Capitulo 3

3.6K 257 45
                                    

Capitulo 3

Camila salió de su casa y la brisa fresca, de finales de invierno, le quemó las mejillas. Tomó una respiración profunda, llenando sus pulmones del aroma a pino que había en el ambiente. La ciudad estaba rodeada de espesos bosques, que aromatizaban el aire, no había sido consciente de ese hecho hasta que volvió de su estancia en Europa.

Sonrió con melancolía, al fin estaba en casa.

Abrió los ojos, que había cerrado mientras se perdía en la noche y se abrazó a sí misma, pasando las manos por sus brazos para entrar en calor.

Caminó hasta su auto, mientras hacía tintinear las llaves que colgaban de su pulgar, al soplar aire caliente sobre sus palmas frías. Había dejado los guantes dentro y no planeaba ir por ellos.

Iría por algo de comer y luego pasaría por la farmacia a ver a su madre. Mariela había intentado tener la noche libre para ir a recogerla al aeropuerto, pero dos de sus compañeros habían enfermado y no había nadie que pudiera cubrir su turno. No era problema para Camila, no le molestaba tomar un Uber.

Algo que había extrañado de la ciudad eran las hamburguesas de la cafetería de Luke, eran una tradición en el lugar. Esperaba que aún estuviera abierto, era tarde, pero si no recordaba mal cerraba dentro de una hora.

A una cuadra del restaurante, pudo decir que no estaba equivocada. Las luces de neón de la cartelería brillaban desde lejos, advirtiéndola de que continuaba abierto.

Dentro había unas pocas mesas ocupadas, pensó en ir a una junto a la ventana pero cuando llegó a la barra, la idea de quedarse allí le pareció atractiva. Se dejó caer en uno de los taburetes de vinilo mientras esperaba a que le tomaran el pedido.

Había un sinfín de hamburguesas y combinaciones para elegir, por suerte para ella, sabía perfectamente cual quería.

— ¿Qué vas a querer dulzura? — Missy se acercó con su anotador en la mano. Tenía una sonrisa agradable, pero se notaba que estaba cansada.

— Una número 15 — dijo devolviéndole la sonrisa — y una soda de naranja. No, mejor una malteada, definitivamente estoy para una malteada especial.

Las malteadas de Luke eran las mejores, con crema batida hasta arriba y cerezas y chispas por todas partes.

— Anotado.

Le sonrió en respuesta y la vio alejarse a la cocina para dejar su pedido.

Su teléfono vibró en su bolsillo, haciéndola quitar la vista de la espalda de Missy. Desbloqueó la pantalla y vio que se trataba de Julieta.

— Hola — saludó.

— Por favor, dime que estás de nuevo en la ciudad

Camila se rió ante su dramatismo.

— Si

— ¡Gracias al cielo! — exclamó — En verdad temía que no lo hubieras logrado, estaba asustada de que hubieras quedado atrapada en el aeropuerto por culpa de todas esas tormentas de nieve.

Inclinó la cabeza a un lado, estando de acuerdo con ella. Había estado cerca de que le cancelaran uno de los vuelos por causa del mal clima, pero a último momento se resolvió que no lo hicieran.

— ¿Estás en tu casa ahora? Puedo estar allí en unos pocos minutos, me estaba pintando las uñas pero, es de secado rápido. El color rojo cereza que compré contigo la última vez que fuimos al centro comercial.

— No, vine por algo de comer.

— En ese caso, te veré mañana supongo. — respondió con un suspiro resignado. Sonrió, ella también la había extrañado — Porque irás a la escuela mañana ¿Verdad?

Te ElijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora