019

2K 272 4
                                    

Ni-ki tenía todo su cuerpo sumergido bajo el agua en la tina de su baño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ni-ki tenía todo su cuerpo sumergido bajo el agua en la tina de su baño. No se movía, sólo miraba el techo sin expresión; no se estaba comportando como siempre lo hacía.

No podía. No se sentía con su ánimo intacto.

Sunoo siempre estaba ahí para él, dispuesto a ayudarle a solucionar cualquier problema. Y ahora no podía hacer nada para ayudarle, sólo darle su apoyo.

Sorbió la nariz. Posiblemente estuviera llorando, pero ni siquiera él mismo lo notó, ya que sus lágrimas fueron mezcladas con el agua que lo cubría.

Tres golpes suaves en la puerta del baño resonaron a lo lejos, pero su mirada se mantuvo en el mismo punto del techo, la persona tras la madera insistió.

- ¿Niki?

-Está abierto...

Respondió por inercia, no había tomado atención a la voz. Jake abrió y asomó la mitad de su cuerpo.

- ¿Ya estás listo?

Niki volteó su rostro hasta el mayor y negó. Shim formó una sonrisa triste y entró por completo al pequeño cuarto, se arrodilló a un lado de la tina y con sumo cuidado le acarició el cabello húmedo al menor.

- ¿Qué sucede, pequeño?

-Me siento demasiado intranquilo, hyung...

Jake tomó el shampoo de un costado, echó un poco en su mano y lo aplicó en el cabello ajeno, dándole suaves masajes.

- ¿Es por Umji?

-Sí.

-Tranquilo -enjuagó con mucho cuidado el suavecito cabello, preocupándose que no le fuera a caer la espuma en los ojos-, ella es una bebé muy fuerte, ¿cierto?

Niki asintió, aún con esa angustia rondando por su cabeza, pero quería creer en las palabras de Jake. Quería convencerse a sí mismo que Umji era lo suficientemente fuerte como para salir adelante.

Existen muchos casos de bebés prematuros que logran recuperarse y crecen sanitos, pero su preciosa maní ya había sufrido un paro cardiorrespiratorio cuando nació e incluso desde antes, sabía que la ginecóloga había visto algo mal en la nena, pero no dijo nada. Agregando a eso la alteración que tuvo Sunoo que obvio le elevó la presión arterial.

Así como había casos exitosos, también lo habían fallidos.

Estaba en silencio, sus ojos ahora contemplaban al chico que enjabonaba su torso y brazos, usaba demasiada ternura, una que jamás podría explicarle a nadie. Porque nadie podría imaginarse a ése chico tan chillón, asustadizo y proveedor de sonrisas, siendo tan gentil y cuidadoso con un muchacho que sólo mantenían una relación de amigos con leves beneficios.

El ambiente estaba frío

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El ambiente estaba frío.

Jungwon frotaba sus manitas entre sí, salió tan rápido de su departamento que olvidó llevarse un abrigo, además las enfermeras llamaron para informarles que Sunoo había tenido una crisis nerviosa.

Se asustó demasiado, incluso dejó a Niki en el departamento, aunque Jake se quedó cuidándolo.

Las cosas para Yang estaban bastante difíciles. Frente a él, el mayor de sus amigos dormía con el ceño fruncido y una mano reposando en su hinchado vientre, quizás ni siquiera en sus sueños podía estar tranquilo. Niki no se estaba comportando con esa actitud tan extravagante y divertida, no parecía él, sus ojos se mantenían hinchados desde la noche anterior por culpa del llanto que le costó tanto cesar.

Era injusto. Las dos personas que cuidaron de Jungwon no se encontraban bien y él no podía hacer nada para ayudarlos, sólo cuidar de ambos y esperar...

Sunoo parecía que no despertaría hasta largo rato, y el frío cada vez penetraba más en sus huesos.

El pomo de la puerta se giró, Jungwon miró rápido con la esperanza de que se tratase de Niki, sin embargo, el que entró a la pequeña habitación fue Jay con dos vasitos en sus manos.

El mayor se acercó y le entregó uno de los vasos. El envase incluso estaba bastante calientito.

Yang sonrió y agradeció por el gesto. Jay había sido el que llevó a Jungwon al hospital y durante el camino no se dirigieron la palabra, aunque era casi obvio, ya que el menor llevaba el alma en un hilo por la repentina llamada del hospital.

Pero en ése momento, con la tranquilidad de que Sunoo estaba profundamente dormido, se atrevió a hablarle más que nada para agradecerle.

Jungwon seguía sintiendo frío, menos que antes, gracias al café que le dio el mayor.

Estaban en silencio, Jay jugueteaba con sus propios dedos mientras que el otro se aseguraba de que Sunoo estuviera bien acobijado.

Entonces Yang sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, dejó el vaso ya vació sobre un pequeño velador con las pertenencias de Sunoo, juntos sus manitas y volvió a frotarlas en busca de calor.

Park lo notó. Bajó la cremallera de su abrigo y se lo quitó, no tenía expresión en su rostro, pero fue un gesto bastante dulce cuando acomodó la prenda en la espalda del bajito.

Jungwon sólo abrió grande sus ojos con un gran rubor en sus mejillas, su mirada estuvo posada en Jay hasta que éste se acercó a la ventana. Esbozó una tenue sonrisa y se acomodó mejor el abrigo que brotaba un delicioso aroma.

Le agradaba bastante. Ni siquiera notó que el mayor lo estaba mirando como olía con una sonrisa el cuello del abrigo. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Como Una Estrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora