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Capitulo 21

Capitulo 21

El autobús escolar dobló y disminuyó la velocidad al entrar al terreno de la escuela. Hizo un sonido extraño, que le recordó el motivo por el que estaba llegando un lunes por la tarde, en vez del domingo como estaba previsto Los estudiantes se apresuraron, poniéndose de pie para bajar primero, parecían abejas formando un enjambre. No se había detenido completamente y ya estaban formando una fila para saltar fuera. Jamás entendió la prisa por salir. Siendo de las que preferían esperar y no ser empujada, Camila, se recostó en la ventana y esperó que fuera vaciándose.

A su lado, Harry hacía lo mismo. Aún con los auriculares puestos tarareaba una canción de lo que estimaba era Rock, por la forma en la que movía los pies y sacudía al cabeza de tanto en tanto. Era gracioso observarlo, estaba realmente compenetrado con el ritmo.

Mientras lo estudiaba, su teléfono comenzó a sonar y vibrar en su bolsillo. Cayó en la cuenta que las notificaciones estaban llegando todas juntas, la señal del campamento había sido mala y no mejoró durante el viaje. Sacó el teléfono justo cuando Harry se puso de pie y la instó a salir. Levantó la cabeza y vio que el autobús ya estaba casi vacío, a excepción de un grupito en el fondo.

Apretó el celular en su mano y salió del asiento. Colgó la mochila sobre un hombro, al tiempo que revisaba sus notificaciones. Detrás de ella, Harry estaba guardando los auriculares en los bolsillos de sus pentalones, no le prestó atención, porque estaba curiosa por saber el motivo de tantos mensajes.

Le tocó el hombro y murmuró algo que no entendió, por lo que le pidió que lo repitiera.

— ¿Vamos por algo de comer? — insistió, mientras bajaban del autobús.

Camila asintió descuidadamente. Su atención seguía estando en la pantalla del teléfono., se le estaba trancando, y eso agotaba su paciencia. Durante el fin de semana, fueron pocas las veces que pudo usarlo la señal iba y venía, algo que odió de estar en el campamento.

Alguien la golpeó con un bolso, haciendo que perdiera el equilibrio, el teléfono casi se le cae de las manos, pero lo apretó con firmeza. A su lado, Harry la ayudó a enderezarse.

— Gracias — musitó. Acomodó la mochila sobre su hombro y decidió prestar atención a su alrededor. Tendría que dejarlo para después si quería continuar en una pieza.

— Descuida, para eso estoy — le guiñó un ojo y le dedicó una sonrisa que había dejado de parecerle espeluznante.

Harry quería acostarse con ella. Había tenido razón en ese aspecto, pero una vez que le dejó claro que no pasaría, habían llegado a un acuerdo. Durante el viaje escolar de fotografía, con el Sr. Pomaters, se vio obligada a interactuar con él.

Era un chico persistente e intenso, pero se encontró descubriendo que también era agradable y divertido. Se tomaba las cosas a la ligera y con gracia. Prueba de ello, fue que se riera e hiciera bromas respecto a la perorata que le había soltado para que la dejara en paz.

Después de unas horas de soportar un coqueteo intenso por parte de Harry, le dijo en la cara que no estaba interesada. Le costó unas palabras más hacérselo entender, pero en vez de enfadarse, hizo un chiste. Fue sorpresivamente agradable. Gracias a él, el viaje se le hizo más llevadero.

Había ido únicamente con la esperanza de ver a Will.

Desde la última vez que hablaron en la escuela, no había tenido oportunidad de encontrarlo nuevamente. No solo la culpa la estaba matando, estar tanto tiempo lejos, sin siquiera poder echarle un vistazo, se había vuelto una tortura. Estaba preocupada por él, pero no se animaba a preguntarle a su hermano. Se le pasó por la cabeza ir a hablar con Alicia, pero desde que renunció al trabajo antes de irse a Irlanda, no había pasado por ahí.