Capítulo siete

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Lu había estacionado frente a la casa de Christopher, miro a Zabdiel y éste solo estaba sentado sin moverse con la mirada fija en la casa.

—¿Vas a ir a verlo?

—No lo sé, Ale dijo que sería una buena idea que lo escuchara.

—Me parece un muy buen consejo, ¿entonces?

—Tengo miedo de arruinarlo Lu, es mi alma gemela.

La castaña sonrió, su hermano estaba enamorándose—. Solo habla con él.

El rubio asintio y bajo del auto, camino unos pasos y toco el timbre de la casa del castaño. La mamá de Christopher abrió la puerta y lo saludó amablemente, lo invitó a pasar y Zabdiel le agradeció.

—¿Está Christopher?

—Si, subi las escaleras, la puerta blanca es la de su cuarto—el rubio asintio y comenzó a subir las escaleras. Llego hasta la puerta blanca y la tocó.

El castaño se levantó de la cama, seguro era su mamá, limpio sus lagrimas y abrió la puerta. Sorprendido de encontrarse con Zabdiel.

—¿Zabdiel?

—Chris, yo fui un idiota hace unas horas—rasco su nuca—. ¿De qué querías hablar?

El castaño tomó del brazo al rubio y lo metió en su cuarto—. Mi teléfono se averió anoche cuando le cayó alcohol encima, no tenía forma de contactarte.

—¿Eso es todo?

—Siento que algo te molesta, ¿qué pasa?—pregunto tímidamente el ecuatoriano.

—Me llegaron unas fotos el sábado donde estas besandote con la chica del otro día—el castaño abrió los ojos como platos. Samantha se había acercado a él pero nunca la besó.

—¿Puedo ver las fotos?—el rubio saco su teléfono y le enseño las fotos, Chris notó que si parecía que se estaban besando—. Zab, yo no la besé.

—No tenes que explicarme nada Chris, solo somos amigos.

—¿Amigos?

—Si, si querés estar con ella realmente estoy feliz por vos.

—No quiero, yo solo quiero a mi alma gemela—se acercó al rubio.

—No puedo Chris, no cuando te iba a pedirte que seas mi novio el sábado y ella me envió esto.

—¿Tu novio?

—Si, pero al parecer esto de las almas gemelas no es importante para vos.

—Zab, sabes que si me importa.

—Al parecer no lo suficiente— el rubio quiso alejarse del castaño pero éste se lo impidió.

—No quiero que te vayas—el castaño lo abrazo y el rubio le devolvió el abrazo—. Te juro que no la bese, en la foto parece que si pero no.

—¿No estabas con ella?

—No, volví a casa temprano, Richard me trajo.

—¿Podes besarme?—el castaño se separó del rubio y junto sus labios en un tierno y pequeño beso, al separarse el rubio sonrió y tomo la mano de Chris y ambos se acostaron en la cama, el puertorriqueño le envió un mensaje a su hermana diciéndole que se podía ir.

Chris tenía su cabeza apoyada en el pecho del rubio y éste acariciaba su cabello.

—Zabdi.

—Chris.

—Me gusta que seas mi alma gemela—el rubio sonrio y dejo un pequeño beso en el cabello del ecuatoriano.

—Tengo que irme bebé— Chris negó y abrazó a Zabdiel—. Chris, quede de verme con Erick, tenemos que terminar un proyecto.

—¿Vas a volver?—se sento en la cama y miro al rubio.

—Siempre—se acercó al castaño y dejo un pequeño beso en sus labios.

Ambos se levantaron de la cama y caminaron con las manos entrelazadas hasta la puerta principal de la casa. Yenny los observaba curiosamente, más tarde aprovecharía para molestar a su hijo.

—Tengo que entregarte algo—Chris miro atentamente a Zabdiel. Soltando su mano el rubio sacó de su bolsillo una pulsera y se la entregó al castaño.

—¿Para..?

—Vamos a compartir pulseras—le enseño la suya y al observar que el castaño no emitía sonido alguno se preocupó—. Tal vez te parece muy cursi.

—No Zabdi, realmente me gusta la idea—le sonrio y lo abrazo.

—Nos vemos bonito—el rubio se separó del abrazo y dejó un beso en la mejilla de su alma gemela.

Christopher observó como su alma gemela se subía a un auto, cerrando la puerta sonrió. Camino hasta cocina y sintio la mirada de su madre.

—¿Que?

—Nada, solo quiero saber cuando vas a invitarlo a casa.

—Mamá aún no somos novios, acabamos de resolver un malentendido.

—¿Por eso llegaste triste a casa?—el castaño asintio y su mamá se acercó y lo abrazo—. Lo bueno es que pudieron hablar y lo resolvieron.

(...)

Zabdiel se encontraba en la casa de Erick, leyendo un libro y tomando notas. El ojiverde escribía en la computadora.

—¿Entonces..?

—¿Qué?

—Fui a buscarte a la casa de Christopher, ¿me vas a contar que pasó?

El rubio río, Erick podía ser bastante curioso—. Estamos bien, hablamos y todo se aclaró.

—¿Sólo eso?

—¿Que más esperas que te diga Er?—lo miró.

—Buenoo..—el rubio se sonrojo y Erick río.

—Terminemos el proyecto—el ojiverde asintió, continuaron buscando información. El rubio noto que Erick no estaba escribiendo en la computadora.

—¿Ahora qué?

—Vas a dejarle claro a esa chica que Chris es tuyo, ¿verdad?

Zabdiel río—. ¿Apostaste con Nadia?—el cubano desvio la mirada.

—Puede ser, ella dijo que no irías y yo dije que si.

—Decile a Nadia que perdió, voy a dejarle claro a esa chica que Christopher tiene alma gemela.

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N/A: Espero que les guste ❤

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