Capítulo seis

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Varias semanas habían pasado desde la fiesta, Zabdiel cada día estaba cayendo un poco más por Christopher.

—¿Cuando voy a conocer a ese chico que te hace suspirar así?—el rubio observo a su hermana mirándolo desde el marco de la puerta.

—Cuando le pida que sea mi novio.

—¿Aún no se lo pedís?

—No, esperaba poder pedírselo este fin de semana—su hermana sonrió enternecida, ese chico sacaba el lado cursi de su hermano, ya le agradaba.

—Mamá y papá quieren conocerlo, te volviste menos gruñón desde que estás con él.

—Yo no soy gruñón.

La castaña río, Zabdiel se levantó de su cama y comenzó a perseguirla. Corriendo por toda la casa finalmente la atrapó y comenzo a hacerle cosquillas.

—Y-ya Zab—el rubio se detuvo y sonrió, Noemí los miraba encantada. Amaba que sus hijos se llevaran super bien.

(...)

El sábado había llegado y el puertorriqueño estaba terminando de preparar la sorpresa para Chris. Había invitado al castaño a su casa, verían unas películas y le pediría que fuera su novio.

—Aww, todo esto es muy cursi Zab—el rubio le dio una mala mirada a su hermana. El rubio la sacó de la sala y la dejó en la cocina—. Chris puede venir en cualquier momento.

—¿Me estas echando?

—Si.

—Bien, solo no quiero ser tía dentro de nueve meses.

Zabdiel se sonrojo y le lanzo un peluche que tenía en la mano mientras que su hermana corría hacia la salida.

El rubio fue hasta el sofá y se sentó en él, esperaría pacientemente a Chris. Verifico su celular y el castaño aún no había visto sus mensajes, tal vez se estaba recuperando de la resaca por la fiesta de cumpleaños de Yoandri.

Se dispuso a ver una serie y de un momento a otro se había quedado dormido. El sonido de su teléfono lo despertó y observó que habían pasado 2 horas, miró su teléfono y vio que tenía mensajes de un número desconocido pero ninguno del castaño.

Comenzó a descargar las imágenes que le habían enviado y no podía creer lo que veía, eran fotos de Chris con una chica. Observo que era la chica pelinegra con la que había visto al castaño. El último mensaje decia: "Te dije que es mi novio"

Zabdiel dejó de lado su teléfono, ¿acaso Christopher...? No él realmente no pudo, o bueno si, ellos no eran nada. Solo almas gemelas, el rubio sintió como pequeñas lágrimas salían de sus ojos, Christopher no le había contestado porque estaba con ella.

—Zab traje un pastel como muestra de paz—Lu ingreso a la cocina y dejo el pastel, camino hasta la sala y la decoración seguía ahí, tal vez Zabdiel había acompañado a Christopher a su casa. Se acercó al sofá h observó su hermano acostado allí.

—¿Zab?—el rubio la miró y la castaño notó que había estado llorando—. ¿Que paso?

—Christopher está con alguien más—la castaña le extendió un pañuelo y el rubio seco sus lágrimas.

—¿Cómo que esta con alguien más?—el rubio tomo su celular y le enseño las fotos a su hermana. Lu no podía creer lo que veía, con todo lo que habia hablado con Zabdiel le era difícil creer que lo había "engañado"—. ¿Intentaste llamarlo?

El rubio negó—. ¿No soy lo suficiente para ser el alma gemela de Chris?

—Zab, sos suficiente para cualquier persona—acaricio su cabello—. Traje pastel, ¿querés?—el rubio asintió y siguió a su hermana.

Comenzaron a comer pastel y charlaron del instituto y a cual universidad iría el rubio. Lu miraba a su hermanito atentamente, aunque estuviera por terminar el instituto la castaña sentía que Zabdiel aún seguía siendo su pequeño hermanito.

No era la indicada para hablar sobre almas gemelas, ella aún no había encontrado la suya y realmente no le molestaba. Se había acostumbrado a su mundo blanco y negro.

—Gracias Lu, necesitaba pensar en otra cosa.

—Siempre voy a estar para mi hermanito—Zabdiel sonrio y subio a su cuarto. Lu observó como se iba y se dirigió a la sala, sacaría toda la decoración y la guardaría, solo por las dudas.

—Lu, pensé que ibas a trabajar hasta tarde.

—Pase mis citas para mañana, quería conocer a Christopher.

—¿Cómo es él?

—Realmente me gustaria poder contestar esa pregunta mamá pero no puedo.

—¿Que pasó?

Lu comenzó a contarle toda la historia a su madre—. ¿Podes hablar con él? Quisiera hacerlo pero no sé nada de almas gemelas.

Noemí asintió y subió hasta el cuarto de su hijo, ingresó y vio que estaba durmiendo. Decidió dejar la charla para otro día, se acercó y dejó un beso en su frente.

(...)

Zabdiel se dirigía al instituto en compañía de Alexia charlando sobre su fin de semana.

—Mi papá quiere organizarme citas.

—¿Tu papá?

La rubia asintió—. Le preocupa que no encuentre a mi alma gemela.

—Tal vez la encontré cuando vayas a Los Ángeles, no te preocupes por eso Ale.

—No lo hago pero mi papá si—Zabdiel asintió, continuaron caminando y llegaron al instituto.

Se encontraron con Nadia y Erick, entre todos charlaron sobre su fin de semana e ingresaron a su primera clase.

Horas más tarde, los cuatro amigos se encontraban caminado hacia la salida.

—Zab, ¿ese no es Christopher?— el rubio miro hacia donde apuntaba su amiga y observo a Christopher afuera de su instituto.

—Demonios, no quiero que me vea—sus amigos le dieron una mirada confundida—. Después les cuento.

—No sos bueno en eso de las escondidas Zab, Christopher ya te vio y esta caminado hacia aquí—le informó Nadia.

—Hola chicos—todos lo saludaron amablemente y el rubio ni siquiera lo miro—. Zabdi ¿podemos hablar?

—No puedo Christopher—Erick, Nadia y Alexia observaron confundidos a su amigo.

—Umm.. esta bien, nos vemos— el castaño se despido de todos y camino hasta su auto con la mirada en el suelo.

—¿Que demonios te pasa Zabdiel?—Alexia miro al rubio.

—¿Por qué lo trataste así?

—Christopher estuvo con una chica el viernes, me dejó plantado el sábado.

—No lo creo, Christopher no parece ser esa clase de chico.

—Las apariencias pueden engañar Nadia.

—Si puede ser eso pero al menos pudiste dejarlo hablar—comentó el ojiverde.

—Zabdiel, Christopher se veía realmente triste al irse.

—Yo también estaba triste el sábado cuando vi las fotos de él besando a una chica.

Nadia y Erick se quedaron en silencio—. Solo habla con él, ¿sí?

El rubio no dijo nada y se despidió de sus amigos, camino hasta el auto donde su hermana lo estaba esperando, subió y le sonrio a Lu.

—¿Me llevas a casa de Christopher?

¿Entonces Tú...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora