —Sollocé en su pecho —Ella estaría orgullosa de todo lo que has conseguido, estaría muy feliz de verte trabajar en tu primer día y ver que no te rendiste en lo absoluto al encontrar empleo.

—Extraño a Nina —Dije con pocas fuerzas en mi interior, Lauren me besó la frente.

—Ella te ama, y siempre vivirá contigo.

—Lo sé —Suspiré, cerré los ojos y la miré de nuevo —Lauren, no estoy así por Nina —Me miró confundida.

—¿Cómo? —Preguntó mirándome fijamente —Creí que...

—Recordé el... —Intenté decir, pero me ahogué con el mismo llanto, de nuevo.

—Amor perdona, pero no te entiendo —Susurró algo confundida, no era su culpa que siempre me derrumbara cuando me sentía inestable.

—Recordé el accidente —Dije con mi voz temblorosa, lo notó —Recordé como el auto se salió del asfalto, como el auto comenzaba a rodar y... —Entré en pánico de nuevo.

—Amor—Me dijo con ese tono de voz de sorpresa y nervios que se identificar —Ven —Me acercó a su pecho de nuevo.

—Cada vez que lo recuerdo no pasa de unas cuantas luces y ya, Lauren —Susurré, continuábamos sentadas en la tumba de Nina —¿Acaso no te pasa nunca? ¿Por qué solo a mí me pasa esto?

—¿Y tú crees que a mí no me pasa? —Respondió frunciendo su ceño al mirarme —Sí me pasa Camz, me pasa mucho más de lo que crees —suspiró para continuar —Tal vez no me pasa con la misma magnitud que te pasa a ti, pero me pasa.

—¿Por qué nunca me lo cuentas? —Dije prestando atención a como sus gestos habían cambiado desde que empezamos a hablar del tema.

—No quiero invadirte con más problemas, ya tenemos suficientes —Esas palabras me habían dolido más de lo que ella seguramente se imaginaba.

—Tus problemas son tan importantes como los míos, Lauren.

—Mis recuerdos no son como los tuyos bebé, los tuyos me asustan mucho —Bajé la mirada —Y el que tuviste hace unos minutos es preocupante.

—Nina me decía que recordar es bueno.

—Mis doctores me decían que recordar es bueno, sin embargo, tú ya no estás solo recordando, amor, tú estás entrando en pánico y esos episodios me asustan —Acarició mi rostro suavemente —Tus episodios no son normales amor.

Me asusté al escuchar sus palabras.

—Debemos hacer algo al respecto —Añadió abrazándome, me quité de su agarre asustada.

QUIMERA | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora