Habían pasado unas semanas desde aquella noticia que cambio mi vida en unos segundos, no le contestaba a Liz, no quería salir con ninguno de mis amigos, solo iba a clases por compromiso aunque estaba pensando seriamente en salirme de la escuela ya que no existía la posibilidad de abortar y aunque existiera sería muy difícil conseguir tanto dinero en poco tiempo, además de que en mi cabeza no pasaba la idea, sabía que había sido una desición horrible la que cometí ese día e incluso me reía de mi mismo al recordar cómo esa noche llore deseando que todo fuera verdad y ahora lloro por desear que todo fuera mentira, pero no estaba triste por mi hijo, no pensaba que el era la causa de arruinar mi vida, si no más bien yo era el que había logrado eso a través de mis desiciones.
Me aleje de mis padres estos días, mi padre seguía enojado ya que después de todo el no imaginaba ver cómo su único hijo y Omega, había terminado embarazado sin si quiera estar marcado o casado, solo era un simple estudiante a un año de terminar su carrera universitaria, embarazado, sin pareja y apenas con dinero suficiente para mantenerme a mi mismo.
Realmente el mundo se me había venido encima, lloraba por no poder tener todo resuelto pero era claro que nada en esta vida estaría resuelto de la nada, solía mirarme al espejo para observar mi vientre pequeño y sin notar aún.
Lo más extraño era, que a pesar de tener el mundo encima, este bebé era hijo de la persona que más amaba, así que lo considere un milagro ya que yo daba por hecho el no poder llegar a tener hijos propios, así que está podría ser mi única oportunidad para poder tenerlo, algo creado de mi y con los genes de un padre increíble, aunque ni si quiera llegué a saber quién es cuando crezca.
Así que desde lo más profundo de mi ser, decidí tomar fuerzas para ayudarme a mi y a este bebé, el cual sea niño o niña, Alfa, Beta u Omega, lo amare como a nadie en este mundo.
Sabía que tenía problemas encima, la escuela, mis amigos, mis padres, pero estaba 100% seguro a no dar explicaciones a desconocidos cuando mi vientre se hiciera más grande con el pasar de los meses, pero necesitaba actuar rápido y pensar en mí y en el futuro de mi hijo o hija.
Unos días después seguí asistiendo a la escuela con normalidad pero después de clases solía irme a buscar trabajo en algún lugar donde aceptarán Omegas, era bastante difícil conseguir trabajos para este género debido a todos los problemas que suelen ocasionarce por el celo, o por siempre querer aprovecharse por parte de los Alfa hacia nosotros.
Era común en realidad y por ello era difícil conseguir el trabajo pero no imposible y para mí gran suerte logré conseguir un trabajo de tiempo completo después de clases en un café.
Estuve unas semanas trabajando en ello sin problema alguno con mucho empeño en aprender y mejorar para conseguir dinero poco a poco para las citas médicas, el parto y otras cosas más.
Progresaba dando mi mejor esfuerzo, incluso habían llegado a felicitarme en la escuela por proyectos bien hechos y en el trabajo por mi buen desempeño, muchos de mis compañeros de universidad se preguntaban por qué el cambio tan drástico de mi vida donde de pronto me volví más responsable y puntual, pero como había dicho antes, a nadie le iba a dar explicaciones acerca de mi vida personal.
Todo iba bien hasta que sucedió algo saliendo del trabajo una tarde, sabía que mis cambios empezarían a suceder en cualquier momento, también había leído que para los embarazos con omegas era necesario tener al Alfa, al papá o mamá del bebe a su lado para protección, ya que al estar en un estado hormonal y de cambios las feromonas suelen ser más atrayentes.
Pensaba que eso no era verdad y que solo eran estereotipos de protección o posesividad, pero aquella noche descubrí que si era verdad, o mejor dicho una fuerte realidad.
ESTÁS LEYENDO
True love (Yaoi-Omegaverse)
FanficSam desde que era pequeño creció a lado de su mejor amigo Luke, ambos formaron un lazo de amistad irremplazable pero al mismo tiempo con sentimientos encontrados, lo único que los hacia distintos era que Sam era Omega y Luke, un Alfa. A sus 20 años...