Entrenando a sus alfas.

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Pov. Omnisciente.

Las ciudades muggles reiniciaban sus labores, las personas se levantaban con pereza y desde, algunas hasta un se podría decir que estaban un poco tristes por tener que dejar sus cómodas camas y abrigadoras cobijas.
Por otro lado, con esa nueva semana los estudiantes reactivaban sus estudios, diferencia de los muggles estos estudiantes y docentes se preparaban con entusiasmo, claro que había unas pocas excepciones.
Como todas las mañanas los alumnos estaban reunidos en el gran comedor comiendo la comida más importante del día, claro que un era muy temprano por lo cual solo los alumnos más madrugadores ya estaban desayunando, entre ese pequeño grupo se encontraban los prefectos de 5° año sentados en la mesa de Huffelpuff.

—Esto fue una pesadilla —murmuro Yugo un poco nervioso.
—Esto no fue una pesadilla —aseguro Shun con tristeza.

Nuevamente un ambiente tenso volvió a instalarse alrededor del grupo de amigos, todos parecían bastante nervioso y preocupados.

—Chicos deben relajarse —dijo Selene con una diminuta sonrisa— solo deben hablar con los otros prefectos para que les permitan vigilar otros lugares —sugirió.
—Selene tiene razón —dijo Yuya con su clásico tono eufórico.
—Es cierto, solo debemos permanecer en los terrenos de la escuela hasta que termine el año, después de eso podemos hablar con el ministerio —dijo Ruri más tranquila.
— No sé preocupen, esas criaturas no son tan tontas como para atacar el colegio durante el día — se burlo Yugo.

Los 6 rieron un poco ante el comentario, sabían que era cierto solo un idiota atacaría uno de los colegios las importantes de Europa.
Con un mejor ánimos los prefectos de las diferentes mesas regresaron a sus respectivos lugares, unos minutos después el resto de los alumnos comenzaron a hacer presencia y sentarse en sus respectivas mesas.

Después de desayunar los 6 amigos se dirigieron a sus dormitorios para preparar su horario de la semana, por órdenes del Omega de ojos dorados terminaron yendo a sus salones temprano en espera de comenzar sus clases.
Después de su primer clase los 6 terminaron dispersándose por todo el castillo para llevar a cabo sus clases, como los horarios coincidan entre si, Yugo tomaba su curso de pociones avanzado, Yuya recibía sus asesorías privadas con el profesor de transformaciones, Shun asistió a sus clases particulares de DCAO debido a su talento, Yuzu fue a su clase de música, Ruri tomaba su clase de Herbologia y Selene estaba con la l resto de alumnos en el bosque aprendiendo sobre algunas criaturas en Cuidado de criaturas mágicas.

La clase tomo un rumbo normal, los estudiantes tomaban notas de la criatura que estaban estudiando, lo más interesante de ese día fue que las hadas nada intentarán causar algún alborotó.

—Muy bien, eso es todo por hoy —dijo el profesor Adams, después de que transcurrió una hora.

Los estudiantes guardaron sus cosas y se despidieron del profesor, el docente se había adelantado debido a una junta con que tenía con la directora, los alumnos también se marcharon, a excepción de 3 personas, para ser específicos de los prefectos más jóvenes de Slytherin y Huffelpuff.

—¡No estoy para juegos! —exclamo la tejona corriendo detrás las serpientes.
—Es una pena, nosotros sí —dijo la chica.
—Intenta recuperar tu libro, no creo que puedas comprar otro—se burlo corriendo más rápido.

La pelirroja estaba por decirle un insulto a los idiotas que tenía por familiares, pero antes de poder abrir la boca una raíz salió del suelo enredándose alrededor del cuerpo de la chica cubriendo su boca para que no emitiera algún sonido tirando de ella en un rápido movimiento, provocando solo un golpe sordo.
La chica fue arrastrada al menos 2 kilómetros de distancia de los terrenos de la escuela, unos cuantos metros después la raíz se detuvo y la soltó, la chica se sentó con un poco de dificultad en el suelo, todo su lado izquierdo le ardía demasiado y dolía por igual ser arrastrada con esa brusquedad, en el bosque y tan rápido terminaron causándole factura muy pronto.

—Ay —se quejo adolorida.

En ese momento levantón la vista encontrándose con los 5 alfas del día anterior, intento salir corriendo aunque fue inútil, 5 alfas monstruosos contra una Omega herida, sin duda el resultado era obvio.

—¿Qué quieren? —pregunto, intentando imitar la actitud hostil y altanera de sus primos.
—Tu nos ofreciste tu ayuda, Omega —dijo el de ojos morados.
—No lo he olvidado, pero son un caso perdido no les servirá —comento, evidentemente los alfas se molestaron.
—¿Cómo te atreves a dirigirte a nosotros de esa forma Omega? —pregunto el de ojos Fucsia.
—Porque soy la única que conoce perfectamente a las personas que llamaron su atención, por no decir que soy muy allegada a ellos —respondió sin temor— y como decía, no tiene la más mínima oportunidad —dijo sin temor— son muchos cosas, pero las más notorias son… —los miró— su arrogancia, falta de modales, poco tacto, ego excesivo, entre otras cosas —enumero, los alfas sentían como si una flecha se clavara por cada defecto— hoy me siento muy generosa así, que si me lo piden de buena manera los entrenare —dijo con una sonrisa.

El resto de personas le miraron ofendidos y molestos ante su comentario.

—Bueno, dejaré que lo piensen, mientras tanto regresare al colegio antes de que los chicos me encuentren con ustedes, sola, herida, indefensa. Estoy segura que a los chicos les encantará conocer esta historia —comento con una sonrisa.

Les dio la espalda al grupo de chicos con una sonrisa, camino unos cuantos pasos bastante confiada.

—Enséñanos —dijo uno de los muchachos.

La pelirroja sonrió con superioridad, soltó un suspiro y se giro.

—Primera lección, cuando quieres pedir algo debes ser amable y decir por favor —comento— los escucho.

Los 5 arrugaron el ceño bastante molesto, Selene los miró expectante con el rostro tranquilo.

—Podrías enseñarnos, por favor —murmuraron los 5, Selene logro escuchar un pequeño susurro en grupo.
—¿Qué?, No los escuché —dijo con un poco de burla.
—Podrías enseñarnos,…por favor —repitieron los 5 con un tono amenazante ante esa humillación.
—Como lo dicen con tanta educación será un placer enseñarles, si hacen caso a mis indicaciones podrán comenzar con el cortejo en… —la chica hizo ademán de contar mentalmente—, en una semana —comento.
—¡Una semana! —exclamaron al mismo tiempo.
—2 semanas —dijo acariciándose los oídos después de semejante grito.
—¡Debemos comenzar hoy, no podemos esperar tanto! —reclamo la alfa de ojos verdes.
—¡Silencio! ¡Hacen más escándalo que unos cachorros! —exclamo enfadada—¡Llevo conviviendo con ustedes 10 minutos y conviví con ustedes 1 vez! ¡Son tan educados como primates! ¡Necesitan 3 meses para ser entrenados como alfas dignos¡ —grito, ninguno de los alfas intento interrumpir— aceptarán mis condiciones —dijo con un tono autoritario, los alfas asintieron sorprendidos— comenzamos hoy en la noche, ahora acerque me al campamento, no pienso caminar 2 kilómetros por sus impertinencias —comento molesta.

El chico de ojos fucsia termino llevando a la chica.
Esa noche comenzaron con las clases.

—Hola —dijo entrando al bosque, nadie emitió algún ruido, continuo avanzando hasta encontrarse con los 5 chicos— antes de comenzar, tendremos un código para que sepan que pueden aparecer, el código es “No hay moros en la costa” —indico— muy bien, tomen asiento, tengo el presentimiento que estás serán las 2 semanas más largas de mi vida —murmuro lo último.

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2022 ⏰

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