Capítulo 4

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--Reiner, ¡suéltame! -- Exigía.

--Pero...yo te amo.

--Me da igual. Te dije que no te volvieras a acercar a mi.-- grité desesperada.

Pero él solo me calló con un posesivo beso. Cada vez que su lengua se adentraba más en mi boca, más creía que todo volvería a pasar. Cerré los ojos fuertemente intentando pensar que todo sería un sueño.

Pero todo volvió a terminar cuando un ruido sordo hizo que Reiner se cayese al suelo. "¿Annie?" Pensé. Pero cuando abría los ojos solo pude ver a Jean sujetando una gruesa barra de hierro sobre él. Seguramente habría atontado a Reiner con ella. Temerosa por casi haber repetido tal escena, corrí a los brazos de Jean.

--Gracias por salvarme.--dije entre sollozos.

--Tranquila, ya estoy contigo. Por ahora, vayámonos de aquí.

Siguiendo a Jean, abandonamos el almacén y me llevó a mi habitación.

--No me esperaba aquello de Reiner, en verdad, es un buen tipo.--dijo Jean una vez estábamos sentados en mi cama.

No respondí, no sabía como hacerlo.

--Debería irme ya... como Mikasa se entere de que estuve aquí nunca me lo permitiría.

Asustada por quedarme sola, me dispuse a impedir que Jean se marchara. Delicadamente, toqué su mano con la mía y lo miré con una verdadera cara de cachorrito.

--Por favor, no me dejes sola, tengo miedo.

Pude notar como Jean se ruborizó. Parecía nervioso, y aquello me gustaba.

--Está bien, supongo que es lo menos que puedo hacer.-- dijo dirijiendo su mirada hacia otro lugar.

Feliz, apoyé mi cabeza sobre él, y allí, esperó a que me durmiera mientras me abrazaba. Aquella noche pude sentir como su piel rozaba la mía produciéndome una de las más cómodas caricias que jamás había sentido. Aquella noche también soñé con él.

En las semanas siguientes Reiner no volvió a rozar ni una mirada conmigo. Yo cada vez estaba más familiarizada con todos. Annie se había vuelto mi mejor amiga y aunque a ella no le hacía gracias, cada vez me juntaba más con Jean. Quizás mi relación con Eren o Ymir no eran muy cercana ya que ellos se alejaban un poco de mi (me parecía) pero Mikasa era la mejor compañera de habitación que se podía tener.

Más tarde empecé una relación con Jean. A veces podía ser un poquito ogulloso pero me hacía feliz.

Así, pasé mis últimos dos años de entrenamiento. Hoy, era el último día de entranamiento y en él se anunciarían los diez mejores cadetes del escuadrón 104.

Con ansias me encontraba junto a Mikasa y Annie, esperando los resultados. Aunque tal vez yo era la única feliz, ambas reflejaban un rostro aburrido ante toda aquella situación. Entonces, fue cuando uno de los entrenadores se dispuso a poner un gran folio en el tablón de anuncios.

1º MIKASA ACKERMAN

2º REINER BRAUN

3º BERTHOLDT FUBAR

4º ANNIE LEONHARDT

5º EREN JAEGER

6º JEAN KIRSCHTEIN

7º MARCO BODT

8º CONNIE SPRINGER

9º SASHA BRAUS

10º MEI TAKASHI

No me lo podía creer. Era una de las diez mejores. La alegría  que sentía en aquel momento era indepcriptible. No sabía como lo había conseguido, pero lo había hecho. Lo siguiente fue mirar rápidamente hacia Annie y luego hacia Mikasa.

--¡Pertenecemos a la élite del escuadrón! ¡¿No es increíble?!--dije yo muy animada aunque no conseguí cambiar las facciones de ninguna.

--Si...--dejaron caer ambas.

Iba a reprocharles pero unos brazos me rodearon por la cintura y me juntaron hacia la persona que lo hacía. No tuve que pensar mucho para saber quien era. Jean.

--Mi amor, estamos dentro.-- dijo acurrucando su cabeza en mi hombro.-- Podremos entrar a la policía militar.

Aún recuerdo bien esas palabras. Cuando las pronunció, yo aún no era consciente de que por ellas, romperíamos...

You're my obsesion. (Shingeki No Kyojin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora