Después de unos días Bulma se sintió mal, tuvo que ir al doctor.
-Gracias por acompañarme, normalmente le pediría a Mai pero ella está ocupada ahora, o Launch oa tu hermana pero están fuera del país, por favor, ¿puedes llevarme al centro comercial?-
Bulma y Lapis estaban recorriendo las tiendas hasta que Bulma encontró lo que buscaba, luego la llevó a su casa.
-De saber que era para eso no te hubiera dicho que si.-
-¡Que malo eres!- le dijo encender un golpecito con la mano en su brazo. Él sonrió. –Vas a guardar el secreto, ¿verdad? júralo.-
-Sabes que sí princesa, aunque me siento un poco mal por ser el primero y no Vegeta.-
-Es que necesitaba ayuda con esto, te repito, si hubiera estado cualquiera de las chicas aquí se los hubiera pedido.-llegaron a su casa, se despidió de Lapis y bajó, eso sí, muy sonriente y distraída...
Bulma ordenaba los cajones de Vegeta, sabía que él era más ordenado que ella, así que decidió meter el regalo entre las cajitas de mancuernillas de su esposo, "es tan ordenado que va a notarlo en cuanto abra el cajón", pensado para sí. Entre las cajitas de color negro, acomodó una en especial, con un listón en amarillo pastel, obviamente sobresalía de entre todas las demás.
Su celular sonó. –Hola Lapis, ¿qué sucede?-
-Sabía que olvidarías algo, ahora tengo una cita pero te mandaré tus bolsas con Krillin, para que estés al pendiente cuando llegue.-
-Te agradezco mucho Lapis, te aviso cuando llegue Krillin. Adiós.-
Pasaron unos 40 minutos cuando el timbre sonó. –Buenas tardes, traigo unos paquetes para la Señora Ouji.-
-¿Quién los manda?- Krillin empezó a dudar en dar la información y frunció una ceja.
-¿Está la señora Bulma Ouji?- Bulma se dio cuenta de que ya habían llegado sus bolsas, así que bajó pero se detuvo en la escalera cuando vio a Milk que ya abría.
-No encargué nada, yo soy la señora de la casa...- al escuchar esto Bulma bajó hecha una fiera, Milk volteó al escuchar sus tacones a toda velocidad pero no le dio tiempo de reacción cuando sintió una cachetada que la hizo voltear la cara.
-¡AQUÍ LA UNICA SEÑORA SOY YO!- cuando se escucharon los gritos de Bulma, Uranai salió corriendo de la cocina.
-¿Qué sucede? ¡Señora Bulma!-
-Sucede que "su nieta" no sabe cuál es su lugar en esta casa.- se volteó a Krillin. –Lo siento Krillin, dile a Lapis que le agradezco mucho y gracias por traerme mis cosas.-
-De nada Bulma, ah disculpa, sobre esto...-
-No te preocupes Krillin, que bueno que estuviste de testigo.- Milk se fue corriendo y llorando hacia la cocina, Baba la siguió, después de que Bulma se despidiera de Krillin también fue a la cocina. -¿En serio pensaste que él no me conocía? ¿Qué era un simple "repartidor"?- Le dijo Bulma acercándose a Milk.
-Señora Bulma, fue un malentendido.-
-!Usted no se meta señora Baba!- Bulma levantó la voz y golpeó la mesa con su mano. -Entiende bien que tu lugar es aquí y en todo caso sigues siendo una arrimada en esta casa, jamás te compares conmigo, ¿entendido? Yo soy la SEÑORA de la casa, la ESPOSA de Vegeta y tú solo su "sirvienta", si alguien viene y me busca tu obligación es decirme, no tienes por qué meterte en mis asuntos. Jamás vuelvas a hacer lo que hiciste. Escucha bien, voy a pasar por alto este día tu estúpido atrevimiento, pero más te vale comportarte de ahora en adelante. Y usted Señora -dijo mirando a Uranai quien se mantenía cerca de la puerta de la cocina. -Le aconsejo que eduque bien a su "nieta" y la haga responsable de sus actos.- Bulma tomó sus cosas y salió de la cocina hacia su habitación.
Entrada la noche Bulma se arregló para la sorpresa que le tenía preparada a Vegeta, así que alistó todo en su habitación. Vegeta llegó y en cuanto entró Milk lo saludó.
-Bu...buenas noches, señor.- agachó la cara y se cubrió con el cabello.
-¿De cuándo acá me dices "señor"?, ¿por qué bajas la mirada?- Milk aún con la cara escondida sonrió. Luego se puso seria y subió la mirada.
Vegeta la miró y observó una marca en su rostro, consternado frunció las cejas. Milk tenía media cara de color morado -¿Qué te pasó?-
-Es que su esposa, la Señora Bulma... me abofeteó.- sin decir nada más Vegeta subió los escalones brincando incluso de dos y tres hasta llegar a su habitación.
Bulma estaba sentada ante el espejo cepillando su cabello. – ¡Amor, llegaste! ¡Te tengo una sorpresa!- él estaba más que enojado, se acercó a ella y la tomó fuerte de los brazos para levantarla.
-¿Por qué la golpeaste?-
-Ah, con que ya te fue con el chisme.- Bulma se soltó de su agarre y dio unos pasos para atrás. –Se lo merecía. Después de todo lo que me ha hecho y he tenido que soportar...-
-Ella nunca te ha hecho nada, ¡es imposible que pueda hacerle algo a alguien!-
-¡Pues entonces no la conoces o te da otra cara!- subió la voz Bulma. –La cena, el perfume, el vestido, todo, ¡todo fue obra de esa mujer! Ella ha estado arruinado todo lo que tengo y todo lo que hago!-
-¡Estás loca Bulma, la conozco desde niño y es incapaz!-
-¡Es verdad Vegeta, hubieras visto lo que hizo hoy! ¡Y Baba la alcahuetea!
-Pues no te creo, Milk es una muchacha buena, siempre ha estado aquí.-
-Tal vez contigo sea así porque seguramente está enamorada de ti.-
-Por favor Bulma, no digas estupideces.-
-¡Ah! ¿Ahora son estupideces?- dijo Bulma acercándose a él. De pronto la puerta se abrió.
-¡YO NO HICE NADA, ELLA ME ODIA!- gritó Milk desde la puerta. Vegeta detuvo a Bulma que iba directo hacia ella.
- ¡AH! ¿es una estupidez que te hagas llamar "la señora de la casa"?-
-Miente, yo nunca lo haría, además no era para que me golpeara y me dejara la cara morada.- Milk se quitó el cabello de la cara y mostró su mejilla.
-¡Por favor!, eso es maquillaje, ¿a quién tratas de engañar estúpida?-
-Ya basta Bulma, ¿no estás viendo cómo tiene la cara?- se soltó de él y de un impulso tiró a Milk y otra vez la abofeteó. Dos cachetadas, esta vez con más fuerza. Milk gritaba y Vegeta agarró a Bulma de las manos, la levantó y la arrojó cerca de la cama.
-¿POR QUÉ DEFIENDES TANTO A ESA ZORRA?- le gritó con lágrimas en los ojos. Vegeta enfureció al escucharla, todo esto se había salido de control, tomó a Milk del brazo, la ayudó a levantarse y salió con ella de la habitación, la dejó afuera de la cocina, ella sabía que se tenía que ir con Baba, luego Vegeta se encerró en su estudio, mientras, Bulma no podía creer lo que había pasado, apretó rápidamente los botones y encapsuló algunas de sus cosas, salió de prisa de ahí, en la puerta Uranai Baba la miraba desconcertada. –Señora...- Bulma le lanzó una mirada asesina.
-¡Ya estarás contenta, tú y tu nieta hija de puta! ¡Deberían encerrarlas en un manicomio!- abrió la puerta, aventó una cápsula de auto y subió sin más.
Vegeta ni siquiera se había dado cuenta de que ella ya no estaba, detrás de la puerta Milk sonreía.
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Perdón
FanfictionPedir perdón es difícil, sobre todo cuando ya está hecho el daño. Había estado sufriendo en silencio por un amor que no era recíproco y que en el fondo esperaba que eso cambiara, pero bien dicen que cuando no es para ti, ni aunque te pongas...