Estúpido destino.

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En la habitación del Prefecto de Ravenclaw.

Silencio.
Era todo lo que había, un incómodo silencio de parte de los 3, ninguno se atrevía a hablar primero. Tenían muchas preguntas y ninguna respuesta.

Deseaban poder hablar sobre lo ocurrido está mañana, por más que intentaban abrirla solo salía silencio, uno sepulcral y denso. Visto que nadie estaba dispuesto a dialogarlo, Shun y Yugo se dedicaron una mirada antes de centrar su atención en Yuya y su montón de heridas.

-¿De dónde sacaste a esas heridas, Yuya?- pregunto Shun con seriedad.
-¿Cuáles heridas?- interrogó inquietó.
-Las que tienes por todo el cuerpo- dijo Yugo golpeando el hombro de su hermano provocando un quejido de este -¡Lo ves, no puedes soportar un simple golpe!- regaño cruzándose de brazos.

Sakaki intentaba pensar en una buena excusa, pero cual podría inventar si prácticamente parecía haber sido pisoteado por una manada de hipopótamos. Busco en los lugares más profundos de su mente una excusa coherente y creíble. Finalmente se rindió, soltó un pesado suspiro y miro a los presentes.

—Se que esto sonara como una broma, pero fui perseguido por un dragón— comento —no sé con exactitud que sucedió. Solo recuerdo que sujeté el tobillo de esa hada antes de que está me lanzará contra un árbol. Después de eso todo es borroso, solo se que desperté en una especie de cueva/cabaña rústica, parecía tener mucho tiempo habitada por alguna persona la cual curo mis heridas por los golpes de la caída, cuando salí a recoger mi varita me encontré con ese dragón y corrí por la colina y terminé en la laguna junto a ustedes— explicó.
—También tú— hablaron al unísono.
—¿De qué hablan?— cuestionó confundido.

Ambos guardaron silencio pensando en la forma correcta de explicárselo, ciertamente se encontraban en una situación muy similar a excepción de unos cuantos detalles, el rubio se sentó a un lado de su hermano, coloco su mano en su hombro dedicándole una pequeña sonrisa.

—Yo también estoy pasando por una situación muy similar a excepción de unos detallitos muy pequeños— comento —veras, yo perseguí a esa hada junto a ti, pero yo caí en un rio de agua helada me da frio de solo recordarla. Retomando el tema, cuando salí de ahí y me sentía observado y a pesar de intentar buscar no encontré a nadie, después de exprimir mi capa estaba por seguirte cuando una especie de nube polvos morados me envolvió y después de unos segundos me desmayé. Cuando desperté estaba en una cabaña muy hermosa y alguien me había…cambiado la ropa, cuando Sali de esta y estaba por entrar al bosque cuando un dragón muy extraño me persiguió, corrí con todas mis fuerzas pero las ramas y raíces aparecían de la nada e intentaban detenerme como si algo quisiera impedir que me fuera — dijo confundido posteriormente sacudiendo su cabeza —luego de unos segundos logre llegar a la laguna de la escuela y nade lo más rápido que podía para traspasar el escudo, lo logre por muy poco ya que esa bestia apareció rápidamente tras el e intento lanzarse al ataque pero se golpeó con el escudo y por eso sigo aun aquí.— finalizo mientras se desparramaba sobre la cama.

El más alto de los 3 se puso de pie dirigiéndose a las ventanas del otro lado del cuarto observando las montañas más allá de los límites de la escuela.

—Las historias son tan similares, pero la mía tiene muchos más detalles que las suyas— hablo sin despegar la vista del horizonte —cuando nos dividimos para salvar a las chicas yo seguí a Yuzu, estábamos por llegar a una especie de claro, gracia a mi varita logre usar un hechizo para atraerla a mí y regresar al castillo mientras ese mismo animal junto a otros tres mucho más grandes nos seguían, los detuve con el ¨Levicorpus¨; estábamos por salir del bosque cuando un lobo del tamaño de Yuya me quito la varita provocando que el hechizo se rompiera y se llevaran nuevamente a Higari porque perseguía  esa peste para recuperar mi varita— expreso un poco molesto —después de que la recupere estaba por intentarlo nuevamente la sombra de una imponente criatura detuvo mi andar, la observe por unos segundos antes de que todo se volviera oscuro. Cuando desperté estaba en un castillo al norte rodeado por una aldea donde había omegas y betas, pero también había cientos de esas criaturas…después de unos minutos logré escapar de la fortaleza, pero a mí me persiguió una gigante serpiente cornuda, por no olvidar que en ese castillo las criaturas se quedaron con mi varita y esa criatura con mi escoba— explico lo último con molestia despegando su vista.

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