NARRA JESSY
La puerta del taxi se cerró y agradecí. El lugar era bastante grande, ¿cuánta gente sería? Tamara solo me había avisado de 5 personas: Ella, Marcos, Aiden y la hermana de él, Mackenzie.
La puerta de la gran casa se abrió y Tamara salió con una gran sonrisa, atrás de ella venía Marcos que inmediatamente ayudó con mi maleta.
Ambos me abrazaron, Marcos entró a la casa con prisa y Tamara y yo caminamos a paso lento hacia la gran casa.
- ¿No es algo grande para seis personas?
- Fue la casa que Aiden y Marcos encontraron
- Es linda... y retirada
- Sí, bueno eso es lo genial, no hay gente alrededor y por ende no hay paparazis.
Entendía eso.
- Pensé que ya no vendrías
- Te dije que podía llegar hasta el día siguiente
- Lo sé, pero ya sabes... - hizo una mueca- Aiden
- Estoy bien
- Lo sé, y realmente me alegra que estés aquí
- Por cierto, bueno creo que debería decirte esto
La miré atenta y ambas nos detuvimos.
- Ha invitado a una chica, aún no llega, pero creo que lo hará hoy en la noche
- Oh...
Mierda.
Esto sería incómodo.
- No pasa nada
- ¿Segura?
- Sí, bueno, si ustedes no lo hacen incómodo, no lo será
- ¿A qué te refieres?
- No quiero silencios incómodos o miradas expectantes o tristes, estoy bien
Ella asintió.
- De acuerdo.
- Bien.
Ambas entramos finalmente a la casa y esta era aún más hermosa por dentro e incluso se veía más grande.
¿Cómo era posible?
Mackenzie salió de una habitación y al verme me sonrió y corrió a abrazarme
- ¿Cómo estás? ¡Oh Dios mío! ¡Es cierto! ¡Estás rubia!
Yo reí por su alegría.
- Estoy bien, ¿cómo estás tú? ¿Qué hay de Rodrigo y Dylan?
- Ellos vienen hoy, quizá mañana. Rodrigo tuvo una llamada importante pero la buena noticia es que ha sido aquí en DC, así que no debe pasar de mañana
- Genial, será bueno verlos
Mackenzie asintió y volvió a abrazarme.
- Te llevo a tu habitación- dijo Tamara
- Gracias
Ambas caminamos hacia la parte izquierda de la casa hasta entrar a un corredor cuyo fin se concretaba con una piscina. Entramos a otro pasadizo que llevaba a una gran escalera, subimos y entramos a una habitación de la izquierda.
- La vista es increíble, ¿cierto?
Solo confirmé con mi cabeza, realmente lo era, tenía el bosque más grande y espeso del condado de vista.