¿Qué está pasando?

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El tiempo pasó muy pronto y llegó el día de la boda. La ceremonia la llevaron a cabo en un templo en medio de una selva y el mar al horizonte. Todo estaba finamente decorado con pequeñas luces amarillas, los manteles con bordados dorados le daban un toque de distinción y las flores blancas le daban un aire fresco y puro al escenario.

Una tarta cuadrada de dos pisos con las figuras de Bulma y Vegeta eran sin duda uno de los centros de atención, la pista de baile se iluminaba y la música era suave. Después de la cena Bulma y Vegeta abrieron la pista, todos aplaudieron, luego Bulma bailó con su padre y Vegeta con su ahora suegra, luego las parejas se formaron y empezaron a bailar al compás de cada melodía.

Los Briefs estaban muy emocionados, el padre de Bulma dio un pequeño discurso y las lágrimas no se hicieron esperar, luego habló el padre de Vegeta y aunque fue un discurso más animado la pareja se sintió emocionada.

Los invitados pasaban a felicitar a la hermosa pareja y les daban sus mejores deseos para el futuro, después de un rato comieron el pastel y de nuevo hubo música.

-¿Me concedes ésta pieza?- se acercó a ella tendiéndole su mano. Ella soltó a su acompañante, un viejo amigo de su padre y tomó la mano del joven. –Vaya, al fin lo hiciste.- ella sonrió y se sonrojó.

-Te dije que lo haría.-

-Felicidades Bulma.- se acercó a su oído sin prestarle atención al novio, quien estaba en la mesa de su nana y Milk. –Pero si fueras más inteligente te hubieras casado conmigo y no con él.- Bulma comenzó a reír un poco más fuerte, Vegeta no dejaba de mirar a su esposa con el ceño fruncido.

-Sabes que lo amo Lapis, y sé también que siempre vas a estar ahí para mí.- le dio un beso en la mejilla y lo abrazó. Vegeta apretó su puño, luego Bulma se separó de Lapis y se dirigió a donde él estaba. Milk no perdió detalle de toda esa escena.

-Ha de ser difícil dejar ir a la mujer que amas por otro...- comentó sarcásticamente Milk. Vegeta hizo que no había escuchado nada, "ahora es mi esposa, está conmigo." Pensó y trató de tranquilizar su mente cuando Bulma llegó y lo besó pícaramente.

Ya entrada la madrugada la pareja se despidió de la gente y partieron con rumbo a su luna de miel en un hermoso auto blanco descapotable, obvio de la Corporación Cápsula. Todos se quedaron despidiendo a la feliz pareja hasta perderlos de vista, algunos invitados se retiraban y otros se quedaron un rato más.

En una de las mesas Uranai Baba disfrutaba de una bebida de coco y de vez en cuando rodaba una lágrima por su mejilla.

-No sé por qué lloras abuela, Vegeta va a regresar a nosotras antes de lo que dura un aleteo de mosca.-

Uranai volteó a verla extrañada. -¿qué?, ¿por qué dices eso Milk?-

Milk sonrió de medio lado, en su mirada había rencor. –Porque ese matrimonio no va a durar.- Uranai la siguió mirando con incertidumbre.

Mientras tanto, en una isla pequeña al sur, Vegeta y Bulma disfrutaban de su luna de miel en una hermosa villa, luego se fueron a las montañas de Europa y luego estuvieron un tiempo en América hasta que después de casi dos meses regresaron.

Vegeta pronto llegó a trabajar y Bulma se quedaba en casa en su nuevo papel de "Señora de la casa".

-Ya te dije que yo prepararé la cena para mi esposo, ¿o acaso crees que soy una inútil?-

-Por supuesto que no señori...Señora.-

-Entonces vete y déjame trabajar.- a Baba no le gustaba mucho la idea pero sin renegar más se retiró.

PerdónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora