Seis meses habían pasado desde que mi hijo había llegado al mundo, y habían sido meses intensos. No había sido fácil cuidar de un bebé, especialmente siendo primerizo. A pesar de los desafíos, nunca abandoné la escuela. Y en este día tan crucial, mientras llevaba a Oli conmigo, me encontraba a las puertas de la universidad, esperando conocer el veredicto sobre mi proyecto final.Nathiel me dejó en la entrada del estacionamiento, y caminé hacia el edificio con determinación.
Hoy era el día en que finalmente recibiría la calificación y podría decir que estaba oficialmente graduado. Mi confianza estaba alta, y estaba listo para poner fin a esta etapa.
Lentamente recorrí los pasillos hasta llegar al aula donde los profesores me darían su opinión sobre mi proyecto. Afuera del aula, solo estaban sillas vacias, donde muy pocos habían logrado terminar.
Pero el momento llegó y mi nombre resonó por los pasillos. Con paso firme, entré al aula y vi a los profesores sentados frente a sus escritorios, con sus ojos fijos en mí. Había cinco profesores en total, todos listos para evaluar mi trabajo.
— Hola Samuel, siéntate ahí por favor — dijeron amablemente, señalando una silla ubicada frente a ellos.
Tomé asiento dejando a mi pequeño a un lado en su carreola, mi corazón latiendo con emoción y nerviosismo al mismo tiempo.
— Tenemos algo muy importante que decirte — aquellas palabras solo me tensaron más debido a que se encontraban realmente serios — Creemos que este proyecto podría haber sido calificado como "bueno" — cuando escuché eso, realmente sentí algo de decepción pensando lo peor pero las palabras de otro maestro recobraron mi esperanza — Sin embargo, va más allá de eso...
— En realidad, podríamos describirlo como "increíble" — dijo la profesora María, aquella quien me ayudó cuando descubrí que estaba esperando a mi hijo.
Las palabras de elogio de los profesores me llenaron de gratitud y emoción. No podía creerlo, había superado sus expectativas.
— Queremos felicitarte, Samuel. Realmente nos sorprendiste con tu trabajo. — decía un maestro mientras estrechaba fuertemente mi mano — La organización, el tiempo, la investigación y la creatividad, todo fue excepcional — menciono otra.
— Muchas gracias, de verdad. Aprecio sus palabras. — dije realmente contento.
— No, en realidad, el mérito es tuyo. Tú has demostrado tu esfuerzo y dedicación en este proyecto.
— De parte de todos tienes una aprobación excelente.
Me sentí abrumado por la emoción y la gratitud. Saber que había logrado lo que me había propuesto era una sensación indescriptible.
— Quiero admitirlo, Samuel — uno de los profesores se dirigió a mi, aquel quien me desprecio por mi género en ese entonces.
— ¿Sí? — respondí, expectante.
— No esperaba mucho de alguien como tú, pero me has dejado sin palabras.
No pude evitar sonreír. Mi éxito no solo era personal, también estaba desafiando prejuicios y demostrando que las capacidades no estaban determinadas por el género, me dio tanto gusto callarle la boca.
La conversación continuó, y los profesores elogiaron cada aspecto de mi trabajo. Saber que había dejado una impresión duradera en ellos me llenó de orgullo y satisfacción.
Finalmente, al terminar salí del aula completamente feliz tomando a mi hijo en brazos para abrazarlo, hasta que escuche a la profesora María quien me pidió quedarnos unos momentos a solas.
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True love (Yaoi-Omegaverse)
Hayran KurguSam desde que era pequeño creció a lado de su mejor amigo Luke, ambos formaron un lazo de amistad irremplazable pero al mismo tiempo con sentimientos encontrados, lo único que los hacia distintos era que Sam era Omega y Luke, un Alfa. A sus 20 años...